Higo chumbo: cómo limpiarlo sin pincharse e ideas para cocinarlo
A Europa llegó en el siglo XVI y se extendió por todo el Mediterráneo y Oriente Próximo rápidamente. Los europeos nos hemos centrado en comernos el fruto, pero en los países americanos es habitual consumir también el tallo e, incluso, la flores.
La chumbera apenas necesita cuidados, además, se adaptada fácilmente a zonas áridas o semiáridas y a las condiciones de la sequía. En España ocupa unas 6.000 hectáreas de cultivo, principalmente en las zonas de Andalucía, Extremadura, el sudeste peninsular, Baleares y Canarias.
La recolección del fruto, el higo chumbo, se lleva a cabo sobre el mes de agosto, es una fruta de verano. Su pulpa es dulce, gelatinosa, de aroma suave, contiene numerosas semillas y es de color verduzco o rojizo, dependiendo de lo madura que esté, al igual que la piel exterior, que es gruesa y su tonalidad puede ir de verde a morado, dependiendo del grado de maduración en el que se encuentre el fruto.
Como dato interesante, te gustará saber que en las palas de la chumbera (así se llaman las grandes hojas que tiene) se encuentra la cochinilla de la que se extraía el rojo natural 4, nocheztil o E120, empleado para los yogures y polos de fresa, las barras de labios los embutidos, las golosinas y algunos medicamentos antes de que existieran los sintéticos.
Esta cochinilla, que también se usa para el control biológico de la chumbera, está dando más de un problema a los agricultores, ya que se ha vuelto invasiva hasta el punto de deteriorar el cactus completamente donde no se ha mantenido controlada. Las que están afectadas, aparecen cubiertas por una masa blanca que al apretarse desprende un líquido rojo procedente de las cochinillas hembra.
Cómo limpiarlos
Si hay algo que caracterice al higo chumbo son las espinas. Toda la corteza exterior está recubierta por unas finísimas espinas de entre dos y tres milímetros que se clavan fácilmente y que, a veces, son difíciles de quitar. Lo bueno es que en los mercados solemos encontrarlos con las espinas y la piel quitadas listos para el consumo, pero si eres intrépido y te gusta probar, te recomendamos que los recolectes mejor por la mañana, con unas pinzas y, sobre todo, que lo hagas en el sentido contrario al viento teniendo a mano un poquito de aceite de oliva en caso de que te clavaras alguna espina para frotar la piel con él y que salga más fácilmente.
Si también te atreves a limpiarlos, lo primero que debes hacer es meter el higo chumbo en agua para sacarle el mayor número de espinas posible. Después, coloca el chumbo en un plato (recuerda, con unas pinzas), pínchalo con un tenedor, corta los extremos y haz un corte a lo largo del fruto para, a continuación, ir desprendiendo la piel con la ayuda del cuchillo. Ya está listo para comer… ¡O cocinar!
Propiedades y consumo
Entre las numerosas propiedades del chumbo, destacan su gran riqueza en fibras de tipo soluble, muy beneficiosas para combatir la diabetes y el colesterol. Las flores de la planta contienen flavonoides, las cuales son muy beneficiosas para el hígado y para la tos, de ahí que en algunos países sea costumbre tomarla seca en infusión. Está recomendado para deportistas por su alto contenido proteico, además, tiene propiedades que protegen la mucosa gástrica y tanto la fruta como las flores tienen un efecto astringente.
Asimismo, también es usado en cosmética. Con las semillas se elabora un aceite que se usa para la piel por su alto poder de hidratación. La planta de la que procede el chumbo es capaz de captar el agua del ambiente y de retenerla durante años, así que imagina lo que puede hacer por la piel para mantenerla más joven.
Sin embargo, a pesar de todas sus propiedades, los higos chumbos no son una fruta de consumo masivo, pues aunque los encontremos pelados, es fácil que les quede alguna espinita que se clava en los dedos. Sin embargo, hay quienes admirados por las propiedades que tiene se han lanzado a su transformación y le han dado un valor comercial para fomentar su cultivo y consumo.
Con este afán, a finales de 2015, Málaga, y más concretamente la comarca de la Axarquía, fue la cuna donde se produjo el primer zumo de higo chumbo que se comercializa en el mercado español a base de fruta cultivada también en España.
¿Y cómo podemos cocinar esta fruta tan veraniega y al mismo tiempo tan poco conocida culinariamente? Para que vayas ideando de cara a los próximos meses, tienes que saber que el zumo de higo chumbo es ideal para combinar con una macedonia de frutas, un postre sano y rico que él mismo va a introducir entre sus platos este verano.
Si prefieres algo más fresquito, puedes sustituir el zumo por sorbete de chumbo. Es bien sencillo, solo hay que echar al vaso de la batidora unos higos chumbos y batirlos hasta hacerlos un puré que después pasaremos por un colador chino para quitarle las semillas. A ese caldo colado, le añadiremos azúcar al gusto, un chorrito de zumo de limón y agua muy fría o hielo picado. Volvemos a batirlo todo y metemos la mezcla resultante en el congelador durante dos horas para sacarla cada media hora y volver a batirla hasta que nos quede la consistencia de un sorbete.
Si lo que prefieres es un bocado salado, te recomiendo que lo pruebes en ensalada. Una combinación de filetes de lechuga, canónigos, pollo a la plancha o empanado, frutos secos, pasas, picatostes, queso, huevo duro e higo chumbo te resultará deliciosa para disfrutar en la playa este verano. Las combinaciones para ensalada son tantas como puedas imaginar. Ya solo te queda probarlas. Buen provecho.