Dietas a medida: Cómo la nutrición personalizada ayuda a mejorar tu salud
Las dietas a medida son cada vez más precisas. Con los avances en nutrición individual y tecnología, se tienen en cuenta más factores que ayudan a personalizar los planes alimentarios para adaptarlos al estilo de vida y necesidades de cada uno.
Nutrición personalizada en 2025
La nutrición personalizada trata de elaborar dietas acordes a las necesidades individuales, teniendo en cuenta factores como el ADN (las codificaciones genéticas), el metabolismo y el estilo de vida de cada persona. De esta manera, es posible ofrecer recomendaciones nutricionales específicas orientadas a la prevención y tratamiento de enfermedades a las cuales se está más predispuesto a sufrir.
Sabemos que cuanto más personalizadas son las intervenciones dietéticas, mayor adherencia hay a la dieta y, por lo tanto, más eficaces resultan.

Tecnología en dietas
Actualmente, gracias a la tecnología disponible existen diferentes herramientas que nos permiten obtener información valiosa a la hora de personalizar dietas. Es el caso de los wearables como los dispositivos que monitorean la actividad física, la mayoría de ellos son relojes o pulseras inteligentes que indican la frecuencia cardíaca, contador de pasos, distancia recorrida, desgaste calórico, etc.
Otro ejemplo es el de los medidores continuos de glucosa en sangre, especialmente útiles para personas con diabetes o atletas. Son una herramienta clave para conocer en tiempo real los niveles de glucosa en sangre, así como su tendencia. Esta información permite adaptar la dieta y/o el uso de insulina con tal de evitar situaciones de hipo- o hiperglucemias.
IA y alimentación personalizada
A todo esto hay que sumarle el auge de la inteligencia artificial (IA) que, como en muchos otros campos, ha permitido desarrollar soluciones que contribuyen a crear dietas a medida, así como planes de alimentación personalizada. Con la capacidad de recopilar diferentes datos, analizarlos e identificar patrones, la IA puede hacer recomendaciones sobre los requerimientos energéticos y de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), elaborar menús y recetas con alimentos saludables, etc. En 2025 ya existen tanto aplicaciones como distintos softwares de nutrición basados en IA que proporcionan recomendaciones dietéticas y planes nutricionales a sus usuarios.

Beneficios de las dietas a medida
Cuando hablamos de dietas a medida, nos referimos a aquellas que han sido elaboradas para un individuo de forma personalizada. Dicho de otro modo, que se ha tenido en consideración las necesidades y circunstancias de la persona. En contraposición a las dietas genéricas, que se plantean como un ejemplo que puede ser válido para un colectivo en concreto o para población adulta sana.
Las dietas a medida permiten:
- Adaptar los horarios de ingesta
- Excluir ciertos alimentos o grupos de alimentos de la dieta teniendo en consideración las posibles alergias e intolerancias alimentarias
- Adaptar la dieta a los gustos y preferencias individuales
- Prevenir enfermedades que han sido detectadas por predisposición genética y/o por antecedentes familiares. Es el caso de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión o la obesidad.
- Mayor eficacia en los objetivos personales de cambios en la composición corporal. Por ejemplo, bajar peso o aumentar la masa muscular.
Por todo ello, las dietas a medida tienen una mejor aceptación por parte del individuo y, en consecuencia, dan mejores resultados. En la mayoría de los casos, el asesoramiento nutricional va orientado a la elaboración de dietas personalizadas.

¿En qué se basan las dietas adaptadas al ADN?
Los avances tecnológicos en nutrición y genética han originado la nutrición molecular, la ciencia que abarca conceptos como la nutrigenómica y la nutrigenética.
La nutrigenómica es la ciencia que estudia la forma en la que la dieta influye en la respuesta de los genes. Por otra parte, la nutrigenética es la ciencia que estudia las diferentes maneras de los individuos a responder frente a un alimento de acuerdo con su genotipo.
Todo ello permite la elaboración de un plan nutricional a medida por parte de un profesional en la materia. Esto comporta adaptar la dieta de cada uno a sus genes. Pongamos el caso del café, ya que no todo el mundo lo tolera igual. Hay quienes metabolizan la cafeína más rápidamente que otros y esto depende de un gen, el CYP1A2. Para los que metabolizan el café más lentamente, las recomendaciones deberían ir orientadas a evitar un consumo elevado de cafeína, pues se relaciona con un mayor riesgo de hipertensión, entre otros problemas.

La digestibilidad de la lactosa es otro ejemplo que depende de los polimorfismos asociados a un gen concreto. La lactasa es la enzima que permite hidrolizar la lactosa (separándola en glucosa y galactosa) de manera que pueda ser correctamente digerida. En los seres humanos, la actividad de la lactasa es máxima en el nacimiento. Sin embargo, la mayoría de la población experimenta un descenso de la producción de esta enzima durante la maduración. Debido al descenso del nivel de lactasa, la lactosa presente en los productos lácteos no puede ser digerida en el intestino delgado y en su lugar se fermenta por las bacterias en el íleon distal y el colon. Los productos fermentativos dan lugar a síntomas de diarrea, hinchazón, flatulencia y dolor abdominal. Sin embargo, en una minoría de los adultos, los altos niveles de actividad de la lactasa persisten en la edad adulta. La persistencia de la lactasa (LP) es una condición autosómica hereditaria dominante que proporciona capacidad para digerir la lactosa en la edad adulta.
Hoy en día ya existen laboratorios que, con una muestra biológica, extraen el ADN y hacen un estudio para analizar el perfil genético. Según los resultados, se pueden hacer recomendaciones acerca del tipo de alimentación o combinación de alimentos que es más favorable. No obstante, a este procedimiento aún le falta un amplio recorrido para lograr resultados más rápidos y fiables.
En definitiva, una misma dieta no produce los mismos efectos en todas las personas. La respuesta a los patrones alimentarios e incluso a alimentos concretos varía en función de nuestro genoma. Por ello, las dietas a medida que tienen en cuenta todos estos matices ofrecen resultados más prometedores. Aun así, siguen siendo necesarias investigaciones adicionales para que la genómica nutricional tenga un papel más relevante en la nutrición personalizada y las recomendaciones dietéticas que se ofrecen de forma individual.
