Cinco dulces típicos de Málaga
La repostería es uno de los atractivos gastronómicos de Málaga. Cada rincón de la provincia atesora un dulce típico o un postre propio, muchos de ellos basados en la tradición andalusí, donde está muy presente el uso de la miel, las almendras, los frutos secos o la matalahúva. La variedad es muy amplia, desde los tradicionales roscos de vino y las torrijas hasta las yemas de Ronda, la tradición de los mantecados en Antequera o las famosas tortas de aceite de Algarrobo.
Tortas Locas:
Vistosas por su cubierta naranja, la torta loca es, sin duda, uno de los dulces más famosas de Málaga. Hecha a base de hojaldre, crema pastelera y un glaseado de yema al que corona una guinda, tienen un origen en el obrador Tejeros, desde donde distribuyen cada día miles de esos dulces a confiterías de toda la provincia. Tal ha sido la demanda en los últimos años que quien esté loco por una loca puede comprarla de tamaño XL a modo de tarta. Podrás encontrarla en cualquier pastelería o confitería de la provincia y en tiendas de ultramarinos, donde las venden en cajas para regalo. Es un aunténtico “must” de la pastelería malagueña.
Bienmesabe:
Un postre típico de la ciudad de Antequera. Prohibido para aquellos que se encuentren a dieta o estén preocupados por las calorías. Se trata de un postre elaborado a base de frutos secos, sobre todo almendra, huevo azúcar, bizcocho de soletilla y cabello de ángel que también se hace de forma bastante similar en otros puntos de Andalucía, con pocas variaciones sobre este. En Antequera su origen data de 1.635, fecha en la que las monjas clarisas del convento de Clausura de Belén comenzaron a preparar este dulce con la receta original, de origen árabe. Uno de los tesoros de la repostería monacal malagueña que podrás degustar en las confiterías de la zona de la comarca de Antequera, principalmente… O poner en práctica tus dotes culinarias y hacerlo en casa.
Pestiños:
Son unos dulces que se consumen, sobre todo, en Navidad, Cuaresma y Semana Santa, aunque con lo ricos que están, bien merece la pena hacerles hueco en cualquier fecha del calendario. Su origen es árabe, como la mayoría de la repostería tradicional malagueña y es típico también de otras zonas de Andalucía y Extremadura, especialmente entre los dulces de convento. Se trata de un dulce elaborado a base de masa frita hecha de harina y vino. El uso de matalahúva, ajonjolí y canela le dan un toque especiado singular. La cobertura tradicional es de almíbar de miel o espolvoreados de azúcar. Puedes comprarlos en cualquier confitería o convertirte en repostero casero.
Tortas de Algarrobo:
Es un dulce de tradición árabe que se sigue elaborando de forma tradicional, respetando la receta original. Se da especialmente en la zona de la Axarquía, donde se encuentra la localidad de Algarrobo, pueblo del que toma su nombre. La tora de Algarrobo, o torta de aceite, ha pasado de ser un dulce reservado para las ocasiones especiales a ser consumido en cualquier día y momento. Matalahúva, almendras crudas y vino dulce son sus principales ingredientes, así que ya puedes imaginar el resultado… Rico, riquísimo. Las puedes encontrar en cualquier confitería, tiendas de ultramarinos y en supermercados, ya que es un dulce de consumo muy extendido.
Baticate:
No es el más dulce, por eso lo hemos dejado para el final, pero queríamos recomendarlo para que los menos golosos tengan también una opción de postre con sello Málaga. El baticate es una bebida sencilla que se toma a modo de postre. Dada su consistencia, es más que recomendable para una merienda o para consumir a media mañana cuando hacen falta algunas calorías. Se hace a base de aguacate, leche, azúcar y canela y es originario de la Axarquía, la comarca con mayor producción de aguacates de la provincia. Es un batido sano y muy nutritivo. La mejor opción para tomarlo es hacerlo en casa.
A disfrutar….