20 bocados de celuloide: la gastronomía en el cine de Madrid
Tras la resaca de los premios Goya, hemos pensado que no hay nada mejor que recordar escenas de películas donde la gastronomía o la comida tienen un cierto protagonismo. Y es que las comidas, cenas o la cocina en sí son un motor de relaciones humanas. Por ello el séptimo arte nos deja instantes imperecederos que reflejan esos momentos de nuestra existencia que experimentamos a través de los cinco sentidos.
Nos hemos fijado especialmente en películas rodadas en la capital ya que si bien para algunos sea la “hermana fea”, consideramos que es una pena que se haya escrito muy poco, por no decir nada, al respecto. Muchas de esas películas, aunque no sean grandes obras maestras (¡ojo! algunas sí) nos han brindado momentos únicos. Probablemente nos dejamos alguna en el tintero pero por ello invitamos a nuestros queridos lectores a que comenten sus escenas gastronómicas favoritas del cine filmado en la Villa de Madrid. Y por supuesto aceptamos comentarios sobre películas con pinceladas gastronómicas que no se hayan rodado en la capital, que seguro que hay escenas maravillosas.
1. La comida es un tema recurrente en muchos de los largometrajes del genial cineasta manchego. ¿Quién no recuerda la famosa escena del gazpacho en Mujeres al Borde de un ataque de nervios (1988)? La película fue rodada en un ático de la calle Montalbán y resultó ganadora del premio Goya a la Mejor Película en 1988. Carmen Maura añadía treinta somníferos al gazpacho que pensaba ofrecerle a su ex amante como venganza por haberla abandonado. Las víctimas del soporífero gazpacho acaban siendo otros, y el delicioso jugo de verduras es protagonista indiscutible de muchas escenas de la película.
2. Sin duda el caldo elaborado con el hueso de jamón que acaba con la vida del marido maltratador del personaje de Carmen Maura en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) de Pedro Almodóvar no se queda corto. Sobre todo la escena de los policías buscando el arma homicida sin sospechar que es una arma tan “cañí” mientras valoran lo bien que huele el caldo en la cocina. Su personaje, Gloria, le ofrece un vaso de caldo a uno de los policías y éste le responde que a ella le haría más falta tomarlo a lo que ella contesta: "No, ya nunca más podré tomar caldo".
3. Al contrario de los que muchos piensan, la desternillante película Airbag (1997) de Juanma Bajo Ulloa fue rodada en Madrid y no en el País Vasco. Recuerdo el hilarante momento de la “tortilla rusa” con setas envenenadas donde Karlos Arguiñano borda el papel de Serafín. Un grupo de gente se reúne para apostar dinero arriesgando la vida comiendo cinco tortillas entre las cuales, supuestamente, sólo hay una que no contiene veneno. El superlativo Arguiñano se dispone a comer la tortilla sin vacilar y no sin antes poner nerviosos a los mafiosos: “¿Dónde se ha visto comer sin pan ni vino?”
4. Los puestos humeantes de churros y los dulces típicos de fiesta se dejan ver de fondo en La Verbena de la Paloma (1963) del director José Luis Sáenz de Heredia. Película basada en la famosa zarzuela con Concha Velasco como protagonista. Un largometraje de lo más castizo mil veces repuesto en “Cine de Barrio” y que no podía faltar en este artículo.
5. La hora de los valientes (1998) de Antonio Mercero nos deleita con una maravillosa escena en la que una pareja de novios, interpretada por Gabino Diego y Leonor Watling, contrae matrimonio durante la guerra civil a ritmo de organillo y degustando un sabroso guiso de conejo al cual algunos bromeando consideran de carne de gato. En plena boda se produce un bombardeo aéreo pero los novios siguen bailando como si no pasara nada.
6. Opera prima (1980) de Fernando Trueba nos regala un curioso debate sobre la carne. Un chico no duda en decirle a su prima vegetariana “La carne es la vida, la energía […] para mí, comerme una vaca es como mostrarle mi amor. Es el poema de amor que le hago a la vaca, es el acto de amor supremo, fagocitar, ser uno con la vaca.”
7. La primera película del detective más casposo del cine español, Torrente, el brazo tonto de la ley (1998) de Santiago Segura (Goya al mejor director novel con este film) incluye dos escenas realmente grotescas, excesivas y brutales. Una es la escena donde Torrente le prepara a su padre, encarnado por el extraordinario y ya desaparecido Tony Leblanc (ganador de un Goya por esta película), un puré repugnante con sobras de cocido de un restaurante, con papel de aluminio y colillas incluidas.
Otro momento no menos lamentable de la misma película es la escena que se desarrolla en un restaurante chino:
Torrente: “¿Esto qué es?"
Camarera: "Bambú"
Torrente: "Esto es lo del oso panda, ¿tengo yo cara de oso panda?"
Sobran los comentarios. Mejor verla a continuación.
8. Hace poco volví a ver por enésima vez la película basada en la obra de teatro de Fernando F. Gomez: Las bicicletas son para el verano (1984) dirigida por Jaime Chávarri. Hay muchas películas del cine patrio que retratan esos momentos duros de hambre que se pasaron en la guerra civil. De ahí surge la discusión que tiene lugar en familia sobre "¿Quién se ha comido las lentejas?". Escenas parecidas a las que se viven en La Colmena (1982) de Mario Camus sobre la obra de Camilo José Cela, sólo que esta última transcurre en la postguerra.
9. Para compensar la amargura de la carestía y el hambre nos encontramos con el entrañable desayuno con quince hijos de La Gran Familia (1962) de Fernando Palacios y Rafael J. Salvia.
10. Hay dos cenas especialmente tensas y cómicas al mismo tiempo en el cine español. Una es la de Todo es mentira (1994) de Álvaro Fernández Armero donde el actor Coque Malla interpreta al novio de la internacional Penélope Cruz y se ve obligado a comer su plato más odiado, un pisto en casa de los padres de su novia. Las caras que pone el pobre hombre no tienen desperdicio.
11. La otra cena incómoda es la de Crimen ferpecto (2004) de Álex de la Iglesia donde pasa algo parecido con los garbanzos. Los actores obtuvieron hasta tres premios Goya por sus interpretaciones. No os perdáis la siguiente escena con madre antipática, padre dormido, novia intransigente, niña lunática y novio atemorizado.
12. El mismo director también nos sorprende con una peculiar comida entre el cura y el heavy donde el vehemente personaje de Rosario (Terele Pávez) no deja indiferente a nadie en El día de la Bestia (1995), película ganadora de seis premios Goya. El personaje de Santiago Segura se queja de comer siempre guiso de conejo por culpa de su madre y las ofertas del supermercado.
13. El magistral Luis Buñuel nos ofreció en Viridiana (1961) una barroca escena surrealista en la que plasma un gran banquete donde varios pobres llenan sus voraces estómagos en torno a una mesa muy bien provista. En ella recreaba la última cena de Jesucristo con los pobres más harapientos, que bebían y comían aprovechando la ausencia de los dueños de la casa. Podéis verla en este enlace.
14. Por su parte la película ganadora de tres premios Goya Días de fútbol (2003) de David Serrano contiene una escena no apta para horario infantil que tiene lugar en un restaurante de la capital. El personaje llevado a la gran pantalla por Alberto San Juan nos proporciona un “momentazo” equiparable al del sándwich de Meg Ryan en Cuando Harry encontró a Sally sólo que más castiza y “picantona”. Lo único que se le ocurre decir al hombre para justificar sus gritos cuando su ex novia entra por la puerta y le da conversación es “¡Qué situación! Se me está subiendo el Osobuccoooo”.
15. Otra comedia inolvidable para el gran público que ganó tres Goyas incluyendo mejor película y mejor director es El otro lado de la cama (2002) dirigida por Emilio Martínez Lázaro. ¿Alguien no recuerda la escena en que la actriz María Esteve enumera todos los tipos de pasta que le gustan? (Minuto 5:24)
16. En Los peores años de nuestra vida (1994) ganadora de dos Goyas y también de Emilio Martínez Lázaro se celebra una curiosa cena de noche vieja donde el reportero que transmite las campanadas (el tristemente desaparecido Álex Angulo) muere atragantado por las uvas en la Puerta del Sol.
17. Y ¿qué decir de la “batalla” entre comida macrobiótica y comida congelada que se traen entre manos los personajes de Loles León y Candela Peña? en ¡Descongélate! (2003) dirigida por Dunia Ayaso y Félix Sabroso.
18. Hay un cortometraje delicioso llamado Desaliñada (2001) de Gustavo Salmerón que ganó el premio Goya al Mejor Cortometraje de Ficción que narra la historia de amor entre un pescado (Ernesto Alterio como “Lucio”) y una lechuga (Candela Peña como “María Francisca”) que comienza en la cámara frigorífica de un restaurante. Sólo puedo decir tres cosas: original, cómico e inocente. No te la pierdas en este enlace.
19. Y aunque no tiene que ver con el cine no he podido evitar incluir una rareza. Me refiero a Almodóvar en el programa de cocina Con las manos en la masa (1984-1991) donde el cineasta manchego le cuenta a Elena Santonja el argumento de una nueva película que “tenía” en mente sobre "feministas guerreras en Vietnam".
No me gustaría terminar este artículo sin mencionar que Madrid fue en su día escenario de grandes películas internacionales como Alejandro Magno (1956), La Vuelta al mundo en 80 días (1956), Espartaco (1960, de Stanley Kubrick), Rey de reyes (1961) El Cid (1961), La caída del Imperio romano (1964), 55 días en Pekín (1963), Doctor Zhivago (1965), Patton (1970) o la famosa trilogía de Sergio Leone – Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966). Con eso no quiero decir que ya no se rueden más películas en la capital. Son sólo algunos ejemplos. En los últimos años se rodaron El ultimátum de Bourne (2007) o Los Límites del control (2009) del realizador Jim Jarmusch. Destaco estas películas porque para los amantes del cine la década de los cincuenta y finales de los sesenta tuvo un valor especial, ese que crean los mitos.
Numerosos artistas internacionales de la talla de Clint Eastwood, Ava Gardner, Cary Grant, Frank Sinatra, Charlton Heston, Orson Welles, Richard Burton, Sophia Loren, Claudia Cardinale, Charles Bronson, Robert Mitchum, Alain Delon, Kirk Douglas, Charles Laughton, Laurence Oliver, Tony Curtis, Peter Ustinov o Burt Reynolds entre otros rodaron películas en Madrid. Y de esta forma muchos de ellos se enamoraron de nuestro país y se dejaron seducir por nuestra gastronomía. ¡Viva la gastronomía y viva el cine, un tándem perfecto!