Restaurante Arròs i Peix

En el corazón del barrio más carismático de la ciudad de Girona, el Barri Vell, se encuentra el restaurante Arròs i Peix, que combina una parada de pescado y marisco, como las que podemos encontrar en cualquier mercado, con un restaurante propiamente dicho.

Arròs i Peix: más fresco, imposible

Lo que llama principalmente la atención, incluso desde la calle, es la exposición de frutos del mar que se muestra en la parada. Al entrar, el cliente puede mirar, preguntar a los encargados de la parada y escoger lo que más le apetezca, así como la forma en que desea lo preparen.

No se trata de un toque de originalidad, sino de un aliciente añadido que permite a los comensales ver al natural lo que en otros locales deben imaginar mediante la descripción de la carta y, con ello, hacer realidad lo que dice el viejo refrán: “la comida entra por los ojos”.

Tanto el pescado como el marisco son siempre frescos y, en la cocina, además de cuidar al máximo su presentación se preocupan de conservar totalmente su sabor y textura originales, tal como ocurre en los otros dos restaurantes del mismo nombre, ubicados en Vic y Platja d’Aro. Una cocina sencilla que prima, ante todo, la calidad del producto.

El interior del local hace honor a la zona histórica en la que se halla y combina elementos antiguos, como las paredes de piedra vista perfectamente restauradas, con toques modernos.

Marisco, pescado y pizarra de sugerencias

Por si queremos complementar lo que hemos visto en la parada, en una de las paredes del restaurante se halla bien visible una pizarra con otras sugerencias, no sólo de pescado, que podemos elegir.

Entre ellas, diversas ensaladas, como la de mercado, de salmón o de atún marinado, de navajas y anchoas o el tan popular xató. También entrantes como tartar de atún o de salmón, pulpo gallego a la brasa, esqueixada de bacalao, espárragos a la brasa o alcachofas rebozadas.

Más allá del pescado 

Aparte del pescado, otra de las especialidades de la casa son sin duda los arroces, como el negro, con o sin bacalao; las paellas, ya sean de mar y montaña, de atún, de bacalao y espárragos, de pescado y marisco o de verduras; los arroces caldosos, de pulpo, de langosta o de pescado y marisco y también las fideuás.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que, al contrario de lo que ocurre en muchos restaurantes, en Arròs i Peix no hay mínimo de dos personas para que preparen un arroz. Aquí se pueden pedir raciones individuales de modo que, si a los miembros una pareja les apetecen dos arroces distintos, no hay problema, cada uno puede disfrutar del suyo y, eso sí, probar el del otro y comparar cuál de ellos les parece más sabroso.

Además de las delicias marinas también ofrecen platos de carne, como entrecot de ternera o magret de pato a la brasa. En total, una experiencia que engloba el placer de ir al mercado y elegir el producto que nos apetece con el goce de comerlo perfectamente cocinado y servido. Eso sí, ahorrándonos tener que prepararlo.