Stevia: una tendencia saludable… y 2 recetas muy dulces
Solo hay que curiosear en el supermercado, junto al azúcar de caña, para darnos cuenta de que la stevia es tendencia. Se vende líquida, en gota a gota, en cápsulas o sobres individuales y en los herbolarios incluso en hojas. Pero, ¿qué tiene esta planta para convertirse en uno de los edulcorantes de moda?
Los guaraníes la llaman ka'a he'ê, que significa “hierba dulce”. Esta planta, de la especia Stevia rebaudiana, es de hoja perenne, originaria de los bosques subtropicales de la frontera entre Paraguay y Brasil y ha sido utilizada desde tiempos precolombinos para suavizar la amargura del mate y de otras bebidas tradicionales.
A mediados del siglo XVI el botánico valenciano Pere Jaume Esteve fue el primer europeo en investigar este edulcorante en su forma natural, así que cuando 200 años después otro levantino, Antoni Josep Cavanilles, realizó la primera descripción completa de este género vegetal lo bautizó como stevia, en homenaje a su predecesor.
Las hojas de la stevia son hasta 60 veces más dulces que el propio azúcar pero procesada (refinada) resulta 300 veces aún más dulce. Es por este motivo que se la ha encumbrado en el podio de los endulzantes saludables y naturales que no suben la glucosa. Se le atribuyen numerosas virtudes: libre de carbohidratos, es hipoglucemiante, antihipertensiva, diurética, antibacteriana y antifúngica.
El valor nutricional de la stevia por cada 100 gramos es de 0 kcal, 0 grasas, 0 proteínas y 0 hidratos de carbono. Sí, todo 0. Por este motivo se está erigiendo como uno de los principales sustitutos del azúcar.
Entre sus ventajas y aportaciones: al no presentar carbohidratos, su consumo no engorda, por lo que se convierte en un aliado en las dietas de las personas que sufren sobrepeso. También, y por motivos obvios, es óptima para la dieta de los diabéticos. Por otro lado, esta planta ayuda a combatir problemas de acidez de estómago, al tiempo que también evita la proliferación de patógenos en nuestro organismo. Se ha demostrado que la stevia es un remedio natural que ayuda a reducir la hipertensión arterial. Asimismo, según la American Journal of Epidemiology, esta planta contiene antioxidantes como el kaempferol, que combate el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
Sin embargo, hay que tener ojo al comprarla puesto que no todo lo que se anuncia como estevia o stevia, es realmente el extracto de la planta en sí, sino que se trata de glucósidos de esteviol: una alteración para extraer el sabor dulce de la planta que, aunque no es perjudicial, no es mejor que otro edulcorante como el azúcar.
Cómo tomar stevia
Las hojas frescas o secas se pueden tomar en infusión, en polvo y en pastillas como edulcorante. Dado su alto poder endulzante hay que tener en cuenta que bastan dosis muy pequeñas para endulzar un plato o bebida; las dosis altas tienden a amargar. Y atención, si se toman medicamentos para bajar la tasa de glucosa o antihipertensivos, se debe consultar con el médico la dosis recomendada.
En todo caso, se calcula que la equivalencia de stevia respecto al azúcar es la siguiente:
Si la stevia es en polvo, la proporción es de dos cucharadas de café de stevia por cada taza de azúcar.
Si es líquida, la proporción es de una cucharada de stevia por cada taza de azúcar.
Hay que tener en cuenta que la stevia es 300 veces más endulzante que el azúcar, por lo que se recomienda que al elaborar galletas, bizcochos, madalenas y panes dulces, se vaya probando la mezcla a medida que se añade la stevia.
Para los que quieran tomarse la stevia en su más puro estadio, se puede tomar en infusión o bien como edulcorante líquido. Se puede elaborar de forma casera y muy sencilla: se pone a hervir la hoja durante 5 minutos a razón de 100 gramos de stevia en 5 litros de agua. Dejamos que repose, lo colamos y lo dejamos a fuego lento hasta que el agua se evapore. Y nos quedará el jarabe de stevia.
Nutella casera o crema de avellanas
Esta deliciosa y sencilla crema de chocolate casera es apta para diabéticos y veganos.
Ingredientes:
100 g de avellanas, 50 g de aceite (puede ser de oliva o de coco), 100 ml de leche (podéis utilizar leche de soja, de avellana, etc… para convertirla en nutella vegana), 30 g de cacao puro en polvo, 15 g de stevia (el equivalente a 45 g de azúcar) y unas gotas de aroma de vainilla (opcional).
Elaboración:
- En una thermomix o una batidora, meter las avellanas y triturarlas.
- Posteriormente, verter el aceite. El aceite es necesario que esté líquido, por lo que si se opta por echar aceite de coco, primero hay que calentarlo.
- A continuación, echar los demás ingredientes: el cacao puro en polvo, la stevia, la leche de soja, de avellanas, de almendras… (a elección). Y opcionalmente el aroma de vainilla.
- Con ayuda de la thermomix o la batidora, mezclar todos los ingredientes para que quede una mezcla homogénea.
- Una vez esté todo mezclado, guardar en un tarro o recipiente. Por último, reservar nuestra nutella casera en la nevera un mínimo de 2 horas. Debe guardarse en frío para que adquiera la consistencia o textura ideal.
Flan de stevia
Ingredientes:
500 ml de leche, 5 huevos y 5 g de hoja de stevia en polvo.
Elaboración:
- Mezclar todos los ingredientes con la ayuda de una batidora eléctrica (túrmix).
- Poner la mezcla en moldes y cocer en el horno al baño María a 150ºC durante 60 minutos. Para cocer al baño maría hay que poner los moldes dentro de un recipiente apto para el horno y llenar de agua hasta la mitad de los moldes aproximadamente. El tiempo de cocción puede variar según las características de cada horno; hay que ir revisando la textura.
- Sacarlos del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente. Como no llevan azúcar caramelo, se recomienda hacerlos con moldes de silicona para que sean más fáciles de desmoldar una vez fríos.