Cómo deshacerse de los excesos navideños con una dieta saludable
Está claro que no existen los milagros en el mundo de la nutrición y solo adelgaza el que combina comer bien con un poco de ejercicio. Es decir, aléjate de las dietas mágicas y de los productos milagro que prometen perder peso tumbado en el sofá y ¡muévete!
Todos –estoy segura que todos– en estas fiestas de gran sobremesa nos hemos excedido y no hemos podido evitar las tentaciones: ¡estaban en todas partes! Aquellos grandes placeres gastronómicos que nos brinda la Navidad... Y ahora, hemos ganado unos kilos de más.
Pues si te apetece sigue mis consejos para conseguir estar un poco más a gusto y más guap@ de una forma divertida, fácil y cómoda. Solo se trata de querer y un poquito de fuerza de voluntad sin agobiarnos demasiado.
Voy a hablar de cómo desintoxicar nuestro organismo, limpiar y ordenar nuestro aparato digestivo para sentirnos mucho mejor, mucho más equilibrados y sin pasar hambre.
- Ante todo, hidratarnos: Beber mucha agua durante el día. Infusiones, zumo de limón, de naranja… Y sobre todo evitar las bebidas azucaradas.
- Descansar las horas adecuadas, super importante para nuestro organismo y mejora rendimiento durante el día.
- Practicar algo de ejercicio: Gim, bici, andar, correr, los que más os guste y os apetezca. Aunque a veces no nos gusta nada como a mí, nos levantamos más temprano y substituimos el ascensor por las escaleras o el transporte público en vez del coche. ¡Y vamos andando a todas partes!
- En principio, la forma de preparar los alimentos puede ser diversa, siempre que tengamos cuidado con la cantidad de aceites, salsas… Si somos imaginativos a la hora de utilizar las materias primas que describimos, ampliaremos la gama de sabores. Hay quien piensa que por comer en grandes cantidades alimentos bajos en calorías ya es suficiente y que por quitarle la piel al pollo nos podemos comer un pollo entero y esto es el gran error que comete mucha gente. Comer de (casi) todo, sí, pero en pequeñas cantidades.
- Es interesante hacer de vez en cuando, por ejemplo, una vez por semana, una cena a base de frutas variadas: fresas, mango, piña, melón, mandarina… Y aún más si nos hemos pasado con la comida.
- Vigilar con el pan, del que solemos abusar bastante; no excederse en el consumo de las bebidas alcohólicas –sobre todo las de alta graduación–; evitar las bebidas ricas en azúcar; suprimir las patatas fritas del aperitivo (mejor sustituirlas por unos berberechos); no abusar tampoco de los quesos azules, la pastelería…
Ensaladas equilibradas que suelo hacer en casa y a las que no les falta un segundo plato. Tomad nota:
- Lechuga, lentejas, ventresca de atún, cebolla, ajo y tomate.
- Aguacate, pavo, zanahoria, lechuga romana, y maíz.
- Escarola, salmón ahumado, papaya, pepino y mango.
- Lechuga, fresas, champiñones laminados crudos, tomate rosa, jamón y pistachos.
Verduras: Espárragos trigueros envueltos con jamón (con poca grasa), setas y verduras salteadas al wok con tropezones de pollo y sésamo. Mi crema preferida: calabaza, puerro, cebolla y ajos tiernos.
Si os apetece pasta o legumbres os recomiendo comer garbanzos en frío, simplemente con un poco de pimiento, cebolla, maíz, queso bajo en grasa y una vinagreta de miel para alegrarnos un poco más el día.
La pasta mejor sin salsas pesadas, que es la culpable de nuestros quilos de más. A veces me preparo unos espaguetis con un chorrito de aceite, sal, pimienta y parmesano rallado. También unos raviolis con un poco de aceite de guindilla que preparo en casa, unos macarrones con trocitos de salmón ahumado y cebolla sofrita con poco aceite, o unos totiglionis con albahaca y unos tomatitos cherri salteados.
Mis postres preferidos y bajos en grasas: Yogurt desnatado con trocitos de piña o manzana, queso fresco con cuatro nueces (buenas para el colesterol) y un poquito de miel, una porción muy pequeña de chocolate negro con dos galletas integrales, zumo de naranja, frambuesas y moras con un chorrito de limón.
Desayunos: Zumos divertidos y sanos que suelo acompañar con un mini bocadillo de queso bajo en grasa o jamón. Un desayuno sano y completo. La preparación de los zumos es super fácil y muy rápida. Simplemente necesitarás una licuadora, un cuchillo bien afilado y una tabla de cortar. No olvidar nunca pelar los cítricos si vuestro aparato no está equipado con un exprimidor.
- Smoothie Purificador: apio, perejil, col, brócoli, melón y kiwi. Un zumo rico en potasio y el calcio, beneficioso para la piel, favorecedor de la digestión y estimulador.
- Smoothie con Grosellas negras: grosellas, mango, lechuga y naranja. Un zumo repleto de vitaminas A y B6 y de potasio, contribuye también a combatir las infecciones urinarias.
- Smoothie de manzana y jengibre: lima, manzana, jengibre. El jengibre fortalece el sistema inmunitario, es antiinflamatorio, tiene un efecto positivo en casos de reumatismo articular, refuerza en corazón, estimula la respiración y mejora la circulación. Es eficaz contra las náuseas y el mareo causado por ir en coche.
- Smoothie de frutos rojos: fresas, frambuesas, arándanos y yogurt o leche de coco. Este lo suelo preparar muchas mañanas, lo podréis ver en mi página de Instagram, mi preferido. Es super sabroso y antioxidante. El arándano es bueno para la piel, la vista y la visión nocturna. Favorece la circulación de las piernas y combate las varices y las inflamaciones.
Las carnes y pescados siempre a la plancha, con unas verduritas salteadas o unas patatas hervidas y siempre las suelo acompañar con un poquito de salsa de soja.
¿Empezamos? Venga que ya queda menos para el verano… ¡Que aproveche!