Recetas fáciles para aprovechar las conservas de tomate
El verano es la mejor época para los tomates, cuando se encuentran más dulces y sabrosos y a mejor precio, por lo que mucha gente aprovecha para hacer conserva tanto si tienen huerto propio como si compran los tomates. En este artículo explicamos cómo preparar una buena conserva de tomate natural, un proceso sin dificultad y que, sin duda, producirá la mejor conserva que podamos conseguir. Pero si no tenemos tiempo o ganas, también podemos encontrar a la venta buenas conservas de tomate natural para disfrutar de este ingrediente básico en nuestra cocina cuando empiezan a faltar en el mercado o ya no tienen la misma calidad. Una buena conserva de tomate nos permitirá elaborar desde sencillas y deliciosas salsas, como la de tomate frito, hasta clásicos de la gastronomía española, como las magras o el mojete murciano.
Hacer conservas en casa
Para elaborar nuestro tomate en conserva casero necesitaremos tomates rojos maduros, botes de cristal esterilizados y aceite de oliva. Para esterilizar los botes previamente lavados, preparamos una olla ancha con un paño de cocina doblado en el fondo, que evitará posibles roturas. Colocamos encima los botes de cristal con las tapas aparte y cubrimos con agua. Dejamos hervir al menos 20 minutos y los ponemos a escurrir sobre un paño limpio.
Para pelar los tomates, hacemos un corte en cruz en el lado opuesto al pedúnculo y los escaldamos en agua hirviendo durante un par de minutos. Los pasamos a un bol con agua con hielo, lo que permitirá pelarlos sin dificultad.
Pelamos los tomates y los depositamos en un bol, enteros o partidos por la mitad. Quitamos la parte del pedúnculo y los depositamos en los botes, apretando con los dedos. Repartimos el jugo que han soltado en el bol y cubrimos la superficie con un chorro de buen aceite de oliva.
Disponemos los botes en una olla cubiertos con agua y cocemos al baño maría durante 20 minutos. Dejamos enfriar en el agua.
Podemos elaborar esta receta con cualquier tomate maduro, aunque es muy habitual utilizar tomates pera o, si la encontramos, la deliciosa variedad italiana San Marzano. Con estas conservas, podremos elaborar muchísimas de recetas en los próximos meses.
Mojete murciano
Ingredientes
- Tomate entero al natural en conserva (unos 500 g de tomate escurrido)
- 1 cebolleta grande
- 2 huevos cocidos
- 200 g de atún en conserva
- Aceitunas negras
- Aceite AOVE y sal
Elaboración
Cocemos los huevos durante diez minutos, los enfriamos, pelamos y reservamos. Cortamos la cebolla en juliana y la dejamos en agua con vinagre y sal, para que pierda fuerza.
Abrimos el bote y ponemos los tomates a escurrir sobre un colador. Los cortamos groseramente y los chafamos ligeramente. Escurrimos y desmigamos también el tomate.
En un bol, ponemos el tomate con el atún, la cebolla y las aceitunas y aliñamos con sal y aceite, mezclamos bien y acabamos con los huevos duros cortados a rodajas. Dejamos reposar en la nevera antes de servir. Como variaciones, se pueden añadir unas patatas cocidas con piel o substituir el atún por bacalao.
Magras con tomate
Ingredientes
- 600 g de carne de cerdo para guisar (jamón o cabeza de lomo)
- 500 g de tomate en conserva
- 1 cebolla mediana
- 1 vasito de vino tinto
- 2 pimientos verdes
- 1 diente de ajo
- 1 hoja de laurel
- Caldo de pollo o agua
- Aceite AOVE, sal, azúcar y pimienta negra
Elaboración
Cortamos la carne a dados y la marcamos en una cazuela con aceite, salpimentamos y retiramos cuando la carne coja color. Cortamos el pimiento a dados y picamos la cebolla y el ajo y lo sofreímos todo en el mismo aceite. Cuando estén pochadas las verduras, añadimos el vino y dejamos evaporar el alcohol. Añadimos el tomate triturado y el laurel y cocinamos unos minutos, añadimos la carne y cubrimos con caldo de pollo o agua con una pastilla de caldo concentrado. Tapamos y dejamos cocer a fuego suave hasta que la carne esté tierna, unos 30 o 40 minutos, según la medida de los dados. Rectificamos de sal (si usamos una pastilla no hará falta añadir apenas) y servimos la carne acompañada con patatas fritas caseras o arroz blando.
Salsa de tomate en conserva
Ingredientes
- 500 g de tomate al natural en conserva
- 1 cebolla mediana
- 3 cucharada soperas de aceite
- 1 cucharadita de café de azúcar
- Sal
Elaboración
Calentamos el aceite en una sartén, añadimos el tomate y lo vamos picando con el canto de la espumadera mientras va friendo a fuego medio, durante unos 15 minutos. Pasamos por un pasapuré o un colador chino si queremos una salsa más fina, añadimos el azúcar y sal al gusto.
Si preferimos la salsa de tomate con ajo y/o cebolla, sofreiremos primero en el aceite una cebolla mediana hasta que transparente, sin que llegue a dorarse. Ponemos el ajo a media cocción y el tomate cuando tengamos la cebolla a punto, y acabamos la cocción como hemos indicado.
Passata casera
La passata o passata di pomodoro es el puré de tomate italiano por excelencia. No es una salsa de tomate ni tomate frito, ya que se cocina sin aceite, sino un puré muy concentrado al que se le ha quitado toda el agua, ideal para poner como base a una pizza, para una salsa o para cualquier guiso.
Podemos prepararla con tomate en conserva, que verteremos en un cazo y pondremos a cocinar, sin más ingredientes, a fuego bajo, para que se vaya concentrando y pierda toda su agua, hasta reducirse a la mitad o más y convertirse en un puré denso y de sabor intenso. Solo añadiremos un poco de sal y alguna hierba aromática, si queremos darle algún sabor especial, aunque es mejor añadirlas posteriormente, según la receta en la que vayamos a utilizar la passata.
Una vez reducido, es imprescindible pasarlo por un pasapurés (de ahí viene el nombre), mejor que triturarlo con una batidora, para eliminar pieles y semillas, aunque en el caso del tomate en conserva el residuo será escaso ya que se ha pelado anteriormente.
Podemos conservar la passata en la nevera unos días, o conservarla en botes esterilizados que cerraremos al vacío cociéndolos como cualquier otra conserva en una olla cubiertos de agua durante 30 minutos.
Espaguetis picantes
Ingredientes
- 500 g de espaguetis
- 500 g de tomate natural en conserva
- 200 g de tocino magro o guanciale italiano
- ½ cebolla
- Queso seco tipo manchego o parmesano
- Guindilla fresca o cayenas secas
- Aceite, sal y pimienta
Elaboración
Sofreímos el tocino cortado en tiras en una sartén con un poco de aceite, hasta que esté dorado, y retiramos. En la misma grasa sofreímos la cebolla picada junto a un buen trozo de guindilla fresca o un par de cayenas secas.
Cuando la cebolla empiece a tomar color, retiramos la cayena y añadimos el tomate, y dejamos cocinar 10 o 15 minutos a fuego lento, mientras vamos aplastando los tomates para que se deshagan.
Hervimos los espaguetis al dente el tiempo que marque el fabricante y los servimos en una fuente, cubrimos con la salsa y ponemos por encima las tiras de tocino o guanciale. Servimos el queso rallado aparte.
Pollo a la pizzaiola
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo
- 600 g de tomates al natural en conserva
- 2 bolas de mozzarella (de unos 125 g)
- 1 diente de ajo
- Orégano, albahaca sal y pimienta negra
Elaboración
En Italia se añade el apellido ‘a la pizzaiola’ a los platos que llevan los ingredientes básicos de la pizza, el tomate, la mozzarella y el orégano, o que se cocinan como si fueran una pizza, pero sin la masa, como estas pechugas de pollo que podemos substituir por contramuslos, por ejemplo, o por carne de pavo, aunque la pechuga cocinada de esta forma queda muy jugosa.
Cortamos las pechugas de pollo en dos filetes y la mozzarella en rodajas, que podremos a escurrir en un colador.
Salpimentamos el pollo y lo doramos en una sartén con el fondo cubierto de aceite que habremos aromatizado con un diente de ajo. Una vez dorados por los dos lados, retiramos los filetes y en el mismo aceite ponemos a cocer el tomate, mientras lo rompemos con la espumadera. Añadimos sal, albahaca y orégano secos y dejamos cocinar unos diez minutos.
Añadimos los filetes de pollo a la salsa, les damos la vuelta y los cubrimos con las rodajas de queso. Tapamos la sartén y dejamos cocinar hasta que el queso esté fundido. Añadimos un poco más de orégano y albahaca sobre el queso y servimos.