El granizado de almendra, la bebida del verano en Mallorca
Que el granizado de almendra sea un clásico del verano mallorquín no se puede entender si no se explica que el fruto del almendro ha sido ligado íntimamente a la subsistencia y a la economía de Mallorca. Es por eso, también, que son numerosas las referencias culinarias sobre la almendra al recetario de la isla, ya sea como salsa, helado, leche, turrón o condimento.
El granizado de almendra se puede encontrar en diferentes bares y cafeterías de Mallorca. Por ejemplo, en Gelats Paco. Esta heladería, fundada en 1950 por la familia Aznar, elabora helados artesanos en Palma, que se pueden probar y saborear a dos locales de la ciudad: en la calle Benet Pons y Fàbregues y en la calle Blanquerna.
De hecho, en esta última ubicación es más agradable disfrutar de un buen helado o granizado de almendra porque es una vía íntegramente transitada por peatones, una calle sin tránsito que se ha convertido en uno de los lugares preferidos de los vecinos de la zona para disfrutar desde un almuerzo hasta una cena a la fresca. También es un buen lugar para disfrutar del granizado de almendra de Gelats Paco que está elaborado con leche, almendra cruda, azúcar, canela limón y hielo, y está disponible en diferentes medidas.
Otro lugar donde podéis saborear un buen granizado de almendra lo encontraréis en la otra punta de la isla, concretamente en Pollença. Los primos Jaume y Tomeu han puesto en marcha la heladería Can Butxaca. El hecho pasaría desapercibido si no se explica que estos dos jóvenes son los bisnietos de Rafel Valls, que en 1929 creó la heladería Valls, la más popular de la zona norte de Mallorca.
En su local, inaugurado el mes de mayo y situado en la Plaza Mayor de Pollença, podéis degustar su granizado de receta artesana a base de leche, azúcar, almendra cruda, limón y hielo. El nombre escogido para esta heladería artesana de Mallorca proviene del mote de su bisabuelo, con el cual era conocido en su pueblo natal.
También como horchata
También hay cafeterías y heladerías que ofrecen la almendra en formato de horchata, un tipo de bebida muy similar al granizado. En este caso y siguiendo la tradición mallorquina, han sustituido la chufa típica de las tierras valencianas por la almendra. Uno de los lugares donde la podéis probar es la cafetería Can Joan de s'Aigo, uno de los establecimientos más emblemáticos y estimados para los mallorquines. La historia de este negocio se remonta al año 1700 y actualmente cuenta con tres locales en Palma: el más antiguo está situado en la calle Sanç, el otro en la calle de Santa Maria de Sepulcre y el más nuevo, en la avenida Gabriel Alomar y Villalonga.
La fórmula para hacer la horchata es sencilla: almendra, agua y canela (también se puede poner limón). Si en el granizado, los trozos de almendra son un ingrediente característico, en la horchata no los encontramos. El motivo es porque en la horchata la almendra se pone a remojo con agua y se tritura, junto con la canela, y después se pasa por un tamiz y se añade el azúcar. Ahora bien, como pasa con el granizado, se tiene que tomar bien fresquita y sin hielo. Otro de los sitios típicos donde degustar esta bebida es la heladería Can Miquel de Palma, que se encuentra en la calle Montcades. El heladero Miquel Solivellas fundó este establecimiento en 1979 y desde entonces se ha hecho muy conocido entre la población palmesana por sus helados, un negocio que continúa regentando la misma familia con dedicación y pasión.
Hay que remarcar que muchos de estos establecimientos intentan usar la almendra de Mallorca. Para valorizar el producto y protegerla, en 2012 el Gobierno de las Islas Baleares creó la Indicación Geográfica Protegida Almendra de Mallorca - Almendra Mallorquina, de forma que certifica el origen. Por este motivo, un hecho tan sencillo como disfrutar de un buen granizado, horchata o helado de almendra también equivale a contribuir que los labradores continúen cuidando la tierra y el paisaje tan bello de Mallorca.