Cómo hacer tarta de Santiago: el dulce por excelencia de la gastronomía gallega
Sorprendente, compleja y curiosamente idiosincrática, la tarta de Santiago, hecha a base de almendras molidas, se ha convertido a lo largo de los siglos en el gran dulce de la gastronomía gallega, a pesar de que la Comunidad Autónoma no destaca precisamente por sus almendros. Tiene una textura a la vez esponjosa y crujiente, suave y granulada, y un sabor particular y memorable.
De dónde es la tarta de Santiago
Su nombre es una indicación clara de su procedencia: la tarta de Santiago nace en Santiago de Compostela, capital de Galicia. En la región, el consumo de almendras se inicia durante la Edad Media, época de la que datan las primeras recetas documentadas, aunque por aquel entonces se elaboraba una versión mucho más rudimentaria y se hablaba de “torta real”.
La primera auténtica receta de esta tarta de almendras se encuentra en un cuaderno de repostería del cocinero Luis Bartolomé de Leybar, fechado en 1838. Y es casi un siglo más adelante, en 1924, cuando se vincula a esta preparación la icónica marca azucarada de la cruz de Santiago, en un intento de José Mora Soto, propietario y fundador de la repostería Casa Mora, de decorar la tarta de alguna manera especial.
Con qué licor se acompaña la tarta de Santiago
Una porción de esta tarta insignia se suele acompañar con una pequeña copa de vino dulce, como moscatel o PX, que puede rociarse sobre el bizcocho para aportarle incluso más jugosidad, complementando el juego de texturas.
Receta de la tarta de Santiago
La preparación de la tarta de Santiago es mucho más sencilla de lo que puede parecer a primera vista: tan solo es importante disponer de un molde desmontable bien preparado para evitar desastres tras la cocción, un colador para tamizar el azúcar glas y, por supuesto... ¡el recorte de la cruz de Santiago para conseguir una decoración perfecta!
Ingredientes
250 g de harina de almendras
250 g de azúcar
5 huevos
Ralladura de limón
Azúcar glas (para decorar)
Elaboración
Precalienta el horno a 180º y prepara un molde desmontable recortando un círculo del tamaño de su base en papel vegetal y pintando el contorno con mantequilla para garantizar que la masa no se adhiera.
En un bol grande, mezcla el azúcar y los huevos, y ralla la piel de medio limón. Incorpora la harina de almendra y mezcla hasta obtener una masa densa y espesa.
Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante media hora o hasta que la superficie de la tarta se dore, teniendo en cuenta que el interior debe quedar jugoso, casi húmedo.
Retira del horno y deja enfriar antes de desmoldar. Coloca la plantilla de la cruz de Santiago en el centro de la tarta y espolvorea azúcar glas con un colador hasta que quede totalmente cubierta. Retira con cuidado la cruz para no estropear la silueta.