La mantequilla de semilla de sandía, el producto gourmet de moda
¿Conoces la mantequilla de semilla de sandía? Es suave y aterciopelada y se elabora con el interior de semillas molidas de sandía. No es fácil de encontrar, se comercializa en plataformas en internet, sin embargo, no deja de ganar adeptos por su gran contenido en proteínas y hierro.
Poco sabemos de estas semillas. De hecho, la mayoría las descartamos cuando degustamos una sandía fresquita con el buen tiempo. Según parece, es un grave error, ya que allí es donde se encuentra la mayor parte de sus nutrientes.
Se espera que el mercado de semillas de sandía crezca en los próximos años debido a la creciente popularidad del veganismo y de los alimentos ricos en proteínas y a la eterna búsqueda del próximo "superalimento".
Las semillas de sandía se muelen y la mantequilla tiene un sabor dulce y terroso parecido al de la mantequilla de anacardo y el tahini de sésamo. Es una gran alternativa a las mantequillas de cacahuetes o nueces, y muy compatible con las alergias.
Los pueblos de África, Asia y el Medio Oriente han usado durante mucho tiempo semillas de sandía, que tienen un agradable sabor a nuez, asándolas como tentempié como si fueran pipas de girasol, triturándolas para hacer pan o en una pulpa para espesar la sopa, y usando el aceite de la semilla para cocinar y freír.
Beneficios
La mantequilla de semilla de sandía es una fuente de nutrición repleta de proteínas; una porción de 30 gramos contiene 10 gramos de proteína. Las semillas son, además, una muy buena fuente de magnesio, hierro, zinc, vitaminas del grupo B, licopeno antioxidante, aminoácidos y grasas esenciales.
El zinc es muy bueno para nuestro sistema inmunológico y es esencial en la reparación celular. Magnesio - únicamente 100 gramos de semillas de sandía ofrece al cuerpo el 139% de la CDR de este mineral. El magnesio es vital para el funcionamiento óptimo del corazón, ayuda a relajar los músculos y a prevenir los calambres, mejora la digestión, ayuda a fortalecer los huesos y a reducir la presión arterial alta.
El hierro ayuda a nuestras células a mantenerse oxigenadas y previene la anemia. Solo un puñado de semillas de sandía contienen 0,29 mg de hierro.
Las semillas de sandía contienen aminoácidos esenciales como triptófano, arginina, lisina y ácidos glutámicos. Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas y ayudan en la reparación de los tejidos, la fuerza muscular, el metabolismo equilibrado y el sistema inmunológico.
Usos
Se puede consumir la mantequilla directamente de una cuchara, untarla en fruta o tostadas, añadirla a los batidos o usarla como espesante para sopas como alternativa a la nata.
Otra opción es elaborar la mantequilla de semilla de sandía en casa, aunque no deja de ser un proceso bastante laborioso.
Se deben germinar las semillas o pelarlas, pero para esto último se requiere maquinaria especial ya que no puede hacerse con las manos ni con un equipo de cocina estándar.
Se pueden tostar las semillas para hacerlas comestibles, y luego hacer la mantequilla en un procesador de alimentos o una buena licuadora. En este caso, sin embargo, ya no será cruda y no tendrá tantos nutrientes.
Si se desea elaborar mantequilla cruda orgánica con semillas de sandía, la manera más fácil es comprarlas con las cáscaras ya quitadas. Se licua la cantidad deseada en un procesador de alimentos o una licuadora. Se mezcla hasta que la textura esté completamente suave. Si se desea menos espesor, se pueden añadir una o dos cucharadas de agua.
Como con todas las semillas y nueces crudas, una vez convertidas en mantequilla, se aconseja comerlas en unos pocos días.
La cantidad de nutrición que se obtiene de las semillas de sandía depende en gran medida de la cantidad que se ingiere. Debido a que son pequeñas, es necesario comer bastantes para obtener sus considerables beneficios. Sin embargo, cuando se compara su valor nutricional con la de otras semillas, las de sandía ganan por goleada.