La Floja

La Floja: una abacería moderna en Fuengirola para disfrutar el aperitivo con sabor y carácter
La Floja
14 Abril, 2025
GastronÓmico
La Floja es una abacería moderna en Fuengirola que reinventa el aperitivo con vinos, conservas y sabores únicos en un ambiente relajado, con producto de calidad y mucha personalidad.

En pleno corazón de Fuengirola ha abierto sus puertas La Floja, un concepto que rescata la esencia de las antiguas abacerías andaluzas para transformarla en una experiencia contemporánea. Este nuevo restaurante en Fuengirola ofrece mucho más que una carta bien pensada: propone una nueva forma de entender el aperitivo, el tapeo y el encuentro alrededor de productos de calidad, vinos por copas, vermuts seleccionados y conservas gourmet. 

Desde su apertura el pasado mes de febrero, La Floja ha logrado posicionarse como un lugar que invita a quedarse, a conversar, a brindar sin prisa y a saborea. Como apunta Florentino Morillo, uno de sus fundadores: “La Floja es un local gastronómicamente sencillo y eso es lo que lo hace diferente. Es un sitio de encuentro para pasar un rato chulo, sin pretensiones, desenfadado, pero con mucha clase”. 

Junto a él, Javier Bautista destaca el alma del proyecto: “Nos gustaba mucho el concepto de abacería y queríamos reinterpretarlo desde un enfoque actual, donde el producto fuese el protagonista absoluto”. Y esa visión se nota desde el primer vistazo al local, al primer bocado. 

laflojavinosylatas@gmail.com

Calle Larga, 18
29640 Fuengirola Málaga
España

+34 952 314 763

Un equipo joven con las ideas claras 

El alma de La Floja la componen cuatro nombres que han sabido combinar visión, formación y ganas: Florentino Morillo y Javi Bautista, al frente de la propiedad y la idea original; Fermín Carrasco, encargado de la gestión del restaurante; y Carmen Morillo, la joven cocinera que lidera la propuesta gastronómica con técnica y sensibilidad. 

Carmen se formó en la Escuela de Hostelería de Benahavís y aporta una mirada muy consciente a la cocina: apuesta por el respeto absoluto al producto y una elaboración limpia, sencilla y sin adornos. “Aquí se puede tomar un buen vino, una tosta de atún con mayonesa trufada, un queso excelente o terminar con un postre delicioso. Todo es producto muy bueno”, subraya Floren. 

La cocina de La Floja no pretende impresionar con técnicas complejas, sino con el equilibrio justo entre lo artesanal y lo contemporáneo. Por su parte, el equipo de sala y barra se encarga de que la experiencia sea cercana, relajada y atenta. No hay rigidez, pero sí mucha profesionalidad. Cada gesto está medido sin que se note y eso es parte de la experiencia. 

La Floja

Carta con carácter: producto, sabor y el aperitivo como forma de vida 

La carta de La Floja gira en torno a una idea que muchos comparten, pero no todos se atreven a ejecutar: disfrutar comiendo cosas sencillas, hechas con cariño, que saben a lo que son.  

Aquí el aperitivo se convierte en un ritual. Uno puede empezar con unas aceitunas aliñadas o una gilda reinterpretada: la Gilda La Floja, con piparra, anchoa del Cantábrico 00 y queso de cabra canario curado con gofio, es una explosión de sabor. Siguen platos como las ostras —la francesa Girardau y la gallega plana Daporta—, el caviar iraní acompañado de pan brioche y mantequilla francesa y el caviar ecológico de Ríofrío. 

Las tablas de quesos son otra de sus grandes apuestas. Se pueden pedir raciones individuales o combinaciones de 3, 5 y hasta 8 variedades, que incluyen joyas francesas, italianas, noruegas y por supuesto españolas. Cada queso va acompañado de su correspondiente guarnición —frutos secos, compotas, panes especiales— para que la experiencia sea redonda. 

La Floja

Entre las tostas, la de descargamento de atún con mayonesa trufada es una de las favoritas del público, junto con la de sobrasada mallorquina con miel de trufa y la de lomo de orza. El atún de Barbate en manteca es otro de los ‘fijos’, mientras que los mejillones gallegos en escabeche y la cecina de Waygu con almendras fritas completan una carta pensada para compartir, repetir y disfrutar sin prisas. 

Como postres, dos clásicos reinventados con buen gusto: una tarta tatín con helado de vainilla y canela, y una tarta de queso cremosa con mermelada de frutos rojos. “Nos gusta que la gente termine con algo dulce, pero sencillo. Algo que te deje buen sabor de boca y ganas de volver”, dice Javier. Y lo logran. 

La propuesta de cocina creativa en La Floja no se basa en técnica, sino en concepto. Cada plato habla de origen con un lenguaje actual que ha reinventado el concepto de abacería. 

La Floja

Un lugar donde puedes detener el tiempo 

En La Floja, cada visita es una pausa en medio del ritmo cotidiano. Desde que entras, el ambiente te invita a bajar revoluciones: la iluminación suave, el mobiliario cálido, la música que acompaña sin imponerse… Todo está diseñado para que disfrutes del aperitivo como el centro de una grata experiencia. Platos servidos con mimo, una conserva gourmet, una tosta bien hecha y el placer de compartirla. En un mundo que va cada vez más deprisa, La Floja invita a recuperar el ritmo del encuentro. 

“Es un concepto de tapería de buenas latas y una buena selección de vinos y champanes por copas. Es muy novedoso en Fuengirola y en Málaga, y seguiremos en esta línea porque es algo en lo que creemos de verdad”, afirma Floren. 

La Floja no pretende ser el restaurante de moda. Su ambición es más sutil: convertirse en ese sitio al que siempre quieres volver. Ese rincón donde todo está en equilibrio, donde te sientes cómodo desde el primer minuto, donde sabes que lo que te vas a llevar es más que un almuerzo o una cena, porque va acompañado de un buen rato. 

Su reinterpretación de la gastronomía mediterránea parte de la raíz —la abacería de toda la vida— y la eleva con elegancia. Con ingredientes de alta gama, un equipo joven que cree en lo que hace y una visión muy clara, La Floja ha llegado para quedarse. Y para demostrar que el auténtico lujo está en la sencillez bien hecha. 

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