'Salsa de Nadal': el postre imprescindible de la Navidad ibicenca
El origen de este plato es tan antiguo, que ningún ibicenco se atreve a fijar una fecha concreta. Hay quien define la salsa de Nadal (salsa de Navidad) como una versión líquida –y generalmente espesa- del turrón. Una analogía debida a que la base de este postre es la almendra payesa. Caldo de pollo, huevos, canela, azafrán, azúcar… son otros ingredientes que completan esta suculenta receta, de la que, podríamos decir, existen prácticamente tantas versiones como familias que la preparan.
Como ocurre con la mayoría de las recetas tradicionales, a través de los años, la salsa de Nadal ha derivado en un sinfín de versiones, que a veces han dado lugar a cierta “polémica” entre los defensores de la más tradicional, (cuyo caldo contiene ingredientes como la sobrasada, el botifarró, o el tocino magro) y quienes apuestan por variantes más livianas, como la que se prepara en el municipio de Sant Josep de Sa Talaia, que sustituye el caldo de pollo por agua).
Lo cierto es que, aunque la receta ha tendido a “aligerarse” en las últimas décadas, sus variopintos ingredientes continúan generando cierta sorpresa entre quienes degustan por primera vez la salsa de Nadal. Polémica y prejuicios aparte, es de admirar la capacidad de la sociedad ibicenca por mantener sus tradiciones gastronómicas, logrando que este plato de origen rural perviva en la actualidad, siendo imprescindible en toda mesa pitiusa durante las fiestas navideñas.
La salsa de Nadal puede tomarse sola, o acompañada del popular “bescuit” o “cóc pagés”, un bizcocho típico de estas fechas en Ibiza. Siempre debe servirse muy caliente, ya que, hacernos entrar en calor, es una de las principales bondades de este postre que, debido a su elevado aporte calórico, en ocasiones puede incluso sustituir a la cena.
Aunque es de origen mallorquín, la chef Marga Orell, del restaurante S’Ametller, nos desvela todos los secretos de su salsa de Nadal, una fórmula que aprendió hace casi dos décadas de la familia ibicenca de su marido. Marga asegura que la suya es una versión “ligera” de este postre, ya que prescinde de los ingredientes más copiosos, como la sobrasada, el botifarró, o el tocino.
Para ella, la clave de la salsa de Nadal está en acertar con las cantidades de almendra y azúcar por cada litro de caldo. El resto, asegura, “es cuestión de ir probando y corrigiendo”, aunque insiste también en “la importancia del toque de sal y pimienta para potenciar el sabor de todos los ingredientes”.
Además, la chef explica que, al tratarse de un plato tan contundente, para su restaurante ha creado diferentes postres a partir de esta receta, como su helado de salsa de Nadal, una versión fría y bastante más ligera, ideal para poner el broche de oro a los contundentes menús navideños.
Remover continuamente siguiendo siempre en el mismo sentido o emplear una cuchara de madera (que no haya sido utilizada para cocinar ningún otro plato), son algunos de los consejos que los cocineros más veteranos de la isla de Ibiza, recomiendan seguir a todo aquel que se anime a preparar esta singular receta, cuya elaboración podría considerarse un auténtico ritual.