Una vuelta por Málaga con 3 desayunos de cuchillo y tenedor
Cada día somos más los que hemos decidido cambiar el trámite de ese rápido desayuno de café con leche y poco, o nada, más, por el arte de disfrutar en esta primera comida del día. Quizá no lo podemos hacer todos los días, pero de vez en cuando es un auténtico placer al que no debemos renunciar.
Además, los mayores expertos en nutrición coinciden en señalar que el desayuno debe ser la comida más importante del día, por lo que ya no tenemos excusa para mimar un poco a nuestro cuerpo, y recargar energía tras toda una noche sin avituallamiento.
En Málaga, este tipo de desayunos cada día tiene más adeptos. Así que cuando dispongo de un poco de tiempo matutino, me dejo llevar por el sabio refranero español y me lanzo a desayunar como un rey... que ya intentaremos cenar como un mendigo.
La Recova
Una primera opción de desayuno en Málaga siempre será La Recova, me encanta esta taberna repleta de autenticidad. Tanta, que me crea ciertos problemas de conciencia cada vez que se lo recomiendo a un amigo que viene de fuera, ¿debo compartir este local con ellos? ¿o mejor preservarlo del mundo exterior? La fuerte personalidad de Antonio, su dueño y siempre al pie del cañón, hace que siempre me incline por la primera opción... sin miedo a que pierda su esencia.
La Recova es un peculiar local a mitad de camino entre "taberna de toda la vida" y "entrañable tienda de antigüedades", ya que se pueden adquirir muchos de los objetos allí expuestos, que, rezuman tipismo, al igual que su oferta culinaria, y por supuesto, sus desayunos, que comienza siempre con un café, infusión o zumo, y una enorme tostada de pan artesanal acompañado de unos pequeños cuencos de “zurrapa” de lomo, chicharrones en manteca, sobrasada y mermeladas, todos ellos caseros y exquisitos para untar a nuestro gusto.
Pero para disfrutar de una experiencia más intensa, es necesario probar alguno de sus platos emblemáticos, como el lomo en manteca o unos caracoles, otra de las especialidades de la casa.
El Pimpi
Otro clásico malagueño es el Pimpi. Me encanta su terraza junto al Teatro Romano, perfecta para disfrutar las mañanas de cualquier época del año y, dejarse llevar por un largo desayuno de estilo muy andaluz, aunque tendremos la posibilidad de hacer alguna que otra concesión a la cocina internacional.
Los “molletitos” del Pimpi, rellenos de jamón, tocino, ambos ibéricos, queso o morcilla, son un exquisito punto partida, junto al café y el zumo de naranja natural, para rematar luego la jugada con platos más contundentes. Como los sorprendentes huevos rotos con chanquetes y pimientos asados, sin duda, uno de mis favoritos,
Si nuestro desayuno es tema de huevos, la tosta con tortilla francesa y “bacon” crujiente es todo un clásico, al igual que los huevos rotos con patatas y jamón o la tosta de zurrapa y huevo.
Brunchit
Otra opción, mucho más internacional, es uno de mis últimos descubrimientos. Se llama Brunchit, y es un local tan bonito que al principio desconfiaba de él pensando que, como tantos otros, se iba a quedar en una mera fachada, pero nada más lejos de la realidad. Poseen una sólida filosofía basada en ingredientes orgánicos escogidos y, una primorosa elaboración propia de platos de inspiración italiana y unos panes excelentes.
En “Brunchit” me encanta la pizza individual de mozzarella, espinacas y huevo, que junto a un café, el zumo natural de naranjas ecológicas y una macedonia de fruta fresca hacen que sea un desayuno perfecto para recargar energía.
Pero también son muy recomendables la “focaccia” rellena de jamón de Parma y rúcola o los “bocadillitos” de berenjena, calabacín y mozzarella o los de queso gorgonzola con nueces.
Otro punto fuerte son las hamburguesas, como no, elaboradas por ellos mismos, tanto la mezcla de la carne como el pan. Y para terminar, sus licuados de frutas y verduras, el de manzana, jengibre y zanahoria es mi favorito. Son el final perfecto para un desayuno lleno de energía, pero sobre todo, hecho con la idea de disfrutar… como un rey.