Caserío de las Monjas
Situado en plena Axarquía, en Vélez-Málaga, el Caserío de las Monjas es obra de Txema Alaiz y su mujer Mari, que han plasmado en su restaurante la pasión que ambos poseen por la tradición gastronómica, dando lugar a una sólida cocina con lo mejor del País Vasco y de la cocina popular malagueña. Como dice Txema, "si doblamos el mapa, Málaga y Vizcaya se dan un besito".
Txema, nacido en el País Vasco en un hogar en el que los fogones eran "algo más", aporta lo mejor de la cultura culinaria del Norte que aprendió desde pequeño en su familia, así como en Sociedades Gastronómicas. "Desde pequeño siempre estaba entre fogones echando una manilla, aprendiendo cómo se hacen los guisos típicos del Norte como el Marmitako, las carrilladas, legumbres o una buena salsa Vizcaína". Mientras que Mari, con el incuestionable apoyo de su madre, ofrece un contrapunto perfecto, haciendo una importante labor por mantener, e incluso recuperar, las recetas más tradicionales de la cocina malagueña, unos platos que tras caer en el olvido, son cada día más apreciados.
El Caserío de las Monjas posee una barra, con una acogedor patio anexo, repleta de apetecibles propuestas para el tapeo, la mayoría de corte clásico, y siempre hechas en casa, como la ensaladilla o los hojaldritos de pollo bacon y queso, aunque también hay un hueco para platos más imaginativos como la Delicia de las Monjas, rebautizada como Delicia de Cine, tras ganar con esta receta un concurso llamado 'Tapas de Cine', y elaborada con lomo de cerdo confitado a baja temperatura, queso de cabra de los montes de Málaga y confitura casera de pimiento de piquillo.
Si queremos una comida o cena más formal, las carnes ocupan un lugar principal, y el chuletón a la Parrilla, que se elabora como marcan los cánones, es el rey. Y, si bien cada persona tiene un punto perfecto para la carne, en el Caserío de las Monjas recomiendan sellarla a fuego vivo durante un breve espacio de tiempo, para que no pierda jugosidad.
Entre los entrantes no podemos olvidar los exquisitos pimientos de piquillo rellenos, unas sabrosas legumbres, setas, la gran variedad de verduras, siempre frescas y si es posible de Navarra, o los platos populares malagueños como el Gazpachuelo, una sopa elaborada con una base de mayonesa muy ligera, patata y pescado, o los Maimónes, una de sopa de ajo con pan, que a mas de uno le hace saltar unas lagrimitas de emoción al recordar la que hacía su abuela... Algo realmente impagable hoy en día.
Pero también los pescados son parte fundamental de la carta: bonito, bacalao, atún, rape a la marinera... o el sorprendente salmón al whisky, una receta que el que la prueba, repite. Los postres, siempre elaborados por ellos mismos, merecen que guardemos un hueco, y la milhojas es una gran opción.
La carta de vinos, por último, es corta pero más que correcta, y en ella podemos encontrar vinos interesantes, además de los favoritos del gran público. Amor por la gastronomía, un producto muy cuidado y escogido, trato familiar y una ordenada unión de cocina vasco andaluza, hacen del Caserío de las Monjas uno de los restaurantes más recomendables de la Axarquía, e ideal para un picoteo, pero también par comidas más formales. ¿Quieres saber más del Caserío de las Monjas? No te pierdas este vídeo.