Monterrey

Uno de los nuevos protagonistas de este restaurante familiar, dirigido ahora por Josep Vergés, la segunda generación, es el horno Josper que han incorporado a la cocina a raíz de la "remodelación total" a la que han sometido el local, que hace 40 años adquirieron los padres del actual gerente. Un horno que les permite trabajar de forma excelente la brasa, un tipo de cocción que utilizan en varios platos: desde el pescado de lonja y pescado de roca de Port de la Selva (como la gallineta, un ejemplar espinoso pero muy sabroso parecido al cabracho, el gallo de San Pedro o el negrito); el rape del Cap de Creus, pasando por las gambas, la langosta o el bogavante. Vergés explica que una de las principales ventajas del horno Josper, que funciona con carbón, es que "brasea el producto confiriéndole un sabor de brasa y concentra muy bien los aromas"

Una materia prima, el pescado y el marisco, que también trabajan en el horno convencional (rape de lonja con muselina de ajo) o a la plancha (sardinas con gambas del Cap de Creus, lenguado o calamares de costa).

Entre las especialidades de la casa, para compartir destaca la mariscada con langosta, bogavante, cigalas, gambas, navajas, mejillones, almejas, caracoles y vieiras, o la parrillada de pescado con romesco que incluye rape, merluza, rodaballo, calamar, cigalas, almejas y mejillones o bien el suquet de pescado con rape, merluza, rodaballo, calamar, gamba, cigala, almejas y patatas.

También son especialidad del Monterrey los arroces. Entre las opciones de caldosos, destaca el arroz a la cazuela con bogavante, langosta o centollo, los tres muy sabrosos. Entre las opciones de arroces secos, encontramos la paella a la marinera con fondo de pescado de roca, con bogavante o langosta. "Uno de los secreto de los arroces es nuestro sofrito, hecho con sepia y caldo de roca, es nuestra marca de la casa, siempre lo hemos hecho así", explica Josep Vergés.

Si bien es una marisquería, en Monterrey también encontramos algunas opciones de carne como la pluma ibérica con virutas de foie, el entrecot o el solomillo de ternera que también cocinan a la brasa.

Para abrir boca, la carta presenta varias propuestas con predominio, como no puede ser de otro manera, del pescado: desde anchoas de Port de la Selva a chipirones de la costa rebozados, pasando por los pulpitos salteados con cebolla o los dados de salmón ahumado con crujiente de frutos secos o el carpaccio de gamba roja del Cap de Creus, condimentada con pimienta rosa y olivada. También encontramos varios tipos de ensalada como la especial Monterrey con manzana, queso fresco y membrillo; de queso de cabra con bacon y vinagreta de miel; de aguacate con langostinos y palmitos; o el timbal de tomate con burrata y pesto.

Además hay entrantes calientes; desde una sopa de pescado de roca del Cap de Creus, a los mejillones de roca o almejas con salsa marinera, pasando por los calamares a la romana o una fritura de pescado.

Finalmente, en el apartado de postres, que son caseros, destacan las peras confitadas con helado de vainilla; el tiramisú aromatizado con licor de Amaretto y uno de los platos que triunfa por la particularidad de su gusto: el xuixo, un postre alargado relleno de crema frito y azucarado, que también pasa por la brasa del horno Josper y que sirven regado con chocolate caliente.

El local, que tiene una capacidad para unas 70 personas entre interior y la amplia terraza exterior que ofrece vistas de la bahía y de la montaña del monasterio de Sant Pere de Rodes, abre de 10h a 23h de forma ininterrumpida.

FOTOS: Martí Artalejo