Olvídate de todo lo que has oído... Y dí sí al consumo de pan blanco
Y es que, tradicionalmente situado en la base de la pirámide alimentaria junto a los cereales, la pasta y el arroz, el pan blanco sigue siendo la variedad más consumida en occidente. Son muchos los beneficios que aporta su ingesta a nuestra salud y de ello os vamos a hablar con la ayuda del reconocido panadero valenciano Jesús Machi.
Y es que, de un tiempo a esta parte, la ingesta del pan blanco está en tela de juicio aconsejándose, en muchas ocasiones, que sea sustituido por pan integral. En este sentido, Machi es muy tajante y es que para él la clave está en el proceso al que haya sido sometido el cereal. Éste es, sin lugar a dudas, decisivo en el resultado final y por ende en el impacto que su consumo tenga en nuestro organismo. Para él un pan mal fermentado no es bueno, da igual que sea blanco o integral.
A nivel nutricional, y a pesar de que este tipo de pan está elaborado a partir de harinas de trigo refinadas que no incluyen el salvado, el pan blanco no deja de ser una importante fuente de nutrientes, tal y como ha señalado en más de una ocasión la Fundación Española de Nutrición. Se trata de un alimento bajo en grasas aunque sí con un gran aporte de hidratos de carbono. Por eso, lejos de engordar, es fuente de energía diaria. De hecho, un consumo responsable, y siempre adaptado a nuestro gasto energético, puede incluso ayudarnos a reducir peso al generarnos un importante efecto de saciedad.
Pero éstos no son los únicos beneficios del pan blanco siempre que, tal y como remarca Machi, esté bien fermentado:
-Sirve para cuidar nuestra salud cardiovascular ya que no contiene colesterol.
-Previene enfermedades como la anemia debido a su alto contenido en hierro.
-En contraposición al pan integral, es una importante fuente de calcio ya que su composición no tiene fitatos que inhiben su absorción.
-Posee infinidad de nutrientes como potasio, yodo, zinc, vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina C, vitamina D o fósforo, entre otros.
-Es más bajo en azúcares.
De hecho, su valor nutricional por cada 100 gramos es el siguiente: 277 kcal, 7,8 gr de proteínas, 1 gr de grasas, 58 gr de hidratos de carbono, 2,2 gr de fibra, 26 mg de magnesio, 540 mg de sodio, 100 mg de potasio, 91 mg de fósforo y 1,7 mg de hierro. Pero, además, al pasar estos granos de trigo por un proceso de refinamiento más exhaustivo que el del pan integral, es un alimento mucho más sabroso y con una textura infinitamente más agradable al paladar.
En cualquier caso, siempre se aconseja que el pan se elabore de manera artesanal y con masa madre ya que ésta mejora la digestión, está libre de gluten, contiene muchas vitaminas y minerales y se conserva de manera natural. Todo esto también mejora la textura y sabor del pan y, como no, su calidad.
Así que, con toda esta información, ya no debes sentirte culpable si el blanco es tu pan favorito porque, los que consumen a diario este tipo de pan, también se cuidan. Ah, y para ponerte las cosas más fáciles si eres de los que les gusta cocinar, te dejamos con una receta de pan blanco de Jesús Machi. Toma nota y manos a la obra.
Ingredientes:
- 1 kg de harina
- 650 gr de agua
- 18 gr de sal
- 1 gr de levadura
Elaboración:
-Amasar todos los ingredientes conjuntamente.
-Meterlo en un bol y tapar la masa resultante.
-Dejar reposar un mínimo de 4 horas, o hasta el día siguiente, en nevera.
-Formar la masa.
-Volver a dejar reposar en nevera unas 4 horas o también hasta el día siguiente.
-Calentar el horno a la máxima temperatura posible.
-Rociar con agua, con la ayuda de un pulverizador, la parte de arriba de la masa.
-Meter el pan al horno y bajar la temperatura de éste a 220 grados.
-Cocer durante 35- 40 minutos.