Propiedades y beneficios de diferentes tipos de ensaladas
Todavía siguen vigentes algunos de los archiconocidos propósitos de año nuevo. Entre ellos uno muy común, el de cuidar nuestra salud y adelgazar. Para lograrlo, en el terreno de la alimentación, contamos con un poderoso aliado que nos ayuda a hacerlo de manera gradual y responsable: el consumo de ensaladas.
Y es que hoy por hoy los beneficios de los también llamados ‘alimentos verdes’ son indiscutibles para nutricionistas y consultores macrobióticos. Así que ya sabes, estás ante el plato perfecto para establecer las bases de una dieta sana: pocas calorías, dosis adecuada de fibra, buena hidratación, muchas proteínas y mil posibilidades en su preparación.
Pero, como no todas estas hortalizas son iguales ni se reducen a la lechuga, te invitamos a través de estas líneas a descubrir las más características. Cuáles son las más aconsejables, sus diferentes propiedades y qué se esconde detrás de cada una de ellas. Empezamos nuestro recorrido.
Lechuga: la gran aliada si padeces problemas intestinales
Empezó a cultivarse hace 2.500 años siendo una verdura muy conocida por persas, griegos y romanos. Estos últimos tenían la costumbre de consumirla antes de acostarse después de una cena abundante para así poder conciliar mejor el sueño. Porque si algo caracteriza a la lechuga es su riqueza en fibra, la gran aliada de un correcto funcionamiento intestinal.
Además, una ración de la clásica lechuga, aporta el 45% de la vitamina A que necesita el cuerpo diariamente para mantener en perfecto estado las células, el crecimiento óseo y la regulación de piel y mucosas.
Rúcula: interesante regusto picante y amargo
Estamos ante una de las hortalizas más consumidas en nuestro país. Su potente sabor, con un regusto picante y amargo (comparte algunos componentes con el wasabi) es muy fácil de combinar con otros ingredientes. Pero además de su peculiar y agradable sabor, no podemos obviar sus grandes ventajas para nuestro organismo. Contiene una sustancia, llamada glucosinato, que dicen los expertos es muy efectiva en la lucha contra determinados tipos de cáncer (cáncer de pulmón, bucal y de piel principalmente).
Canónigos: los más relajantes
Este vegetal recibe su nombre en tiempos remotos cuando su consumo era habitual entre los clérigos. Cuenta la historia que la consumían principalmente para aquietar su ansiedad sexual. Son de la familia de la Valeriana y de ahí sus propiedades relajantes. Se distinguen por tener un sabor muy agradable que nos recuerda a los frutos secos.
Escarola: idónea para embarazadas
Una ración de escarola aporta el 25% del ácido fólico que necesitamos diariamente. Una insuficiente ingesta de este último compuesto y su falta durante el embarazo se asocia con un alto riesgo de malformaciones congénitas fetales. Además, al contener cerca de un 95% de agua en su composición, es una hortaliza muy diurética y ligeramente laxante. Ayuda a fortalecer los huesos, los dientes, el cabello y a proteger la vista.
Col: aconsejable para calmar los nervios
Aunque es más típica de guisos y cocidos, es cada vez más frecuente encontrarla cruda como ensalada. Es rica en un complejo de vitaminas que resultan necesarias para mantener en buenas condiciones el sistema nervioso. Así que, comer mucha col, ayuda a relajarse y a dormir mejor. No obstante, hay que tener en cuenta que en algunas personas puede producir flatulencias y molestias digestivas leves.
Berros: un potente antiviral
Según su composición química, los berros contienen importantes cantidades de flavonoides y vitamina C. De ahí que su hoja sea considerada como planta medicinal por sus importantes acciones antivirales, expectorantes y antiinflamatorias. Además limpian el hígado, tratan los dolores producidos por el reuma y favorecen la curación de heridas en la piel.
Endivias: la más moderna de las ensaladas
Un campesino de los alrededores de Bruselas descubrió a finales del siglo XIX que de unas raíces de achicoria silvestre habían nacido unos extraños brotes alargados de hojas amarillentas. Nada más comprobar que eran comestibles, empezó a cultivar esta extraña hortaliza.
Años más tarde, se empleó un procedimiento de decoloración para mejorar el tono amarillento de las hojas. Las endivias son muy digestivas y muy poco calóricas ya que únicamente tienen 20 calorías por cada 100 gramos.
Espinacas:
Todos recordamos a Popeye con una fuerza sobrehumana cada vez que comía una lata de espinacas. Nos remontamos a los años 30 en EEUU cuando Max Fleischer crea este mítico personaje de dibujos animados y cómics, que comía espinacas para multiplicar su fuerza.
Por aquella época, tras la I Guerra Mundial, las anemias por falta de hierro entre la población eran muy comunes y por eso este personaje fue utilizado por las autoridades sanitarias para la promoción del consumo de espinacas, ya que existía la creencia popular de que eran muy ricas en hierro. Porque, si bien es cierto que las espinacas tienen hierro, no son desde luego la hortaliza que más contiene este mineral. Eso sí, es muy apreciada por su elevado valor nutritivo en general y su riqueza vitamínica en particular.
Hasta aquí nuestras recomendaciones para la base de una buena ensalada. Ahora sólo queda poner imaginación, buscar los ingredientes adecuados y completar uno de los platos más famosos de la dieta mediterránea.
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