Hotel Cort: Raw & Grill The Brasserie
Miércoles, 13:00h del mediodía, queremos una comida ligera y sabemos que Raw & Grill es sin duda una buena opción. Ubicado en Plaza Cort -justo en frente del contemplado olivo- nos encontramos con una terraza elegante y cosmopolita, caracterizada por las famosas sillas parisinas que visten la plaza y la llamativa fachada con ventanales de color rojo.
Entramos en el restaurante y confirmamos la reserva. El interior del local está diseñado con unos botelleros que cubren las paredes hasta el techo, del que cuelgan unas majestuosas lámparas creando un espacio cálido y agradable. Los camareros, con su uniforme de punto en blanco, van de aquí para allí con bandejas llenas de comida y bebidas. Entra el hambre nada más ver los platos que van sirviendo.
Me encuentro dando un vistazo a la carta cuando llega Núria -la mánager del local- y nos comenta el motivo del nombre Raw&Grill. “La carta se divide en dos secciones. La primera con opciones Raw, dónde encontramos una variedad de platos crudiveganos. Todos ellos muy frescos, buscando el máximo respeto por el producto y la armonía en los sabores. Y la segunda es la brasa, dónde ofrecemos diferentes opciones procedentes del mar, de la tierra y de la granja.”
La elección de los platos se nos dificulta conforme continúa hablando. “Un plato irresistible es el carpaccio de calabacín e hinojo con pasas, piñones y emulsión de manzana.” Uno más en la lista pienso yo. Así pues, dejamos que nos guie y nos sorprenda con un menú fresco y sabroso.
Empezamos con unas cervezas y una tapa de falafel -invitación de la casa-. A todos nos gusta recibir un primer bocado sorpresa, y si sabe así de bien y se ve así de bonito, todavía mejor.
El servicio atento y eficiente, enseguida empieza a traernos los platos. De entrada, un refrescante ceviche de corvina y mango con cilantro y tomate kumato, con la salsa ácida y dulzona de la naranja y la lima que caracteriza el plato.
Después, el carpaccio de calabacín e hinojo con pasas, tomate cherry, piñones tostados y láminas finas manzana que se camuflan entre el calabacín y el hinojo. Juntamente con el plato de steak tartar de ternera con salsa brava y tostadas de oliva negra, que previamente nos hizo probar el camarero para acertar el punto de picante deseado.
Todos los platos tienen una presentación impecable, y Núria añade “Hemos cambiado la vajilla pensando en cada una de las recetas. Para la carne, decidimos usar madera -ideal para cortar sin que chirríe el plato-, y para los productos Raw, un material más frio.”
Finalmente, el deseado entrecote a la brasa con patata asada, alcachofas y salsa chimichurri. Una opción que no nos podíamos perder después de hablar con José Rodríguez -chef del restaurante-. Quien nos invita a ver la cocina y su Josper, el preciado horno de brasa por todos los gourmets. “Lo que la gente no sabe es que Josper es una marca cuyo nombre procede de los nombres de sus fundadores catalanes, Josep y Pere.” Cierto es que uno no se va a dormir sin saber una cosa más.
Nos falta hueco para el postre. Nuestra excusa perfecta para volver y probar el delicioso hojaldre de albaricoques con vainilla que preparan a diario. Una buena opción no solo después de comer, sino también para un buen desayuno o un break a media tarde gracias a su horario ininterrumpido.
Texto: Fernando Puertas