Restaurant Es Port

Hablar del Port d’Andratx es hablar de uno de los puertos pesqueros más bonitos y conocidos de Mallorca. Ubicado al suroeste de la isla, es sin duda uno de los lugares más visitados gracias a su actividad náutica y a su belleza natural. Un poco más allá de la lonja, en el paseo marítimo, junto al muelle, encontramos Es Port, un restaurante con una oferta gastronómica cuidada y para todos los gustos.

Con un servicio afable y próximo, aquí se viene a disfrutar de la terraza, y es que su ubicación y excepcionales vistas a la Tramuntana y al muelle lo convierten en un lugar idóneo para visitar a cualquier hora del día.

Las panaderías del pueblo les proveen con pan recién hecho en los desayunos a partir de las 8h de la mañana y hasta las 12h, cuando, a partir de entonces, uno ya puede hacerse con cualquier plato. Huevos benedictine, un desayuno inglés, el vegano, porridge, un delicioso bowl de açaí o incluso pancakes recién hechos, que incluyen el café y el zumo natural, o bien tostadas y huevos, presentan la carta para empezar el día o para los que prefieran un brunch.

Por nuestra parte acudimos a la hora de comer y la tentación no es poca. Los entrantes para compartir están muy bien pensados: tartar de salmón con fresones y mango, ceviche mixto de lubina, gamba y pulpo, mejillones con salsa curry, coco y jengibre, ensalada de ventresca de atún, tomate y alcaparras, ensalada de burrata… son tan solo algunos de los platos con los que empieza la carta de comidas. Nos decantamos por la fritura de calamares y gambas, de cocción perfecta y una excelente elección para complacerse con vistas al mar.

Recetas de otros países llenan de excelsos contrastes los platos principales como el curry de pollo con arroz basmati, los raviolis de verdura de la huerta y el linguini con bogavante. No podían faltar las carnes como la hamburguesa de ternera Es Port, el entrecot de ternera Angus o la lechona deshuesada de porc negre, plato que honra al recetario mallorquín. Probamos el poke bowl con salmón que nos refresca el paladar y nos hace gozar del equilibrio de sus ingredientes.

La variedad de propuestas del mar argumenta su cercanía a la lonja de pescado: el lenguado a la Meunière y alcaparras, el tataki de atún con costra de semillas de sésamo o, a lo que no nos podemos resistir, la brocheta de rape y langostinos. Plato estrella de la carta presentado en una gran varilla colgante que hace voltear las cabezas de los comensales del resto de mesas y que destaca por su frescura y originalidad a la hora de ser presentado.

Por la tarde, un vino, un champagne o incluso degustar su propuesta de cocktails es un plan más que interesante. Incluso hay una pequeña pero suficiente selección de platos para niños.

Si bien la selección de postres se centra en tartas y helados que hacen feliz a casi todos los paladares como el lemon pie o el consabido coulant de chocolate, nosotros nos decantamos por la tarta de queso y frutos rojos; delicado trío de texturas que nos endulzó el final de nuestra cita.

Si sumamos la insólita localización, un servicio cuidado y un horario fácil: de 8 a 24h (aproximadamente), Es Port es una visita asegurada si recorres la zona.

Fotos: Matías Ponsico