Hace seis años que Pablo Caballero recaló en Málaga desde su Barcelona natal. Entonces traía las mismas ganas que hoy de experimentar en la cocina y agasajar el paladar de sus clientes. Pasó por dos restaurantes de la capital para instalarse finalmente en su propio proyecto, La Antxoeta, un pequeño local ubicado en la zona del Soho malagueño, en calle Barroso, donde pinta sus particulares lienzos en platos blancos de talla extrema que resultan tentadores al ojo y de sobresaliente al paladar. Elaboraciones trabajadas y pensadas inundan su carta junto con distintas sugerencias (como el tartar de navaja con aire de limón) que va cambiando según mercado y un menú ejecutivo de lunes a viernes con platos de la propia carta en horario de almuerzo.
Además de todo su periplo como cocinero, labor con la que no se aburre y los gustosos de la buena mesa disfrutamos, Pablo es asesor gastronómico en varios proyectos y acaba de poner en marcha su propia idea de catering como una forma de trasladar su cocina en un formato exclusivo y de no demasiados comensales, ya que el tipo de cocina que desarrolla está condicionado a un número máximo de comensales.
La Antxoeta es un lugar informal, de decoración canalla con aires de rockeros que alberga una cocina abierta al público. De ahí salen propuestas realmente sabrosas, una cocina mediterránea con toques del mundo que representan los viajes que hace Pablo. En ellos impregna aromas y sabores de otras partes del mundo sin renunciar a la esencia de su cultura culinaria.
En la carta encontramos platos variados. Para empezar nuestro viaje gastronómico tomamos un aperitivo de alcachofitas confitadas con salsa de kimchi, lo cambian todos los días. Continuamos con un estupendo plato: la ostra con crema agria y pesto de rúcula, un bocado muy refrescante que traslada a la parte más oriental del Mediterráneo. En esta casa tienes también la posibilidad de probarlas al natural y “en chapapote”.
En La Antxoeta dedican su trabajo a resaltar productos frescos y naturales. Es el caso del tartar de tomate con tataki de atún, donde el sabor del producto es más que evidente e invita a seguir con expectación el resto del menú. Este es otro de los platos que tienen como entrante, junto con un carpaccio de calabación con vieiras, un foie con nieve de queso de cabra y otros platos fríos y calientes, donde vas a encontrar el pulpo con aguacate y patata fundente o el risotto de azafrán con tomate seco y albóndiga. Mención especial en este apartado y con honores al arroz cremoso negro con carpaccio de gambas, un plato que has de probar obligatoriamente y degustarlo sin ninguna prisa, ya que cada bocado te va a sugerir matices nuevos y querrás más y más.
En la parte de mar y montaña, un plato muy original y lleno de sabor, los calamares a la carbonara con yema curada en trufa… Prepara el pan porque vas a mojar a base de bien. Destacan también otras propuestas como su cordero cocinado a baja temperatura durante 12 horas con hummus de berenjenas o la presa ibérica con ñoquis y sitaki. Nosotros el punto final lo pusimos con un tataki de ternera con croquetas de queso y patata y tomate seco, que estaba entre las sugerencias del día.
Si eres goloso, tienes un apartado de postres en carta con siete sugerencias muy trabajadas. Te recomiendo probar el helado de gin tonic con aire de limón, su toque cítrico te ayudará a limpiar y refrescar la boca para darle cancha a un postre más contundente después como su huerto zen, con crumble de almendra, gel de zanahoria y de remolacha, zanahoria encurtida y helado de chocolate. Simplemente irresistible.
Quizás cuando llegues a La Antxoeta no sepas por dónde empezar porque quieras probarlo todo. En ese caso, déjate asesorar por Pablo. Disponen de un menú degustación con opción de maridaje donde podrás hacer un recorrido por la cocina de este barcelonés afincado en Málaga amante de las motos. Aquí comenzará tu viaje.
Buen provecho.
Calle Barroso, 7
29001 Málaga Málaga
España