La dieta de los jugadores del Barça
Fue Pep Guardiola el primero que inculcó en el FC Barcelona esta cultura del ‘Som el que mengem’ (Somos lo que comemos). Su llegada al banquillo del Camp Nou el verano de 2008 cambió los hábitos alimenticios de muchos de los jugadores del primer equipo. Futbolistas como Messi empezaron a descubrir alimentos como el pescado y la verdura y dejaron de lado el consumo excesivo de carne, salsas y refrescos… Su rendimiento y sus músculos con tendencia a romperse lo agradecieron de inmediato. Y fue así como Guardiola enseñó a los suyos que la nutrición es una parte básica en la preparación de un equipo profesional. Los futbolistas saben que si comen sano, se lesionan menos y rinden mejor. Desde entonces, los jugadores desayunan y comen juntos casi cada día en la Ciudad Deportiva donde entrenan. En realidad, es obligatorio el desayuno y las comidas del día antes y el mismo día del partido. El resto, es voluntario. Sin embargo, el comedor está lleno casi cada día. Muchos llegan a las 10 de la mañana y no se van hasta las 3 o las 4 listos para la siesta. El objetivo es controlar lo que ingieren y también hacer piña. Éste es su día a día. Han aprendido que la base de una buena recuperación es la alimentación y el descanso. ¿Y qué comen? Los servicios médicos del club trabajan con asesores externos como la fisióloga Mª Antonia Lizarraga. Ellos se encargan de diseñar el menú, pero es el cocinero italiano Max Cracco y su equipo los que lo confeccionan. Cada día un menú diferente… Desayunan cereales, fruta, yogures, zumos y alguna tostada. Para comer, ensalada, verduras, pasta, arroces y pescado. Mucha plancha y pocos fritos. Las salsas pesantes están casi prohibidas. Por lo tanto, la cena es muchas veces la única comida del día que comparten en familia y cuando se pueden dar alguna mínima alegría. Más allá de Barcelona, en los desplazamientos y las concentraciones, Max también se encarga de elaborar el menú personalizado para cada uno de los jugadores. Tras el partido, es importante consumir hidratos (el 65% de la aportación energética de un futbolista de élite). Es el momento en el que se alimentan las fibras de los músculos y es muy importante comer. Como dice uno de los doctores del club “los jugadores escogen lo que más les apetece entre una lista previamente elaborada. No importa tanto qué comen, sino que coman después de jugar”. Para unos jugadores que consumen una media de 1.500 calorías es muy importante recuperar energías cuanto antes. “Algunos escogen ensalada y mozzarella, pero a mí me encanta una hamburguesa de pollo que prepara Max y después un poco de fruta cortada”, nos explica uno de los jugadores. Antes de los partidos hay rituales que siguen prácticamente todos los futbolistas de la plantilla por recomendación: tomar café. “Los hay que toman un café, pero hay alguno que toma 2 ó 3. Les damos total libertad”, dicen. A parte del control alimenticio, los fisiólogos externos han mejorado la dieta con unos complementos vitamínicos. Se trata de unos combinados multivitamínicos líquidos que se toman semanalmente (hierro, vitaminas, antioxidantes, magnesio) y que cualquiera de nosotros podría comprar en una farmacia. De esta manera, el Barça y sus Servicios Médicos han conseguido controlar casi el 80% de la alimentación de cada futbolista, pero quieren evitar convertirlo en una práctica aburrida. “Lo importante es que los jugadores mantengan su peso ideal y que tengan un equilibrio entre los porcentajes de grasas e hidratación”, sus piernas lo agradecen y el rendimiento también. Texto de Artur Vilalta y fotos del FCBarcelona.cat