Mesón La Estancia

Mesón La Estancia, un clásico renovado en Málaga
Mesón La Estancia
Mesón La Estancia
14 Diciembre, 2022
Arantxa López

En un mundo culinario en el que la innovación manda muchas veces, es un privilegio encontrar lugares para comer como Mesón La Estancia, donde el producto y el servicio son las insignias de oro de la casa. Este restaurante, que lleva abierto más de 20 años, cambió de propietario en 2019. Francisco Durán, formado en la escuela de hostelería La Cónsula, quería dar el salto desde su Colmenar natal a la capital y así lo hizo, dándole al mesón unos aires renovados en la decoración y en gran parte de la carta, pero sin mermar ni un ápice la esencia de un lugar de toda la vida al que se va a comer bien y a que le atiendan con todo el cariño necesario para pasar una estupenda velada.

Francisco está rodeado de un gran equipo de cocina y sala. Todos, los que ya estaban y los que han llegado, han formado durante este tiempo una pequeña familia que trabaja con entusiasmo para agasajar a sus clientes. Él comandando la sala y la joven Liza Castillo, venida de Talavera de la Reina, haciéndolo en la cocina. La juventud de Liza, su formación y su trabajo disciplinado han servido para que La Estancia encuentre ese punto intermedio entre lo tradicional y lo actual, con una máxima que está por encima de todo: dar bien de comer usando la mejor materia prima. Una cocina de producto y mercado en la que han conservado algunos platos de la carta de siempre, añadiendo otros nuevos, y han apostado por los buenos embutidos, los pescados y las carnes, así como por los platos de cuchara suculentos para el invierno y las sopas frías con sello malagueño para los meses de verano.

Entre esos platos clásicos de La Estancia que Francisco no ha podido quitar de la carta está la tartaleta de puerros y langostinos, una delicada mezcla elaborada y montada al momento en un hojaldre que se hornea durante 25 minutos, justo antes de ser servido en mesa.

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Todo lo que está en carta se hace en cocina a diario, seguramente por eso tienen una de las mejores ensaladillas rusas del centro. Patata atemperada y cocida en cada servicio y una mayonesa ligera y cremosa para naparla, elaborada con aceite de oliva virgen extra y un punto de sal en su justa medida.

Otros de los platos clásicos de su carta son las alcachofas, confitadas por ellos, y luego hechas en la plancha, acompañadas de unas cucharaditas de foie gras y unas escamas de sal negra. Igualmente solicitada está la morcilla caramelizada acompañada de huevo de codorniz. Otro buen pica pica para escoger entre las entradas calientes son los rollitos de espinacas y langostinos. Se comen con los dedos, o como dice Francisco, es comida táctil. Los pimientos del piquillo rellenos, las croquetas caseras o el revuelto de bacalao y setas son otros de los platos que más salen de la cocina.

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Si vas en invierno y tienen cuchara, te recomiendo no perdértela. Su fabada es de esos platos contundentes que vas a recordar durante tiempo. Elaborada con una legumbre de primera y un buen compango para mojar el pan. También tienes que probar los raviolis de salmón y pera con cebolla caramelizada. Este plato es una de esas innovaciones que Liza ha incluido en la carta de esta nueva etapa de La Estancia como una de las especialidades de la casa. En este apartado están también los canelones de carrillada, el flamenquín casero, el crepe relleno y gratinado, los huevos rotos con jamón de bellota y la paella ibérica, que la hacen por encargo.

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Las carnes y los pescados tienen su propio capítulo y vas a encontrar desde un atún a la plancha con verduras hasta una merluza en salsa de puerros, pasando por unas chuletitas de cordero, una presa ibérica y un lomo alto de vaca, entre otros platos.

El restaurante dispone de una barra en la que disfrutar de la carta, así como de buen jamón, buenos quesos, mojama de atún rojo de almadraba o unas anchoas del Cantábrico, por eso de su apuesta por los buenos productos. Todos estos platos son parte de su carta de platos fríos y se puede disfrutar igualmente en mesa junto con la tosta de sardina ahumada con mermelada de higo, el tartar de atún o la milhojas con de foie con queso de cabra y manzana.

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En cuanto a los postres, es muy famosa la tarta de queso, que también la hacen casera, y la sirven acompañada de helado y frutos rojos.

Mesón La Estancia es un restaurante muy adecuado para disfrutar en familia o con amigos en su salón acogedor. Tienen también una terraza en zona peatonal y la barra para el tapeo. Además, siempre está abierto. Solo cierran los domingos de los meses de verano. Lo habitual es que esté completo, por lo que te recomiendo que les hagas una visita bajo reserva.

Plaza Huesca, 5
Málaga Málaga
España

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