
Receta de minestrone casera
Hablar de la minestrone es hablar del corazón de la cocina italiana tradicional. Esta sopa italiana casera es mucho más que un simple plato: es una celebración del producto fresco, que se adapta al ritmo de las estaciones y al ingenio de quien cocina. No hay una única forma de prepararlo, y ahí radica su magia. Cada región —incluso cada hogar— en Italia tiene su propia versión de la minestrone, que puede variar según lo que la huerta ofrezca: calabacines en verano, col rizada en invierno, guisantes en primavera.
Su origen campesino lo convierte en un plato accesible, económico y nutritivo. La minestrone tradicional no busca complicaciones: parte de un sofrito de cebolla, ajo y apio, al que se suman verduras diversas, legumbres como alubias y, a menudo, pasta o arroz. Así nace el querido minestrone con pasta, una de las más reconfortantes recetas con verduras del recetario mediterráneo.
Si bien la palabra “minestrone” viene de “minestrare”, que significa “servir”, este plato no se conforma con ser un simple entrante: es una comida completa, saciante y saludable. Su preparación es un acto de cuidado y respeto hacia los ingredientes de temporada, y una oportunidad para reunir a la familia alrededor de la mesa.
Como evidencian las variaciones latinoamericanas de la receta, la minestrone ha cruzado fronteras sin perder su esencia. Adaptable y sencilla, se mantiene fiel a su espíritu: ser una sopa que abraza, que nutre, que recuerda que la buena comida puede ser fácil y sublime a la vez. Hoy, te invitamos a preparar esta receta con el sabor de Italia, perfecta para cualquier estación del año y para todos los gustos.
Acompañamiento para la sopa minestrone
Un pan rústico o una focaccia: Ideal para mojar y aprovechar hasta la última cucharada de caldo.
Queso parmesano rallado: Espolvoreado por encima justo antes de servir añade un toque umami y salado irresistible.
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra: Para dar brillo y profundidad al final.
Un vaso de vino tinto joven: Para realzar los sabores del plato sin opacarlos.
Ingredientes para la sopa minestrone
Nº de comensales
42 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
2 ramas de apio
1 zanahoria grande
1 calabacín
1 tomate maduro grande o 200 g de tomate triturado
1 puñado de judías verdes
1 taza de alubias cocidas (pueden ser blancas o rojas)
100 g de pasta corta (tipo coditos, conchiglie o ditalini)
1 l de caldo de verduras
Sal y pimienta al gusto
Hojas de albahaca fresca (opcional)
Queso parmesano rallado (opcional)
- Dificultad: Fácil
- Tiempo total: 50 minutes
- Elaboración: 15 minutos
- Cocción: 35 minutos
Usar ingredientes de temporada: Esto no solo respeta la tradición del plato, sino que garantiza mejor sabor y textura.
No sobrecargar la sopa: Aunque es tentador añadir de todo, el equilibrio es clave. Selecciona unas 5-6 verduras como máximo.
Cocer la pasta aparte: Para evitar que se pase o absorba demasiado caldo, añade la pasta cocida al final.
Reposar antes de servir: Dejar reposar la minestrone unos minutos después de la cocción ayuda a integrar los sabores.
Conservar bien: La minestrone mejora al día siguiente. Guárdala en la nevera hasta 3 días o congélala por porciones.
Cómo preparar minestrone casera
Picar finamente la cebolla, el ajo, el apio y la zanahoria.
Sofreír estas verduras en una olla grande con el aceite de oliva a fuego medio durante 10 minutos.
Añadir el calabacín en cubos pequeños y las judías verdes troceadas. Cocinar 5 minutos más.
Incorporar el tomate (pelado y picado, o triturado) y cocinar hasta que se integre.
Verter el caldo caliente y llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocer a fuego lento durante 20 minutos.
Añadir las alubias cocidas y dejar que todo se caliente bien.
Cocer la pasta en una olla aparte según las instrucciones del paquete.
Escurrir la pasta y añadirla a la sopa justo antes de servir.
Salpimentar al gusto y servir caliente, con albahaca fresca y parmesano si se desea.