Cómo hacer pizzas vegetales en casa
Lejos de ser exclusivamente una opción de alimentación dietética y por ello menos apetitosa, las pizzas vegetales pueden elevarse al nivel de manjar y resultar explosiones de sabor cuando se preparan adecuadamente y con ingredientes gourmet. Dos pasos esenciales para garantizar un resultado exitoso son, por un lado, precalentar el horno al máximo, ya que un golpe de calor repentino que cocine la pizza rápidamente permitirá conseguir una textura crujiente en la masa y jugosidad en los toppings; por otro lado, una base de calidad es imperativa para que nuestra pizza triunfe, por eso te descubrimos las claves para prepararla.
Cómo hacer base de pizza: receta para la base de pizza
Ingredientes:
- 450 g de harina
- Levadura de panadería (un sobre)
- Aceite de oliva virgen extra
- 250 ml de agua
- 2 cucharaditas de sal
Elaboración:
Mezcla la harina con la levadura, la sal y un chorro de agua. Incorpora el resto del agua y mezcla con una espátula hasta que se empiece a formar una masa.
Cubre la encimera con un poco de aceite o harina y coloca la masa. Amasa durante unos minutos, haz una bola y pásala a un bol tapado, que deberás mantener en un entorno cálido durante un par de horas hasta que doble su volumen.
Divide la masa en las porciones necesarias y deja que repose de nuevo de 15 a 20 minutos. Estira cada una de las porciones sobre papel de horno hasta conseguir el grosor que desees.
Ideas de pizzas vegetales para hacer en casa
De escalivada y queso de cabra
Prepara la escalivada con 1 pimiento rojo grande, 1 berenjena mediana, 2 tomates maduros y 1 cabeza de ajos, horneándolo todo durante 25 minutos y aliñando con aceite, sal y pimienta, Extiéndelo todo sobre tus bases de pizza caseras, coloca trozos de queso de cabra y vuelve a hornear hasta que la masa quede crujiente. ¡Las anchoas, por supuesto, son opcionales!
De calabaza y cebolla caramelizada
Asa 200 g de calabaza al horno. Pela y corta dos cebollas grandes, y pásalas por una sartén a fuego medio con aceite, sal y pimienta durante 20 minutos, hasta que caramelicen. Cubre la base de tu pizza con pasta de tomate deshidratado y coloca la calabaza asada y la cebolla caramelizada. Termina con 150 g de queso gouda rallado y hornea a fuego fuerte, hasta que la base se haga y el queso se derrita.
De espinacas con queso azul
Cuece y escurre 200 g de espinacas, saltéalas en una sartén y salpimiéntalas al gusto. Cubre la base de tu pizza con tomate frito y colócalas encima, junto a trozos de queso azul desmenuzado. Riega con un chorro de aceite de oliva y hornea hasta que la masa quede crujiente.