Surban

Una decoración moderna, urbana y acogedora te da la bienvenida cuando entras en Surban. Los tonos, las luces, las maderas nobles y todos los detalles, cuidados pero a la vez informales, invitan a relajarte y a sentirte como en casa. 

Precisamente, Surban quiere ser un lugar de encuentro para familiares y amigos, que vayan a disfrutar de su cocina, pero sobre todo, sientan el calor de un hogar. Y en esto también tiene mucho que ver el equipo de sala y de cocina, que llama a sus clientes habituales por sus nombres porque la mayoría que los visita, vuelve.  

Los olores y sabores de los guisos, caldos o sofritos te trasladan a las cocinas de las abuelas. Joaquín Rodríguez, chef de Surban -o cocinero, como él prefiere que lo llame porque dice que no estamos en Francia- explica que este es otro de los motivos por los que sus clientes, o amigos, ven Surban como una casa de comidas, en la que son frecuentes los platos de cuchara.  

Despringando, la pringá

Uno de los lemas de Surban es despringando, la pringá. Su cocina representa su identidad y mira al Sur, pero con una propuesta más viajera, fresca y urbanita. Las zanahorias aliñadas a la moruna con pasta marroquí a base de sémola de trigo duro, el falafel de puchero, los huevos rotos con tartar de atún de Barbate coronados con katsuobushi o el poke de langostinos de Sanlúcar son algunas de sus propuestas.  

Aunque en la carta de Surban hay sopas de ajo o de cebolla, normalmente, reinventan la tradición. El potaje de tagarninas, un plato típico de la provincia de Cádiz, “va con sus triangulitos de pan frito y su medio huevo duro como lo hacía mi abuela, pero en vez de llevar chorizo, morcilla o hábitos de pringá, le ponemos shiitake, que es nuestro sabor cárnico, o un poco de jengibre”, comenta Joaquín Rodríguez.  

O en lugar de hacer papas con choco, proponen chocos en su tinta con papas. “Le damos una vuelta y hacemos nuestra versión. Guisamos el choco con sus interiores y la tinta y en el último momento le añadimos dados de patatas fritas”. Pero en Surban también hay espacio para los clásicos como la ensaladilla rusa, atemperada y de gambas, no de atún. Con una textura muy cremosa, es uno de sus imprescindibles. Sencillamente, deliciosa.  

Cocina internacional  

En Surban también hay hueco para la cocina internacional, pero adaptada y con un guiño canalla. Así, el ceviche lleva maíz dulce y quicos en lugar de cancha serrana, aunque la leche de tigre sí es peruana. El poke -ensalada de pescado crudo hawaiana- está muy presente desde sus inicios, de salmón sopleteado o de atún y seguramente, muy pronto incorporarán uno de tofu.  

Otras veces parten de platos tradicionales y los hacen viajar. “Nos gusta mucho guisar como lo hacían nuestras abuelas, con laurel, tomate, pimentón y en el último momento, nos lo llevamos a Tailandia, Vietnam, India o México”. Un caldo concentrado de gambas se convierte en una sopa tailandesa con leche de coco o un chupe peruano. “Pero la raíz siempre es la misma, la nuestra”, explica el cocinero de Surban.  

Además de la cocina de aprovechamiento, el producto fresco y local está muy presente en sus fogones. Joaquín vive junto a la plaza de abastos de Algeciras, como él mismo dice, es como un niño pequeño con la juguetería debajo de casa. Atún de Barbate, tarantelo, verduras. Todas las mañanas va al mercado y adapta la carta con sugerencias del día.  

Tarta de queso al estilo Cañadío 

Uno de los postres que siempre está en carta es la tarta de queso al estilo Cañadío, un homenaje a este grupo de restaurantes en el que Joaquín trabajó durante su etapa en Madrid. Una de las mejores tartas de queso de España, que cuenta con muchos admiradores en Surban. Doy fe, la mejor que he probado. También destaca la tarta de chocolate y ahora quieren añadir tarta de zanahoria para celíacos.  

Uno de los propósitos es trabajar más el tema de las intolerancias. Además, en la carta de Surban hay opciones veganas y vegetarianas. Siempre que pueden emplean productos ecológicos en sus elaboraciones y también se esfuerzan por ser más sostenibles, ofreciendo agua embotellada en vidrio, por ejemplo.  

Además de un gran salón interior a dos alturas y dos barras con taburetes altos, Surban también cuenta con una amplia terraza en la céntrica plaza Neda de Algeciras, perfecta para las sobremesas. Una de las próximas novedades será incorporar coctelería a su oferta para hacerla más completa.  

El otro pilar de Surban, además de Candela, Mónica o Claudia y otros miembros del equipo, es Manuel Chamizo, socio y amigo de Joaquín desde pequeño, que siempre ha estado vinculado al mundo de los negocios. Ambos decidieron poner en marcha este proyecto en plena pandemia y en noviembre de 2021 abrieron sus puertas.