Refrescante gazpacho de fresas dulces con un toque ácido

Refrescante gazpacho de fresas dulces con un toque ácido
Refrescante gazpacho de fresas dulces con un toque ácido
2 Septiembre, 2015
Marta Sanahuja

/ Ingredientes.

Nº de comensales

1

(para dos vasos de gazpacho dulce de fresas):

  • - 400 gr. de fresas
  • - 1 rebanada de pan de molde integral
  • - 1 c/s de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • - 1 c/s de vinagre arroz o similar
  • - 2 c/s de azúcar moreno o de caña
  • - 1 limón pequeño, su zumo
  • - 4 cubitos de hielo
  • - Hojas de menta, para decorar
Cuando hablamos de comidas veraniegas y refrescantes, a todos nos viene a la cabeza el tradicional gazpacho. Y como el verano todavía no ha terminado, ni queremos que se vaya el calor, hoy preparamos una receta muy sabrosa y sana, pero además, muy fresca y ligera: gazpacho de fresas.

Dándole una vuelta a la sopa de tomate que todos conocemos y que seguro que hemos tomado en más de una ocasión, hoy nos beberemos este Gazpacho de fresas. Una opción diferente y llamativa que hará de vuestra mesa una fiesta de color.

Aunque todos hayamos probado alguna vez esta sopa fría, muchos no sabemos su origen verdadero o cómo era el primer gazpacho de la historia. Según se cuenta, en un inicio se elaboraba a partir de migas de pan, aceite de oliva y vinagre y era la comida de la gente del campo. Aunque se haya dicho que su origen era canario, en la actualidad sus raíces se sitúan en el Mediterráneo, y sobre todo en Andalucía; aunque es un primer plato conocido a nivel mundial como básico dentro de la gastronomía española.

Hoy en día, las variaciones del mismo brebaje y las combinaciones de verduras y hortalizas son casi infinitas. Desde el más clásico gazpacho andaluz -con tomate, pepino, cebolla, pimiento, ajo y pan- hasta sus derivados como el ajoblanco o el salmorejo. Sin olvidarnos de otros como los de frutas: sandía, melón, cerezas o el gazpacho de fresas que veremos hoy.



El sabor, aunque lo llamemos gazpacho, no tiene nada que ver con el que nos viene a la cabeza. No sabe a tomate, ni a verdura. Es un zumo de fresa espeso con un punto ácido (por el limón y el vinagre) que puede servirse tanto de primer plato o entrante, así como tomarlo a media mañana o para la merienda.

Es un plato diferente, con un color llamativo y sobre todo refrescante. Punto a favor en los meses más calurosos del año y para preparar algo rápido que nos alimente y nos podamos ir volando a la playa.

¿Vamos a por la receta?

Preparación:

- Limpiar las fresas sin quitarles las hojas y secarlas bien con papel absorbente.

- Cortarlas por la mitad y ponerlas junto al azúcar, el aceite, el vinagre y el zumo de limón en el vaso de la batidora americana o la batidora de mano (Ver Notas). Triturar todo hasta convertirlo en puré y añadir el pan y el hielo. Triturar de nuevo y usar la opción "Smoothie" para que la mezcla quede bien integrada y emulsionada.

- Repartir en dos vasos, decorar con unas hojas de menta y servir.

Notas:

- Se puede hacer con la batidora de mano sin incorporar el hielo, porque sus cuchillas no tienen suficiente fuerza como para picarlo. En todo caso, se puede picar a parte dentro de una bolsa de plástico con la ayuda de un mortero y añadir al final, antes de servirlo.

- Si no se consume de inmediato, reservar refrigerado y, antes de servir, remover bien con una cuchara de palo.

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