Chili flakes: Beneficios y recetas
Los chili flakes son copos de chiles: chiles rojos triturados y secados que se utilizan como condimento picante y sabroso. También se los conoce como hojuelas de chile y son un ingrediente que se ha vuelto imprescindible en muchas cocinas alrededor del mundo. Pero, ¿qué hace que los chili flakes sean tan especiales y cómo surgieron en nuestras mesas?
Origen e historia de los chili flakes
El chile, del cual se derivan los chili flakes, tiene una historia que se remonta a más de 7.000 años en América Central y del Sur. Las civilizaciones precolombinas, como los aztecas, mayas e incas, no solo usaban los chiles como alimento, sino también en rituales religiosos y medicinales. La llegada de Cristóbal Colón al continente americano en 1492 marcó el inicio de la difusión global del chile. Los exploradores europeos llevaron estas plantas a España y Portugal y, desde allí, el chile se extendió rápidamente a otras partes del mundo, incluyendo Asia, África y el Mediterráneo.
En Italia, el chile fue adoptado rápidamente, en especial en las regiones del sur, donde el clima era favorable para su cultivo. Las hojuelas de chile, tal como las conocemos hoy, comenzaron a popularizarse en Italia y otras partes del Mediterráneo a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Los campesinos italianos secaban los chiles al sol y luego los trituraban, creando un condimento que podía conservarse durante largos periodos y que agregaba sabor a sus sencillas comidas diarias. Hoy en día, los chili flakes se utilizan en todo el mundo, siendo un ingrediente clave en las cocinas italiana, mexicana, india y asiática.
Propiedades gastronómicas de los chili flakes
En el ámbito culinario, los chili flakes son extremadamente versátiles y pueden usarse de muchas formas. A diferencia del polvo de chile, que tiene una textura fina y un sabor más uniforme, las hojuelas de chile contienen no solo la carne del chile, sino también las semillas y la piel. Esto les otorga una textura crujiente y un perfil de sabor más complejo.
Dependiendo del tipo de chile utilizado, los chili flakes pueden variar considerablemente en intensidad. Las hojuelas de chile más comunes provienen de variedades como el chile de árbol, la cayena y el jalapeño, cada una con su nivel de picor característico. Además, estos chiles pueden ser ahumados antes de ser triturados, lo que añade una capa adicional de sabor ahumado, ideal para enriquecer carnes, pizzas, guisos y platos a la parrilla. También puedes elaborar aceite aromatizado con copos de chile (más adelante te facilitamos la receta) con el que puedes aliñar ensaladas y platos y dar un toque especial a tus platos.
Chili flakes: beneficios para la salud
Más allá de su impacto culinario, los chili flakes ofrecen una serie de beneficios para la salud, gracias a su alto contenido de capsaicina, el compuesto que les da su característico picor. La capsaicina ha sido objeto de numerosos estudios que han demostrado sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, como que ayuda a reducir el dolor crónico al actuar sobre los receptores del dolor en el cuerpo, desensibilizándolos con el tiempo.
Los chili flakes también son ricos en antioxidantes, que son compuestos que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Este estrés es un factor contribuyente en el desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento prematuro, y el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como las hojuelas de chile, puede ayudar a reducir estos riesgos y promover una salud óptima.
Además, los chiles contienen vitaminas A y C, que son esenciales para el mantenimiento del sistema inmunológico y la salud de la piel. La vitamina A es importante para la visión y el crecimiento celular, mientras que la vitamina C es un potente antioxidante que también ayuda en la absorción de hierro y en la cicatrización de heridas.
Recetas con chili flakes
Pasta arrabbiata con chili flakes
Ingredientes:
400 g de pasta (penne o rigatoni)
3 dientes de ajo, picados
400 g de tomates triturados
20 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
Sal
Perejil fresco picado para decorar
Elaboración:
Cocina la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva y sofríe el ajo hasta que esté dorado. Agrega los chili flakes y cocina unos segundos. Añade los tomates triturados y la sal, y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos. Mezcla la pasta cocida con la salsa, decora con perejil fresco y sirve caliente.
Gambas al ajillo con chili flakes
Ingredientes:
500 g de gambas peladas
4 dientes de ajo, laminados
50 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
10 g de perejil fresco, picado
Sal
Elaboración:
Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Añade el ajo y cocina hasta que esté dorado. Agrega los chili flakes y las gambas, y cocina hasta que las gambas estén rosadas y cocidas, aproximadamente 3-5 minutos. Espolvorea con perejil fresco y sirve inmediatamente.
Mejillones al vapor con chili flakes
Ingredientes:
1 kg de mejillones frescos, limpios
200 ml de vino blanco
3 dientes de ajo, picados
½ cebolla rallada o picada muy fina
2 cucharadas de tomate rallado
20 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
10 g de perejil fresco picado o unas hojas de albahaca
Elaboración:
Calienta el aceite en una cacerola grande. Sofríe el ajo y la cebolla hasta que estén dorados, luego agrega el tomate y cocina dos minutos. Añade los chili flakes, los mejillones y el vino blanco. Tapa y cocina a fuego alto hasta que los mejillones se abran, aproximadamente 5 minutos. Espolvorea con perejil y sirve con pan crujiente o bien termina con las hojas de albahaca.
Verduras asadas con chili flakes
Ingredientes:
2 berenjenas, en rodajas
2 calabacines, en rodajas
2 pimientos rojos, en tiras
Tomates cherry de rama
50 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
10 g de tomillo fresco
Sal y pimienta al gusto
Elaboración:
Precalienta el horno a 200°C. Mezcla las verduras con el aceite de oliva, los chili flakes, el tomillo, sal y pimienta. Coloca las verduras en una bandeja para hornear en una sola capa y asa durante 25-30 minutos, hasta que estén doradas y tiernas. Sirve como acompañamiento o plato principal.
Sopa picante de calabaza con chili flakes
Ingredientes:
1 kg de calabaza, pelada y en cubos
1 cebolla, picada
2 dientes de ajo, picados
20 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
1 l de caldo de verduras
Pipas de calabaza tostadas
Sal y pimienta
Elaboración:
Calienta el aceite en una cacerola grande y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén blandos. Añade los cubos de calabaza y los chili flakes y cocina durante 5 minutos. Agrega el caldo y cocina a fuego lento durante 20-25 minutos, hasta que la calabaza esté tierna. Tritura la sopa hasta obtener una textura suave, ajusta la sal y la pimienta, y sirve caliente y con unas pipas de calabaza tostadas por encima.
Pollo al limón y chili flakes
Ingredientes:
4 muslos de pollo
50 ml de jugo de limón
20 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
2 ramas de romero fresco
3 dientes de ajo, picados
Sal y pimienta
Elaboración:
Precalienta el horno a 180°C. En un bol, mezcla el jugo de limón, el aceite de oliva, el ajo picado, los chili flakes y las hojas de romero fresco (puedes dejar algunas ramas enteras para decorar y agregar más sabor durante la cocción). Salpimienta los muslos de pollo y úntalos con la mezcla de limón y romero, asegurándote de cubrirlos bien. Coloca los muslos en una bandeja para hornear y distribuye las ramas de romero fresco alrededor del pollo.
Hornea durante 35-40 minutos, o hasta que los muslos estén dorados y cocidos por dentro, y el romero haya liberado su aroma. Sirve el pollo caliente acompañado de arroz o una ensalada fresca.
Filete de bacalao a la parrilla con chili flakes
Ingredientes:
4 filetes de bacalao (aproximadamente 600 g)
20 ml de aceite de oliva
10 g de chili flakes
10 g de tomillo fresco, picado
1 diente de ajo, picado
Jugo de 1 limón
Sal y pimienta
Elaboración:
En un bol, mezcla el aceite de oliva, los chili flakes, el tomillo, el ajo, el jugo de limón, sal y pimienta. Unta los filetes de bacalao con esta mezcla y deja marinar durante 15 minutos. Precalienta una parrilla a fuego medio-alto y engrásala ligeramente. Asa los filetes de bacalao durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que el pescado se desmenuce fácilmente con un tenedor. Sirve con una ensalada fresca o patatas al vapor.
Aceite picante aromatizado con chili flakes
Ingredientes:
200 ml de aceite de oliva virgen extra
20 g de chili flakes
2 dientes de ajo, machacados
Elaboración:
Calienta el aceite de oliva en una cacerola a fuego medio-bajo. Agrega los dientes de ajo y los chili flakes, y cocina lentamente durante unos 10 minutos, sin dejar que el ajo se dore en exceso. Deja enfriar y vierte en un frasco de vidrio. Usa este aceite para aderezar pizzas, pastas o ensaladas.