Freaks Burger
En una de esas esquinas silenciosas de Cruz del Rayo, entre Príncipe de Vergara y Joaquín Costa, se han refugiado dos emprendedoras de postín. Ellas son Clara Tassara Hoffmeyer y Maria Fitz-James Stuart, artífices de Freaks Burger, una hamburguesería que ha incorporado a su ADN el producto de proximidad y el trabajo con cariño. “Abrimos en octubre de 2016 y fue todo poquito a poco. Nos gusta decir que hemos crecido de forma segura”, apunta la primera de ellas.
El objetivo siempre consistió en convertir su coqueto local en un lugar acogedor y casi familiar. “Nos gustaba la idea de que el espacio se sintiera como una casa”, continúa Tassara, que durante algunos años se dedicó a la fotografía y los editoriales de moda. Hoy gestiona un restaurante donde se da muy bien de comer y se cuida hasta el último detalle de la decoración. Un salón lleno de libros, cuadros prestados por sus amigos de La Fiambrera, litografías de conciertos, una chimenea de una antigua vivienda… “Es un sitio sin pretensiones, pero que toda la clientela siente muy suyo”, indica.
La hamburguesa perfecta
Clara, que vivió durante un periodo en Nueva York, se ha fijado en espacios de tanta solera como P.J. Clarke’s o Freemans. Con unas hamburguesas que compiten en sabor y entrega con las de la Gran Manzana. “La carne que utilizamos es de vaca rubia gallega, que solo ha comido pasto. Además, nos gusta picarla todas las mañanas”, comenta de su producto estrella. La verdura, por cierto, se la suministra la frutería del barrio. Haciendo comunidad y aportando en lo posible al comercio local.
La oferta es amplia y muy diversa. Entre nuestras favoritas está la italiana, que lleva tomate seco y rúcula; clásica para los estandares que se manejan actualmente. De todos modos, si se quiere apostar por algo más gourmet, se puede pedir la que lleva trufa, tomate, cebolla caramelizada, canónigos y bacon. “Esta sale mucho”, nos chiva Clara. “Otra que funciona muy bien es la tex-mex, que lleva chipotle y es bastante potente”. Y, claro está, no podía faltar la última moda: “También tenemos smash burger, pero a nuestra manera, con bacon en virutas y un queso cheddar que nos ha conseguido un proveedor muy top”.
Homenajes locales
Entre los guiños a la gastronomía madrileña, tienen una versión del famoso Armando de Nino Redruello, que tan bien le está funcionando en Fismuler y La Ancha. “Conocemos bien a los dueños y nos parecía bonito rendirles homenaje con un buen escalope, algo que ellos ya bordan”, confiesa.
Unas recetas que tienen mucho de pasión y cuidado. Se puede ver en dos de los platos que ofertan en la carta. “Los tequeños que tenemos son muy especiales. Los hacemos a partir de la receta de una amiga nuestra venezolana”, reivindica con mucho orgullo. El otro imprescindible tiene que ver con el pollo, un animal criado en libertad que les suministra Los Madriles, la pollería de la esquina, como le gusta decir. “Las alitas las maceramos con limón, pimienta, sal y las doramos. Nos gusta que se note el pollo”.
Otro ejemplo de esa manera tan especial que tienen de entender el hecho gastronómico son sus croquetas, que esta vez se las lleva una buena amiga: Cristina Comenge, la impulsora de Oído Cocina. “Nos las hace de boletus y de parmesano y bacon”, enumera.
Contra las resacas
Clara al despedirse resalta su amor por las hamburguesas y todo aquello que tenga que ver con la gastronomía local: “somos unas locas de las hamburguesas, hasta que no les damos nuestro toque no están terminadas”. Por último, la propietaria también invita a pasarse cualquier día en la mañana: “Freaks es un sitio ideal para pasar a desayunar y luego ponerse a trabajar en alguna de nuestras mesas. La sensación es muy placentera”. Algo de eso se intuye en cuanto levantamos la cabeza y observamos las sonrisas y el buen ambiente que se respira. Freaks, un sitio auténtico y casero que no tiene competencia en la zona.
C. de Gabriel Lobo, 20
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