Trucos de cocina de la abuela infalibles que (aún) no sabías
No encontrarás en este post recetas de garbanzos, ni lentejas. Tampoco se hablará de los orígenes de platos ancestrales que han hecho de nuestra gastronomía lo que es hoy. Aquí se va a lo sencillo. Pero no menos importante. A los pequeños detalles que pueden determinar el sabor y la presencia de un plato. Y todo, sin usar nitrógeno.
La fuente no es Internet. Porque la gracia de este asunto está en su fiabilidad. Las fuentes son cocineras, de casa y de restaurante. Y de todas las edades. Mujeres todas ellas, eso sí, que interactúan con la cocina a diario. Que han aprendido buena parte de lo que saben de sus madres y abuelas.
Aunque también es cierto que todas coincidieron en apuntar: “Hay muchos en Internet”... Lo que viene a continuación son sus trucos: pequeñas acciones que, en unos casos, facilitan determinados procesos culinarios y, en otros, nos descubrirán nuevas texturas y sabores. Siete bloques de consejos sencillos y recomendables, que además han sido probados empíricamente.
Para los huevos fritos:
- Envolver la espumadera en papel plata evita que se peguen y se rompan. En el caso de la sartén, frotarla antes de su uso con medio diente de ajo, ayudará a que no se peguen.
- Una pizca de harina en el aceite evitará que salte al freírlos. Otra opción es sacarlos de la nevera un rato antes de echarlos a la sartén, para que suelten toda la humedad que ha absorbido la cáscara durante su ‘estancia’ en el frigorífico.
Propiedades de la leche:
- Nutre el pescado. Procesos como el desalado o la descongelación en leche dan como resultado un pescado más ‘jugoso’.
- Blanquea la carne. Sumergida en ella, absorbe la sangre que la pieza pueda tener.
Sobre rebozados:
- Para que ‘salgan’ más jugosos: huevo + harina + un chorro de cerveza. Todo junto. - Un palillo en el aceite al freírlos les dará un color amarillo dorado. ¿Por qué? Ni idea. Pero funciona.
Las cosas de la cebolla:
- Usada en sofrito junto con un poco de ajo y añadida después a la bechamel, enriquece su sabor.
- Picará menos al cortarla si ha estado en la nevera.
Verde que te quiero verde:
- Que las verduras queden verdes y lustrosas después de cocerlas es tan fácil como meterlas en agua con hielo. - Un pellizco de comino entre el gazpacho o las judías hace más fáciles sus digestiones.
Los trucos del almendruco:
- ¿Caldos o sopas salados? Con cocer una patata pelada y entera en ellos, fin del problema.
- El olor que desprende la coliflor al cocerse es menos intenso si ponemos una miga de pan en el agua.
Para el postre:
- ¿Cómo evitar que el azúcar se queme cuando estamos haciendo caramelo? Con unas gotas de limón.
- ¿Y para que el flan o las natillas no se peguen? Un poco de sal antes de añadir los ingredientes.
Además, durante la ‘investigación’ surgieron otras curiosidades dignas, al menos, de ser mencionada. Cosas como que una mancha de vino tinto recién derramado se limpia con vino blanco. O que quemando cáscaras de limón desaparece el olor a pescado en una cocina. ¿Prácticos o no prácticos?
Si tenéis más trucos de cocina aprendidos de vuestras madres, abuelas, suegras o con el día a día, os invitamos a que los compartáis en los comentarios.