Mel i mató, el postre por excelencia de la cocina catalana
Compite en popularidad con la crema catalana (e incluso la supera). Pocos postres resultan tan irresistibles como el mel i mató. A la cremosidad y frescura del mató se suma el toque dulce de la miel. Un maridaje ideal para poner el broche de oro a cualquier comida.
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Origen del mel i mató
Mel i mató, en castellano ‘miel y mató’, hace referencia a la combinación de ambos alimentos. El mató, desconocido para muchos, es un queso fresco cremoso y sin sal, parecido al requesón.
Originario de la Cataluña central y muy popular en la comarca de l'Anoia, el mató se elabora con leche de vaca, cabra u oveja, casi siempre pasteurizadas. En el proceso tradicional, se utiliza herbacol para coagular la leche y los ácidos orgánicos (como zumo de limón o vinagre), aunque hoy en día suele elaborarse con cloruro cálcico a una temperatura de entre 65 y 80 grados, o con cuajo a una temperatura de 35-40 grados.
De sabor dulce y lechoso, el mató suele tomarse con miel (y nueces muchas veces), aunque también puede acompañarse de mermeladas u otros ingredientes dulces. También se puede utilizar como ingrediente principal de un flan, en ensaladas o incluso como relleno de empanadillas.
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Mató: queso fresco catalán
Como hemos adelantado, el mató es un queso fresco ligero y sin sal, con alto contenido en proteínas y relativamente bajo en grasas, lo que lo convierte en una buena opción frente a quesos curados y grasos, mucho más calóricos. Destacamos más virtudes de este lácteo:
Rico en calcio, vitaminas y minerales. Por su riqueza en calcio, el mató es un gran aliado para huesos, dientes y nervios. También contiene altas dosis de vitaminas del grupo B, esenciales para la producción de energía y para el buen mantenimiento del sistema nervioso.
Bajo en lactosa y sodio. Los intolerantes a la lactosa pueden consumirlo. El mató también es recomendable por su bajo contenido en sal, lo que ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y renales.
Digestivo. Este tipo de queso es fácil de digerir y contiene bacterias lácticas beneficiosas que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal y mejoran la salud digestiva.
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Receta de mel i mató
Conocidos los beneficios del mató, a los que se suman las propiedades antioxidantes, antibacterianas y digestivas de la miel, te proponemos una receta fácil y rápida (no te llevará más de 10 minutos, aunque el cuaje del mató lleva unas horas) para elaborar este típico postre catalán.
Ingredientes (para 4 personas):
- 1 l de leche de vaca o de oveja
1 limón
Sal
Miel
1 puñado de nueces (opcional)
Elaboración:
Ponemos a calentar la leche en un cazo. Añadimos una pizca de sal y, cuando esté a punto de hervir, apagamos el fuego y dejamos que se enfríe hasta los 70 grados.
Después, añadimos el zumo de un limón para cortar la leche. Cuando esta se enfríe, la colamos a través de un colador, hasta que suelte todo el líquido y quede solo la parte sólida. Apretamos suavemente con las manos para escurrir la mezcla el máximo posible.
La colocamos en un molde especial para escurrir y dejamos que el mató cuaje hasta que haya perdido toda el agua, unas 8 horas.
A continuación, lo colocamos en un molde redondo y lo dejamos en la nevera hasta que vayamos a servirlo.
Finalmente, desmoldamos el mató, añadimos un chorrito de miel y, opcionalmente, un puñado de nueces.
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