Ubicado en el bajo del Mercado Central de Alicante, el restaurante Garra es una joya gastronómica que ha conquistado el paladar de quienes buscan la mejor fusión entre la cocina japonesa y mediterránea. Con menos de un año de recorrida, este pequeño espacio con capacidad para solo ocho comensales se ha convertido en un imprescindible para los amantes de la cocina creativa en Alicante.
Concepto: una barra con alma
Garra es más que un restaurante, es toda una experiencia en la que la destreza de su chef, David Gallego Gallego, se despliega ante los ojos de los comensales. La organización de su pequeña cocina permite admirar su precisión en el corte del pescado, un aspecto fundamental de su propuesta. Como él mismo explica, su carta tiene "mucha lonja", una afirmación que cobra más sentido si cabe al saber que su mujer es propietaria de una pescadería en el mismo mercado.
Uno de los aspectos que más disfruta David de este formato es la posibilidad de observar en directo las reacciones de los comensales al probar cada plato. Ver sus expresiones de sorpresa y placer es, según él, el mejor termómetro para medir el éxito de su cocina. Además, le permite interactuar con ellos, recibir sus impresiones y compartir detalles sobre la elaboración de cada creación, generando una conexión única entre chef y clientes.
Menú degustación de Garra
El menú degustación de Garra es uno de sus grandes atractivos. Compuesto por 10 pases más postre, y con un precio competitivo de 37 euros, ofrece un estilo culinario dinámico, donde algunos platos cambian según la disponibilidad del mercado y la inspiración del chef. Este menú está disponible entre semana, mientras que los sábados los clientes pueden disfrutar de una propuesta a la carta.
Entre las creaciones destacadas de la barra de Garra se despliega un festín de combinaciones innovadoras y sorprendentes, donde cada bocado es una explosión de texturas y sabores que desafían la tradición. La ensaladilla con capellán y pericana, fusionada con la untuosidad de la mayonesa japonesa, transporta al comensal a la esencia más pura del Mediterráneo. La zamburiña, con el ahumado del guanciale braseado y la dulzura sutil de la fresa, se convierte en un juego de contrastes inesperado. Por su parte, el taco crujiente de gambas se viste de fiesta con un vibrante pico de gallo de mango, aportando frescura y un toque exótico. Y como broche final, el sashimi de atún y piparras, donde el chef presenta cortes magistrales que rinden homenaje a la pureza del pescado. Sin duda, todo un recital gastronómico que conquista el paladar y deja huella en la memoria.
Autodidacta en su mayor parte, aunque con formación en diversos cursos, David reconoce que su estancia en el restaurante de Dabiz Muñoz en Londres marcó un antes y un después en su visión culinaria. El nombre del restaurante, Garra, simboliza la rebeldía y el empeño con el que este proyecto fue concebido.
Un secreto a voces en Alicante
A pesar de no estar a pie de calle, Garra se ha convertido en un destino gastronómico por excelencia gracias al boca a boca. Con sus plazas siempre ocupadas, y un balance altamente positivo, este espacio es una opción inmejorable para quienes buscan dónde comer en Alicante y disfrutar de una cocina creativa e innovadora en un ambiente íntimo y exclusivo. Así que ya sabes, si buscas un restaurante con una propuesta única, Garra es la elección perfecta.
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