¿Son suficientes 5 piezas de fruta y verdura al día?
El número es un horizonte y no una medida, opina la naturópata Ariadna Ortemberg; en cambio, el dietista-nutricionista Marc Vergés sostiene que, en realidad, deberían ser siete las raciones de fruta y verdura que tendríamos que comer al día.
Las sentencias cortas se aprenden con rapidez: "Se deben comer cinco piezas de fruta al día". Seguro que todo el mundo lo tiene en mente, pero ¿por qué hay que comer cinco y no menos ni más?
El dietista-nutricionista Marc Vergés asegura que, en realidad, lo que hay que ingerir al día son siete raciones en total de fruta y verdura. "Un día podemos hacer cinco de fruta y dos de verdura, pero no siempre debería ser así, porque la verdura también es muy importante".
El verano es el momento de descompensar la balanza a favor de la fruta, porque es cuando más hay. Y es así porque las frutas llegan cargadas de antioxidantes que el cuerpo necesita para afrontar los rayos solares. En cambio, en invierno, cuando la naturaleza ofrece menos opciones, "es el momento de comer más verdura que fruta".
Curiosamente, la fruta de otoño e invierno "tiene bastantes minerales, que mejoran la digestión y el hígado y refuerzan los huesos", asegura la dietista y psicóloga Yolanda Garcia. Y es que la naturaleza, por muy tópico que parezca, es sabia porque ofrece lo que se necesita en cada momento.
A la hora de elegir fruta, Vergés sugiere que, a ser posible, sea variada. "Recomiendo los frutos silvestres, que son de otoño, como las frambuesas, las granadas, los arándanos". Si no, a menudo, cuando se piensa en fruta, sólo nos acordamos de los plátanos y las manzanas, que ya está bien, pero a menudo hay más opciones; todas buenas nutritivamente.
Por otra parte, la naturópata Adriana Ortemberg está a favor de la sentencia "cinco piezas al día", porque nació para que la población la tuviera como horizonte y no como medida. "Como se come muy poca, se estableció un número alto para que quedara claro que son más importantes que otros alimentos que sí se comen en mucha cantidad".
Ortemberg dice que la fruta no hace nunca daño por exceso, si no es que hay intolerancia a la fructosa que, según el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer, es cuando el intestino no puede absorberla y, por ello, la pasa al colon, donde fermenta y empiezan los malestares, como heces diarreica y gases. "Los gases frecuentes, no malolientes, son uno de los síntomas de la intolerancia; son gases de hidrógeno, metano y de dióxido de carbono, pero, en general, los intolerantes a la fructosa no lo sospechan".
Ortemberg también sugiere que las frutas se coman antes de las comidas o en una ensalada. "Si tenemos un sistema digestivo fuerte, adelante con la fruta como postre, pero si tenemos digestiones lentas, mejor comerlas al principio".
El dietista-nutricionista Marc Vergés comparte el consejo de comer la fruta fuera o antes de las comidas, "porque así no interfiere en la digestión de los platos que se comen". Sin embargo, si se quiere de postre, mejor “cocinada”; que simplemente puede ser salteada unos minutos.
El caso es que la fruta, fría, debilita, por eso es mejor cocinarla, aunque sea salteada, o bien añadir por encima jengibre o canela. Si la comida tenía proteína animal, la pera y la manzana se pueden comer al final, frías, porque no intervienen en la digestión.
El cocinero Isma Prados tiene más ideas para comer fruta de postre y digerir bien. "Se pueden hacer frutas cocidas con infusiones, como con manzanilla o con té de roca". Los cítricos, como las naranjas o los kiwis, necesitan otra técnica, porque quedan mejor marinados, pero las manzanas y las peras quedan perfectas con infusiones (ver receta).
Y si no, "atrévete con el membrillo", escalivado al horno durante una hora y media, envuelto en papel de plata, que no se debe retirar hasta que el membrillo haya salido del horno y se haya enfriado. Una vez frío, se puede pelar tan fácilmente como un tomate asado. Con la pulpa tenemos un postre que combina el sabor dulce (especial para los golosos) y el ácido. Y a disfrutar de los buenos alimentos.
Finalmente, el médico Manuel Jiménez Ucero, autor del libro Nutricosmética, publicado por Planeta, asegura que las personas que comen frutas tienen más belleza. "Cuando mordemos fruta nos estamos refrescando", dice el médico, pero a la vez "nos estamos tragando nutrientes que previenen el envejecimiento, que nos ayudarán a mantener joven el organismo, y, de rebote, contribuirán a no tener arrugas".
Receta de manzanas marinadas en infusión de manzanilla y eucalipto y helado de ciruelas
El cocinero Isma Prados comparte esta receta con Gastronosfera. Se trata de fruta cocida y cruda combinada con un toque especial... Los granos de granada, que es como un caviar natural, astringente y digestivo al mismo tiempo; el aroma de las manzanas nuevas de otoño, casado con el de las hierbas para infusión.
Ingredientes (para 12 personas):
Para las manzanas:
- - 12 manzanas Golden Delicious
- - 3 litros de agua envasada
- - 250 g de jarabe de arce puro
- - 60 g de flores secas de manzanilla dulce
- - 4 hojas secas de eucalipto
Preparación:
- Infusión: Calentar el agua con el jarabe hasta que hierva. Apartar rápidamente del fuego y añadir las hojas y las flores. Cubrir el conjunto (puede ser con film de cocina) y dejar enfriar a temperatura ambiente. Una vez templado, pasar la infusión por un colador bien fino.
- Pelar las manzanas: Poner dentro de una cazuela grande en una sola capa, lo más juntas posible. Cubrir las manzanas con la infusión y poner a fuego lento tapadas para que se cuezan. Una vez tiernas, apartar del fuego y enfriar en la nevera.
- Granadas: Cortar por el medio y colocar cada mitad mirando abajo sobre un bol. Golpear la piel con una mano de mortero para que caigan los granos sin el tejido amarillo. Reservar en la nevera.
Para el helado:
- - 600 g de ciruelas pasas sin hueso
- - 1 litro de agua
Preparación:
- Poner las ciruelas en el vaso de la trituradora cubiertas -lo justo- con agua. Triturar hasta obtener un puré firme. Agregar agua poco a poco hasta que tenga una textura de crema. Pasar esta crema a una fiambrera y después al congelador. Mover esta masa cada media hora, controlando que no se congele del todo.
- A la hora de hacer las bolas más fácilmente, preparar un cuenco con agua caliente para calentar las cucharas.
Montaje:
- Retirar el corazón de cada manzana y ponerla entera dentro de un plato sopero. Añadir un poco de la infusión y cubrir con granada fresca; encima, una bola de helado de ciruelas. Decorar con flores y pétalos de manzanilla.
Propiedades de algunas frutas:
- Peras y manzanas: Contienen pectina, que desintoxica el organismo. La pera tiene calcio, hierro y potasio mientras que la manzana es diurética, tiene fibra y aminoácidos.
- Pomelo: Está compuesto por un 90% de agua. Además de ser muy útil en las dietas de adelgazamiento, también va bien para curar los resfriados. Se puede comer en ensaladas, a la hora del desayuno, en batidos o bien cocido al horno.
Granadas: Son ricas en agua, en ácido cítrico (que tiene una acción desinfectante), en taninos (que confieren un sabor áspero al paladar, pero que son eficaces para tratar la diarrea).
Uva: Es rica en antioxidantes. La piel y los huesos contienen altas dosis de un antioxidante en concreto, el llamado resveratrol, que reduce el azúcar en sangre; por lo que va bien para adelgazar, para no engordar y también para reducir la ansiedad, que puede llevar a comer sin control. También mejora la memoria gracias a sus fitoestrógenos.
Calendario de frutas y verduras:
http://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/calculadora/calendario-de-frutas-y-verduras
Texto de Trinitat Gilbert de Soycomocomo.es