Cómo cultivar tus propios aguacates
El aguacate es desde hace años un alimento de moda. Hace tiempo era imposible encontrarlo en nuestra tienda de confianza y ahora es muy fácil conseguirlo, aunque a precios por lo general desorbitados.
España es el mayor exportador de Europa de este fruto, conocido en México como el “oro verde”, gracias al clima mediterráneo subtropical presente en algunas regiones. La palabra “aguacate” deriva de “ahuacatl'” que significa “testículo” en nahuatl, una lengua indígena mexicana. El árbol es originario de México, América Central y del Sur. En España podemos encontrarlo sobre todo en Andalucía (Zona de Axarquía Malagueña y la costa granadina) y Canarias.
El aguacate o Persea Americana es una fruta que pertenece a la familia de las Lauraceae; un grupo que también incluye especias como la canela y el laurel. Existen docenas de variedades de aguacate que varían en tamaño, color y textura. La variedad que más se cultiva en nuestro país es la Hass.
Antiguamente se creía que el aguacate era un potente afrodisiaco. Montezuma compartió aguacates con Hernán Cortes y Luis XIV también recurrió al aguacate para revitalizar su líbido.
Superalimento
Los aguacates son una gran fuente de vitaminas C, E, K y B-6, así como riboflavina, niacina, folato, ácido pantoténico, magnesio y potasio. También proporcionan luteína, betacaroteno y ácidos grasos omega-3. Asimismo contiene pequeñas cantidades de magnesio, manganeso, cobre, hierro, zinc, fósforo y vitaminas A, B1 (tiamina), B2 y B3 (niacina).
Diversos estudios sugieren que las grasas mono-insaturadas ayudan a proteger contra las enfermedades cardíacas y reducen la presión arterial. Los aceites que aporta el aguacate incluyen ácido oleico y ácido linoleico, por lo que se recomiendan como parte de una dieta equilibrada para prevenir el colesterol alto.
Su cultivo es tendencia
El fruto de moda arrasa en redes sociales como Instagram, donde ya no existe una tostada de desayuno sin él. Los aguacates hacen que todo sepa mejor: huevos, sándwiches, ensaladas, incluso postres. Dado que a veces alcanzan un precio de dos euros por unidad, puede resultar tentador comenzar a cultivar en casa estos frutos llenos de nutrientes y saludables para el corazón ¡sí, son frutos!
Cada vez hay más gente interesada en el árbol del aguacate y su cuidado. Las búsquedas en internet sobre cómo cultivar un árbol de aguacate han crecido un 101%. Es sorprendentemente fácil cultivar nuestro propio árbol de aguacate a partir de sus semillas, y es un gran proyecto educativo para el hogar y las aulas que puede entusiasmar a los más pequeños.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Un árbol de aguacate puede tardar entre 5 y 13 años en producir frutos y rara vez lo hacen en interiores. ¡Ahora ya entendemos por qué cuestan tanto en el supermercado! Sin embargo, si disponemos de un pequeño jardín en un clima favorable (entre 15 C º y 29 C º) y plantamos nuestro árbol de aguacate, con los años dará innumerables frutos.
Cómo cultivarlo
La próxima vez que hagamos guacamole o cortemos un aguacate para ensalada, no debemos olvidar guardar sus huesos para que crezcan y se conviertan en árboles de aguacate. Te explicamos el proceso en sencillos pasos:
1.
El primer paso es quitar el hueso del aguacate con cuidado (sin cortarlo), y luego limpiarlo de todos los restos del fruto. Hay que tener cuidado de no quitar la piel marrón, es decir, la cubierta de la semilla.
2.
El segundo paso es identificar la parte superior de la semilla y la parte inferior. Algunos huesos de aguacate son ligeramente oblongos, mientras que otros tienen la forma de esferas perfectas, pero todos los huesos de aguacate tienen una “base" (de donde crecerán las raíces), y un "extremo superior" (de donde crecerá el brote). El extremo ligeramente más puntiagudo es la parte superior, y el extremo plano es la parte inferior. Para que tu semilla germine, necesitarás colocar el extremo inferior de la raíz en agua, por lo que es muy importante averiguar qué extremo es el superior y cuál es la base antes de perforarlo con palillos.
3.
A continuación, utilizaremos tres o cuatro palillos de dientes y los introduciremos con cuidado en un ángulo ligeramente vertical hacia abajo en la semilla de aguacate, espaciados uniformemente alrededor de la circunferencia del aguacate. Estos palillos de dientes permitirán que la mitad inferior del aguacate descanse sobre el agua.
4.
Inmediatamente, colocaremos un tercio de la semilla sumergida en un vaso de agua en un alféizar con luz solar indirecta. Es recomendable usar un vaso transparente para poder ver fácilmente cuando las raíces comienzan a crecer, y también cuando es necesario cambiar el agua. Muchos recomiendan hacerlo todos los días aunque es conveniente cambiar el agua cada cinco días más o menos para prevenir el crecimiento de moho, bacterias y hongos.
5.
Esperaremos que germine entre 4 y 8 semanas. Si no es así, no hay que cejar en nuestro empeño y debemos comenzar el proceso con otra semilla. La parte superior de la semilla de aguacate se secará y formará una grieta, y la piel exterior de la semilla de color marrón se desprenderá. La grieta se extenderá hasta el fondo del hueso de aguacate, y a través de la grieta en el fondo, una pequeña raíz comenzará a emerger. La raíz principal crecerá y puede ramificarse, y con el tiempo un pequeño brote se asomará a través de la parte superior de la semilla de aguacate. La raíz siempre debe estar en contacto con el agua. Cuando el tallo mida 15 cm, lo recortaremos 7 cm y volverá a crecer de nuevo. Cuando vuelva a medir 15 cm lo metemos en una tierra rica en nutrientes en una maceta de 20-25 cm de diámetro, dejando la mitad superior de la semilla expuesta. En este momento, si disponemos de jardín podemos trasplantarlo a la tierra.
Lo colocaremos en un lugar soleado y lo regaremos ligeramente pero con frecuencia. Las hojas amarillentas son un signo de riego excesivo. El objetivo es mantener el suelo húmedo pero no mojado.
Muchos aconsejan plantar directamente la semilla en la tierra y no realizar el proceso en el agua para asegurar los frutos del aguacate. Si optamos por esta vía, plantaremos las semillas 2/3 de su superficie bajo tierra. En cualquier caso, se recomienda evitar suelos heterogéneos. Los mejores son aquellos que poseen abundante materia orgánica y un buen drenaje.
6.
Cuando el tallo alcance 30 cm de alto, podaremos las hojas superiores. Esto hará que crezcan brotes laterales así como más hojas. Cada vez que la planta crezca otros 15 cm volveremos a repetir este proceso.
Cuidado con los pulgones
Si estos pequeños bichos hacen su aparición rociaremos la planta con una manguera en el exterior o en el fregadero/ducha. Una vez que las pequeñas plagas hayan desaparecido, rociaremos la planta con una mezcla de agua con un pequeño chorro de líquido lavavajillas y una cucharadita de aceite de neem (un árbol originario de la India). Esto evitará que los pulgones vuelvan. Revisaremos nuestra planta cada 4-5 días y la volveremos a limpiar y rociar cuando sea necesario.
Algunas veces los árboles de aguacate comienzan a producir frutos después de los 3 o 4 años de edad, otros tardan más de 15 años en producir frutos, y algunas nunca lo hacen. Es útil tener varios árboles de aguacate creciendo juntos para facilitar la polinización. Sin embargo, no esperes que el fruto sea como el aguacate que produjo su semilla. Los aguacates comerciales se cultivan a partir de ramas injertadas para controlar el resultado de la fruta ¡un aguacate cultivado de forma natural puede ser muy diferente!
Lo ideal es cultivarlos en climas sin heladas, en suelos ricos, bien drenados y con mucho sol, regando de 2 a 3 veces por semana, remojando bien la tierra y dejándolo secar antes de volver a regarlo.
Si no tienes paciencia puedes comprar árboles más maduros en lugar de empezar de cero. Amazon vende árboles de aguacate injertados de 1,20 cm de altura que pueden dar fruto en 3-4 años en lugar de 10. Los aguacates se cosechan cuando están grandes y no maduran en el árbol.