Aceite de chufa de Valencia, un saludable producto gourmet
La chufa ha conseguido situarse y buscar nuevas salidas en campos tan diversos como el de la farmacología, la cosmética natural, la hostelería o su consumo mediante productos gourmet. Y en este último campo, el de los productos gastronómicos de máxima calidad, es donde destaca Balensya, una marca que innova con la chufa desde una empresa tradicional valenciana con más de 60 años de experiencia en su cultivo y comercialización.
La estrella de la casa es el Aceite de Chufa Virgen Extra, un aceite de máxima pureza muy saludable y con un sabor increíblemente único. Su aroma fresco y afrutado se obtiene a través de un proceso de prensado en frío que permite mantener intactas todas sus características pero el mimo que sus fabricantes ponen en él empieza mucho antes: en los meses lluviosos de invierno comprobando personalmente las cosechas, en la constancia del secado removiendo los tubérculos día a día durante aproximadamente seis meses y en el esfuerzo de seleccionar a mano, una a una, las mejores chufas. En definitiva, un minucioso trabajo de elaboración que culmina con la degustación por parte de los paladares más sibaritas del también llamado oro líquido valenciano.
Hoy en día, los más reputados y exigentes chefs del mundo sorprenden a sus comensales con el uso de una gran variedad de aceites y el de chufa empieza a ocupar un lugar privilegiado entre ellos. En nuestro país, la Fundación Alicia, dedicada a la innovación tecnológica en cocina, a la mejora de los hábitos alimentarios y a la valoración del patrimonio agroalimentario y gastronómico, ha investigado las propiedades del aceite Balensya y lo recomienda para una alimentación saludable.
Son diversas las formas en las que se puede saborear. Es perfecto para cocinar sofritos o salteados como pulpitos, rollitos de lubina envueltos en bacon con tortillitas de patatas o chips de zanahoria. Pero su utilización en crudo es muy recomendable si lo que se busca es mantener las propiedades del mismo. Su presentación, un aceite de color dorado con matices verdes, ofrece un aroma frutal y un sabor sutilmente dulce a frutos secos por lo que se utiliza como acompañante exótico en infinidad de platos. También casa a la perfección con ensaladas y pescados blancos aunque degustarlo en unas simples tostadas es toda una delicia.
Su consumo es muy beneficioso para el organismo ya que contiene un elevado nivel en ácidos grasos insaturados –más del 80%- y un perfil de grasas muy similar al aceite de oliva aunque su importante contenido en vitamina E, un potente antioxidante celular, supera ampliamente al de éste último. Esto le confiere propiedades muy beneficiosas para la piel y el cuerpo a modo de antienvejecimiento y regeneración. Otra de sus peculiaridades radica en su alto nivel de vitamina C, sin olvidar el aporte de numerosas enzimas que facilitan la digestión.
La chufa es uno de los valores gastronómicos más emblemáticos de Valencia. Se cultiva en dieciséis pueblos de la comarca de L’Horta Nord, que reúnen unas exigencias climáticas que la convierten en la única zona de España donde crece tan singular tubérculo.
Pero el cultivo de la chufa se remonta a épocas bastante lejanas. Como curiosidad cabe mencionar que los primeros en apreciarla por sus altos valores alimenticios fueron los egipcios que la cocían y saboreaban como postre. Algunos faraones de las primeras dinastías llegaron incluso a ser enterrados con sus rizomas ya que para ellos esta era una planta sagrada y por eso querían que les acompañase a la otra vida. En la actualidad, las evocaciones sagradas de la chufa quedan ya desterradas pero cada vez toma más fuerza la necesidad de incorporarla a nuestra alimentación