Comer en la marisquería Rías de Galicia es rendir homenaje a nuestro paladar. Las mejores materias primas, en el punto justo de cocción, han hecho de este restaurante toda una leyenda en Barcelona. Con la llegada de la feroz crisis económica y con la voluntad perenne de innovación de los hermanos Iglesias, el piso de arriba de la marisquería se ha reformulado convirtiéndose en el Espai Kru, un restaurante de precios más asequibles en el que el chef paraguayo, Ever Cubilla, prepara platos de pescado adaptando recetas de todo el mundo.
Que su nombre no os engañe, no estamos ante un restaurante japonés. El Kru es la fusión de muchas recetas y técnicas procedentes de los cinco continentes. Es más, así como en un japonés es el comensal quién elige si añade, y en qué cantidad, wasabi y soja a un sashimi, en este caso es el chef y su equipo de cocina quienes “pintan”, como a ellos los gusta decir, el plato. De este modo nos encontramos con un verdadero lienzo gastronómico único en Barcelona.
Delicias como los berberechos de las Rias Baixas con zumo de ramallo de mar, el tartar de bogavante y lubina salvaje con vinagreta de lima, las navajas procedentes de las islas Cíes con vinagreta de mostaza y jengibre o, para los que quieran un plato caliente, las costillitas de lechón asadas, hacen que uno se sienta verdaderamente un personaje de una pintura de Gustav Klimt, donde no solo la figura predominante es exquisita, sino que cada detalle revela mil texturas.
Para los amantes del arroz, no podéis dejar de probar el arroz meloso con setas de temporada y queso gorgonzola. Los postres del Espai Kru están a la altura del resto de la carta. Desde sorbetes hasta el clásico queso fresco con frambuesas. Para los más sibaritas, nada como las cañas de Carballino rellenas de crema con nata y chocolate caliente. No lo dudéis, si queréis pescado del bueno con la mejor relación calidad-precio y, al mismo tiempo, conocer recetas únicas reformuladas por un maestro de la cocina de autor, acudid al Espai Kru. Saldréis flotando en una nube.