7 meriendas saludables y un premio para días especiales
¿Quien dice que la merienda es cosa de niños? La merienda no es sólo un capricho, es una comida clave para nuestro bienestar y sobre todo para poder evitar cenas excesivas. Cosa que, por cierto, pasa demasiado a menudo.
Eso si, se debe merendar de forma inteligente. Y eso no quiere decir merendar siempre una etérea pieza de fruta o un yogur desnatado y descolorido. Una persona adulta sana, puede hacer meriendas de lo más interesantes.
Se trata de elegir bien, de comer una ración adecuada y por supuesto de cenar de forma ligera. En temas de meriendas no hay que castigarnos, hay que hacerlo bien. Aquí una pequeña muestra de posibles meriendas:
1. Bikini: Es todo un clásico que puede ser una merienda sabrosa y con una buena dosis de proteínas. Fuera de casa vale la pena pedir "sin margarina" (a menudo los bikinis llevan sobredosis de grasa) y listos. Claro, ¡si el pan es integral y el jamón es de calidad ya es lo máximo!
2. Bocadillo de pan con tomate y jamón: Cuando se trata de jamón de bellota, el bocadillo no sólo es delicioso sino que se cardiosaludable. Ahora, es importante que el bocadillo tenga un tamaño discreto. Fuera de casa no hay problema; los bocadillos de jamón del bueno nunca son demasiado grandes...
3. Pan con chocolate: Parece una merienda de niños pero es una merienda perfecta para adultos. Una pastillita de 10-15 gr. de chocolate negro y unos 30-50 gr. de pan de cereales o integral es una merienda perfectamente recomendable para una persona sana. Además, es asequible, estimulante y super fácil de preparar.
4. Taza de chocolate caliente: Aquí es muy importante cuidar la dosis pero también la calidad del chocolate. Es necesario que sea rico con cacao. Si tenemos problemas de peso, mejor coger una taza de chocolate pequeña. No olvidemos que el cacao aporta magnesio, calcio, antioxidantes... Ideal para momentos bajos.
5. Frutos secos: Tienen fama de que engordan muchísimo pero 20-25 gr. de avellanas, nueces o cualquier otro fruto seco, no sólo son una delicia sino una forma de hacer salud. Son prácticos, fáciles de llevar encima e ideales para hacer prevención de la enfermedad cardiovascular. Por cierto, los cacahuetes no son frutos secos sino legumbres...
6. Yogur con cereales: Con un poco de cereales de desayuno y un yogur que nos guste se hacen meriendas nutritivas y rápidas. Mejor que no se superen los 30-35 gr. de cereales y que se trate de cereales con poco azúcar o con fibra. La mezcla resulta bastante digestiva y tiene un alto efecto saciante.
7. Queso fresco con mermelada: Con un trozo de queso tipo Burgos (50-80 gr.) y una buena mermelada se puede disfrutar del dulce sin desequilibrar demasiado la dieta. Una buena idea es poner mermelada de naranja amarga... ¡Mmmm, delicioso! Si queremos hacerlo más ligero, tan sólo tenemos que optar por mermeladas con poco azúcar. Perfecto para quien necesita dosis extras de calcio.
8. ¿Y los cruasanes y demás pastas? Es verdad que los pasteles y similares se deben dejar para días muy especiales. Pero cuando el día ha sido un desastre y hemos comido poco o mal, una merienda caprichosa puede hacer milagros. Es evidente que no es la merienda más ligera ni el más adecuado pero si es esporádico y procuramos que el pastel o croissant sea de calidad, no pasa nada. Darnos un premio, puede ser muy terapéutico. Eso si, como siempre: dosis discreta y cena ligera.