¿Lo sabes todo sobre el chocolate? Redescúbrelo con @lauraponts
El regalo más sensual de Latinoamérica al mundo culinario, el haba de cacao, crea la base para un montón de deliciosas experiencias.
El chocolate podría llamarse el oro negro que nos hace feliz, o también el oscuro objeto del deseo. La simplicidad que roza lo sublime. El dulce más perfecto, el más querido, el más goloso, el más satisfactorio.
No hay nada más sorprendente que mostrar a tus seguidores una crema de chocolate con higos, un trozo de sacher, un croissant exageradamente relleno de nutella, unas trufas, un soufleé, un brownie, unas magdalenas rellenas de crema, cuando aprieta el frío o llueve, cuando terminamos de cenar y aún nos queda un hueco en el estómago.
Y qué ganas tengo que se acerquen las fechas para disfrutar del turrón. El dulce más típico y representativo de la Navidad. Des del duro, el blando, praliné, el de coco, el clásico, el de chocolate…
¿Quién puede resistirse a llevarse a la boca un trocito de chocolate, cerrar los ojos, dejarlo deshacer lentamente sobre la lengua y disfrutar del placer? Al probarlo deben entrar en juego todos los sentidos. Apreciar su color y la brillantez del acabado, el ruido seco y limpio al partirlo, el aroma a cacao que muchas veces se mezcla con el de otros ingredientes, el gusto deliciosamente amargo suavizado por el azúcar, y la suavidad de su textura descubierta por la lengua.
Un buen chocolate debe hacer ‘crac’ al partirlo
El chocolate surge de la transformación del haba de cacao y su mezcla con otros ingredientes. La obtención de un buen chocolate viene marcada por un proceso riguroso: las habas se retiran de la mazorcas de cacao, luego se dejan fermentar y entonces es cuando aparecen los primeros aromas del cacao y adquiere su tono oscuro. Seguidamente, se secan al sol y se envían a fábricas que las transformarán en pasta de cacao (selección, torrefacción, trituración y molienda). La masa de pasta de cacao obtenida tras molerlo es la base de la composición del chocolate. Esta masa contiene un 50% de manteca de cacao.
Es un alimento que, a pesar de pasar por manipulaciones industriales, tiene un gran valor nutritivo: provee de vitaminas, minerales y grasas benéficas. Además, carece de aditivos químicos. Incluir chocolate en una dieta equilibrada es la mejor manera de aprovechar sus beneficios.
Los distintos tipos de chocolate vienen marcados por las proporciones de pasta de cacao, manteca de cacao y azúcar que llevan. Los más apreciados son los que llevan un alto porcentaje de pasta de cacao. Chocolate negro, chocolate cobertura, chocolate con leche, chocolate blanco, y cacao en polvo.
Cuestión de imaginación
Masas esponjosas, galletas crocantes, enrollados,… Hay infinidad de opciones para acompañar una taza de té o de chocolate. Des de las fórmulas clásicas, pero siempre vigentes y exitosas, hasta algunas preparaciones inusuales. A veces es cuestión de creatividad; otras veces de sencillos cambios. Una receta tradicional puede sorprender con otros sabores si se aplica alguna variante. Mis favoritas: las cookies, unos melindros de cacao, un cake de chocolate y naranja, un brazo de gitano, el turrón de avellanas…
Es evidente que hay que vigilar con los excesos, por esta razón me gusta mezclar el chocolate con todo tipo de frutas: frambuesas, cerezas, fresas, higos, plátano, fruta de la pasión, mango, naranja. Y aromatizarlo con canela, vainilla, anís… y ahora que es temporada jugar con un montón de frutos secos, castañas, avellanas, almendras, avellanas, nueces… ¿Os atrevéis?
¿Sabíais qué…?
- Los Aztecas, creían que las semillas del cacao tenían tanto valor que las utilizaban como monedas de cambio.
- Es una fuente de antioxidantes, siempre que hablemos de chocolate negro y puro o con alto grado de pureza.
- En Bélgica el chocolate gusta tanto como la cerveza.
- En Suiza no se puede cultivar cacao y, aun así, esta nación tiene el mayor consumo per cápita de chocolate del mundo y algunas de las marcas más famosas a nivel mundial.
- En París las mejores creaciones están en las tiendas Maison du Chocolat, de Robert Linxe.
- El consumo per cápita en España es de más de tres kilos de chocolate al año.
Lo ideal es tomarlo como un capricho y no como un vicio, aunque a veces o como en estas fechas tan dulces que están por llegar, nos pasamos.
¡Feliz y dulce día!