Temporada de higos: cómo aprovecharla
La temporada de higos y brevas despide el verano y da la bienvenida al otoño. Los higos, que se recogen entre agosto y septiembre, son idóneos para tomar solos o incorporar a recetas como ensaladas, tartas y mermeladas.
Esta apreciada fruta, de exterior verde pálido o negro, pulpa blanquecina o rosa y diminutas semillas interiores, despierta una curiosidad que se despeja con el primer mordisco: de sabor dulce y jugoso y pertenecientes a la familia de las moráceas, los higos ya eran un alimento básico en la dieta de los atletas griegos. Junto con Turquía, Egipto y Grecia, España es uno de los principales países productores de esta especie mediterránea.
Aunque existen entre 700 y 800 tipos de higueras en todo el mundo, sólo unas 300 se cultivan para consumo humano, siendo la Napolitana Negra, la Burjasot y la Moscatel las más populares en nuestro país.
En cuanto a su consumo, cuando salen los higos pueden tomarse frescos o secos. Para raciones de igual peso, los valores nutritivos se multiplican por la pérdida de agua, que pasa del 80% en los frescos al 30% o menos en los secos. Por ejemplo, los higos frescos contienen 35 mg/100 g de calcio y, los higos secos, 162 mg.
Cuándo se recogen los higos: temporada de higos en España
Conocidas las peculiaridades de estos frutos, es hora de saber cuándo es la época de higos. La recogida tiene lugar entre agosto y septiembre, cuando salen los higos. Sin embargo, aquellos que no han madurado para entonces permanecen en la higuera y se convierten en brevas, que se recolectan en junio del año siguiente.
Por tanto, entre higos y brevas hay entre 8 y 10 meses de diferencia. De ahí el refrán "de higos a brevas", que se suele utilizar para decir que algo ocurre cada bastante tiempo.
Aunque ambas frutas proceden de la higuera (árbol Ficus carica), hay diferencias entre el color, el sabor y el tamaño. Las brevas son de color morado oscuro, tirando a negro, y más grandes que los higos, que son verdes y más dulces.
En cuanto a la piel, la del higo es más gruesa y aromática que la de la breva. También hay que destacar que no todas las higueras tienen doble cosecha, la temporada de higos y la de brevas, siendo estas últimas más excepcionales que las primeras.
Propiedades de los higos
Tanto higos como brevas están compuestos, en su mayoría, por agua, y son frutas energéticas y ricas en hidratos de carbono y fibra, lo que les confiere múltiples propiedades. Destacamos estas cuatro:
Energéticos. Los deportistas y las personas que llevan una vida muy activa encontrarán en los higos una gran fuente de energía, por su contenido en azúcares. Por ello, también conviene tomarlos con moderación.
Buenos para el corazón. Los higos son una fuente de potasio, que contribuye a que el ritmo cardíaco se mantenga constante. También son ricos en fibra que, además de saciante, ayuda a controlar el nivel de glucosa y colesterol en sangre.
Fortalecen el sistema óseo. Aunque sorprenda, los higos contienen más calcio que la leche o un yogur, siendo muy beneficiosos en la protección del sistema óseo y en la prevención de la osteoporosis.
Cuidan la piel. El fruto de la higuera contiene una sustancia vegetal muy utilizada en el tratamiento de afecciones cutáneas, como la psoriasis.
Mermelada de higos
Versátiles y muy aclamados, los higos pueden ser el ingrediente principal en ensaladas, salsas, acompañamientos y postres. La mermelada de higos es una de las recetas más populares y comunes con el fruto de la higuera. Es muy sencilla de elaborar y se puede emplear en multitud de platos, por lo que es una manera fantástica de aprovechar la temporada de higos.
Ingredientes:
- 10 higos
- 2 limones
- Azúcar moreno
Elaboración:
Limpiamos con cuidado los higos, les quitamos el rabito y los cortamos en cuartos. Los ponemos en una olla grande y añadimos el zumo de dos limones y azúcar moreno.
Mezclamos todo y lo ponemos a calentar a fuego medio-alto. Cuando empiece a hervir, bajamos a fuego lento y cocinamos media hora.
Vamos removiendo para ir rompiendo los trozos de higo más grandes. Una vez listo, vertemos la mermelada en tarros herméticos de cristal y dejamos enfriar bocabajo varias horas.