Esmorga

Esmorga abrió en Bueu (Pontevedra) en el año 2012 cuando todas las luces del escenario gastronómico gallego eran para una nueva generación de jóvenes chefs que comenzaban a despuntar con cocinas viajeras y creativas elaboraciones con sabores, aromas y texturas nuevas. Es por aquellos días que Iván y Tatiana se deciden a inaugurar Esmorga (que en español se podría traducir como cuchipanda) con una propuesta sencilla en su elaboración pero que por aquellos días cargaba con el estigma de comida fast food: rápida, casi de clase menor... sin siquiera imaginar lo bien que productos como la hamburguesa o la pizza podrían encajar como elaboraciones gourmet. Una década después la cocina del Esmorga se ha consolidado como un espacio donde recrearse con aquellos platos que, además de la calidad de los productos, ofrecen innovadoras creaciones, a años luz de aquella gastronomía que se señalaba con el dedo.

El local, que cuenta con una sala con capacidad para poco más de medio centenar de clientes, también dispone de un comedor en su planta inferior, con la posibilidad de transformarse en un reservado para una docena de personas.

Aunque su cocina no está integrada en el local, sí está abierta para curiosos que deseen asomarse un paso más allá de la barra. Allí es Iván Teixeira el que capitanea sobre los fogones, una labor para la que se formó profesionalmente en una escuela de hostelería y que ejerce con conocimiento y placer a la vez. El propio Iván reconoce que de aquellos inicios como cervecería y una oferta corta de bocadillos y poco más, hoy han crecido hasta tener que doblar servicios todos los fines de semana.

El interiorismo de este restaurante destaca por una ambientación algo espartana y sencilla, pero cuidada y sin alardes; si bien de él lo más importante es su amplia gama de propuestas de pizzas y burguers, referencias fundamentales de su cocina. De las primeras, Iván explica que ofrecen casi una docena de posibilidades gastronómicas diferentes, donde la que más sorprende es la de pulpo con Queixo Tetilla, aunque él se decanta por “una que hacemos con queso San Simón da Costa, que lleva trozos de pollo al ajillo, un aceite de oliva especial, tomate fresco y una salsa de pesto verde”, explica el cocinero que agrega que las masas de todas ellas también las elaboran en la cocina del local.

Pero no todo va a ser pizzas y hamburguesas, ya que el establecimiento propone algunos entrantes de productos seleccionados como calamares de la ría, un provolone al estilo Esmorga, unos tacos de pollo horneados y crujientes gratinados con una salsa alioli, además de una habitual oferta de platos para vegetarianos, veganos y celíacos, puesto que “prácticamente todo lo que elaboramos lo hacemos sin gluten”, reconoce Iván. Pero, por si fuera poco, también valora la oportunidad de haber comenzado a trabajar la línea delivery durante los tiempos oscuros de la pandemia. “Nos funciona estupendamente; casi te diría que es un segmento muy importante en la cuenta de resultados del negocio”, afirma.

En cuanto a su carta dulce, es corta pero sabrosa y todos los platos son de elaboración propia. Destacan principalmente una crema de queso y galletas Lotus con tofe y un sorprendente Kinder de chocolate negro y blanco.