La reina del verano es la ensalada... ¡y sus variantes!
Es verano, vamos a preparar ensaladas. Toca comer tomates con aceite virgen sabroso y cuatro olivas de Aragón. También con queso feta u otro de nuestro gusto, y orégano o albahaca de hoja gorda, o un poco de tomillo acabado de recoger... y un punto de pimienta negra molida. Pongamos pepino. Cortemos cebolla larga; si es dulce, dejémosla en remojo un rato con agua fría. Aliñémosla con vinagre, aceite, sal y arbequinas; saboreémosla. Hagamos dados con pan, pongámoslos en un plato con un poco de aceite, calentémoslos un momento en el microondas para hacer picatostes, pero que no se nos quemen. Pongamos un huevo a hervir o también en el micro (sólo si sabemos hacerlo) hasta que la clara esté cocida. Hagamos una salsa con este huevo, limón, aceite, alguna anchoa y un poco de ajo para aliñar hojas muy crujientes de lechuga. Acabemos esta ensalda César con los picatostes y rebanadas finas de queso. Chafemos con un tenedor la pulpa de un aguacate, pongamos cebolla tierna trinchada, tomate, pimiento verde o jalapeños, cilantro o perejil, y aliñémoslo con zumo de limón, sal y quizás un poco de aceite. Podemos mojar el guacamole con totopos o con bastones de zanahoria, pepino, hojas de lechuga... Con los palillos de verduras también va bien un yogur cremoso aliñado con aceite, pimienta, menta picada y un punto de sal. Recordemos que el salmorejo puede funcionar como un excelente aliño y que el gazpacho es –al fin y al cabo– una ensalada para beber.