Mochis japoneses: prepara en casa el postre de moda
¿Harina de arroz y judías en un postre? Aunque de entrada no son los ingredientes típicos que imaginamos tras una comida o cena, son la esencia de los mochis. Estas pequeñas delicias japonesas se han convertido en todo un reclamo tras un ágape y en una auténtica tendencia gastronómica a la que pocos pueden resistirse. Te contamos más sobre este dulce asiático que ha venido para quedarse y te enseñamos a prepararlo.
¿Cuál es el origen de estas suculentas piezas de repostería? Originariamente, se utilizaban para cualquier celebración, desde un nacimiento hasta el día de Año Nuevo, y se solían elaborar en casa.
Tradicionalmente se preparaban con arroz glutinoso entero hervido, remojado durante un día, cocido y machacado con mazos de madera en un mortero. Un proceso que se hacía entre dos personas: una golpeaba la masa y la otra, la giraba. Cuando el arroz hacía malla y la masa quedaba lisa y elástica, ya se podía dar forma. La harina, que ha de ser de arroz glutinoso para que pueda ser elástica, no contiene gluten, una gran ventaja para los celíacos, que pueden aficionarse a los mochis sin problema.
Tras conocer el origen estas delicias japonesas y abrir el paladar, es el momento de explicar su receta.
Ingredientes (12 piezas):
250 g de harina de arroz glutinoso, 100 g de azúcar y 300 ml de agua y maizena.
Preparación:
1. Para hacer la base, empezamos mezclando en un recipiente la harina de arroz y el azúcar y vamos añadiendo agua muy lentamente.
2. Mezclamos todo bien y colocamos esta masa en el microondas un par de minutos para que coja un poco de textura. La sacamos del microondas y volvemos a mezclar con intensidad para que la masa se vaya endureciendo.
3. Repetimos el proceso: metemos de nuevo la masa en el microondas un par de minutos hasta que la superficie de la masa esté brillante y lista para ser trabajada.
4. Espolvoreamos los mochis con un poco de maizena para que queden más suaves y, a partir de ahí, podemos empezar a darles su característica forma de bolitas con las manos.
5. Si los queremos degustar en su versión más simple, ya podemos hincarles el diente. Si decidimos rellenarlos, entonces conviene que aplanemos un poquito las bolas para incorporar dentro el ingrediente que queramos.
De las judías rojas dulces al té matcha
Entre los mochis más tradicionales se hallan los elaborados con la típica pasta de judía roja dulce (Anko). Una judía que se vuelve dulce después de hervirla en un almíbar. ¿Cómo se preparan estos mochis tan populares? Hacen falta 250 g de judías, 250 g de azúcar, 25 de glucosa y una pizca de sal. Para empezar, se dejan las judías en remojo durante 12 horas, se elimina una parte del agua y se colocan las judías en una olla a presión. Se cuecen a fuego alto durante 35 minutos, después se retira el agua y, en la misma olla, se añade la glucosa y la sal.
Volvemos a calentar a fuego medio e incorporamos el azúcar en tres veces hasta que la judía y el almíbar tengan una textura muy pastosa. Lo retiramos del fuego, dejamos que se enfríe y, cuando esté a temperatura ambiente, ya podemos incorporar este relleno a los mochis. Para ello, debemos colocarlo en el centro de la pieza, cubrirlo estirando la masa de alrededor y sellarlo después cuidadosamente hasta conseguir un saco cerrado con forma redondeada.
A esta versión tradicional se unen otras de sabores más habituales en nuestra gastronomía, como el chocolate, la vainilla, la fresa o la crema catalana.
Los rellenos de té matcha, por su parte, se han popularizado entre la población, que se ha rendido a su genuino sabor y a las virtudes de este té verde, un poderoso antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer, estimula la mente y relaja el cuerpo, entre otras virtudes.
Las versiones saladas, aunque menos comunes, también se elaboran. Los mochis de crema de queso son los más habituales y se pueden mezclar con especias, semillas o frutos secos para dar un toque más especial a estas delicias redondeadas. Ya sean dulces o salados, conviene masticar bien los mochis para evitar atragantarse o incluso verse en una situación más crítica.
Estos postres nipones se pueden encontrar en la emblemática pastelería Takashi Ochiai (Comte Urgell, 110 - 08011 Barcelona), bautizada con el nombre de su propietario, el reconocido maestro japonés, en cuya pastelería se pueden aprender a preparar este bocado y a descubrir todos sus secretos.