Jackfruit: la fruta de moda entre los veganos que sabe a carne
La yaca o jackfruit es una fruta tropical que nos conquista con su sabor inolvidable y una textura peculiar que ofrece múltiples usos en la cocina. La fruta entera es enorme, posiblemente la más grande del mundo, ya que puede medir hasta 90 cm de largo y 20 cm de ancho y puede llegar a pesar hasta 50 kilos. La yaca tiene una forma ovalada, corteza verde (amarilla si está madura) con pequeños picos (bastante más pequeños que los del durian aunque se parezcan). Su interior consta de bulbos comestibles cuya carne envuelve las semillas. En cada fruta podemos encontrar entre 60 y 500 bulbos comestibles.
El biólogo O.W. Barrett escribió en 1928: "sus frutos son tan grandes e interesantes, y los árboles resisten tan bien que es difícil explicar la falta general de conocimiento sobre ellos”. El árbol puede alcanzar los 20 metros de altura y llegar a producir hasta 250 frutos en su mejor momento. Casi podríamos decir que puede dar de comer a una aldea entera. Por ello hay numerosas organizaciones en la India que están haciendo lo imposible por extender su cultivo con el fin de luchar contra la hambruna.
Origen del jackfruit
La fruta nace de un árbol, una especie perteneciente a la familia de las moráceas. Se cree que es originaria de la India. Necesita un clima tropical para su cultivo, por ello es común verla en la India, Filipinas, Tailandia, Myanmar, Brasil, Sri Lanka, el sur de China, Malasia, Kenia, Uganda…
Los usos medicinales de la yaca son conocidos en la historia de China donde los extractos de la raíz se han utilizado tradicionalmente para tratar la fiebre, el asma y la diarrea. Sus semillas asadas se consideraban un alimento afrodisíaco.
El árbol milagro
Muchos se refieren al árbol del jackfruit como el árbol de la maravilla, ya que cada parte del mismo tiene su propio uso. Los frutos se consumen, las hojas alimentan al ganado, el tronco y las ramas son muy valiosos en la fabricación de productos de madera (de los más resistentes a hongos y termitas) y las raíces se utilizan como medicina. Gracias a él se han construido numerosos templos en Indonesia y sus raíces han dado origen a numerosas imágenes. Tras un complejo proceso, sus virutas producen un colorante amarillo inestimable para teñir seda y el algodón de los hábitos de monjes budistas.
No todo es de color de rosa, hay gente que dice que cuando la fruta está muy madura desprende un olor muy fuerte (como a cebolla podrida) pero nunca tanto como el del durian, es más aromático, no huele a sulfuro. Una vez abierto el fruto, los bulbos amarillos ovalados huelen más bien a piña y a plátano. Sus numerosas semillas son del tamaño de una castaña, cuyo sabor recuerda a la patata, se consumen hervidas y saladas. Es importante saber que nunca se deben de comer crudas, pueden resultar tóxicas.
Por otro lado, el fruto joven puede resultar bastante indigesto y astringente si no se cocina bien. Asimismo, si se ingiere el fruto maduro en exceso puede provocar un efecto laxante.
Propiedades y beneficios nutricionales del jackfruit
1. 100 g proporcionan 95 calorías con azúcares simples como la fructosa y la sacarosa que reponen energía y revitalizan el cuerpo instantáneamente.
2. Es rica en fibra dietética que ayuda a proteger la membrana mucosa del colon. Ayuda a tratar úlceras gástricas y trastornos digestivos.
3. La fruta fresca tiene cantidades pequeñas pero significativas de vitamina A, y flavonoides tales como caroteno-β, xantina, luteína y criptoxantina-β conocidos por su función antioxidante y su papel para mantener una buena visión.
4. Rico en vitamina C, proporciona el 23% de la cantidad diaria recomendada. Protege contra virus y bacterias.
5. Tiene un gran porcentaje del complejo B de vitaminas: vitamina B-6 (piridoxina), niacina, riboflavina y ácido fólico.
6. Es fuente de potasio, magnesio, manganeso y hierro.
7. No tiene grasas saturadas.
¿Cómo cortarlo?
Cortarlo es un poco complicado porque resulta muy pegajoso con el exceso de látex que impide que el cuchillo corte bien. Se recomienda empapar el cuchillo con aceite y si se emplean las manos hay que untarlas antes con aceite (el de coco es ideal). Los guantes no sirven de mucho, se pegarán al jackfruit y se rasgarán enseguida.
¿Cómo cocinarlo?
Cuando sus frutos no son maduros se cuecen hasta que se vuelvan tiernos y se sirven como un plato salado. En muchos países lo añaden al curry, lo fríen o lo comen como snack (al estilo de patatas fritas). En ocasiones utilizan las semillas para molerlas y hacer harina mezclada con trigo para elaborar repostería. Los bulbos dulces se consumen crudos, aderezados con coco o plátano, como helado, chutney o mermelada. Igualmente se elabora licor con ello.
En la cocina occidental muchos chefs están empezando a utilizarlo en tacos, pizzas, ensaladas, woks…
Lo fascinante de este fruto es que se cocina de manera diferente en diversas partes del mundo. Así que si vamos de viaje, puede que descubramos una manera nueva e inventiva de degustar jackfruit.
"La carne vegetal"
La textura del jackfruit joven (cuando todavía no ha desarrollado azúcares), una vez asado se asemeja a la carne de cerdo mechada o ternera desmenuzada. Por ello hay muchos vegetarianos y veganos que utilizan esta fruta como sustituta de la carne. Eso sí, no tiene tantas proteínas como la misma. Es ideal para dietas sin gluten o lácteos.
¿Dónde comprarlo?
En nuestro país se pueden comprar los bulbos en supermercados asiáticos especializados. Lo más sencillo es encontrarlos congelados o cortados y envasados en lata.
Almacenamiento
Una vez que la fruta alcanza la maduración, que es cuando se puede comer dulce, aguanta entre 3 y 6 semanas a 11/12°C de temperatura con una humedad relativa del 85%. Si se lavan los bulbos es mejor hacerlo inmediatamente antes de comer, de lo contrario estarán demasiado suaves y blandos. Los bulbos cortados pueden durar en la nevera entre 1 y 2 días.