La Paulina

Hace cuatro años que Miguel León abrió este restaurante después de haber vivido durante diez años al otro lado del Atlántico. Aunque sus primeros pinitos en la cocina los hizo en México, no fue hasta llegar a España cuando estudió cocina. Sus conocimientos de la gastronomía mexicana y las ganas de hacer algo nuevo en Granada le sirvieron para tener claro lo que quería ofrecer en La Paulina: un concepto de comida mexicana adaptado al producto mediterráneo. Y lo ha conseguido, porque de esa filosofía han nacido platos en los que ha incorporado carnes tan cotidianas como el secreto ibérico o el aguacate cultivado en la Costa Tropical de Granada.

Para La Paulina tratar bien la materia prima para ofrecer platos de mucha calidad es muy importante, por eso toda la producción se hace en el propio restaurante. Además, siguiendo su filosofía de innovar para el cliente, cambian la carta una vez al año para incorporar nuevas delicias mexicanas.

Aquí, lo que más piden los clientes son el guacamole, por supuesto artesanal, y los Nachos Mariachis, crujientes totopos de maíz con queso Cheddar fundido, carne al pastor y tres salsas, ranchera, agria y de guacamole. Pero, si le preguntamos a Miguel cuál es el plato estrella de la carta, no tiene dudas: la enchilada de mole rojo poblano, que en La Paulina sirven con tres tortillas de maíz bañadas en salsa y gratinadas.

Entre sus entrantes tienen uno bastante peculiar por el toque picante, con pollo al grill, bacon, cacahuetes ‘hot’ y salsa de mostaza. En este apartado también disponen de plato de cuchara como la cazuela de frijoles charros con arroz y queso o algo tan singular como un carpaccio de champiñones con vinagreta de lima y miel ‘piquin’.

Disponen de una amplia variedad de platos típicos entre tacos, fajitas, burritos, quesadillas, chimichangas y enchiladas. Algunos destacados son, por ejemplo, los tacos de cochinita pibil de Yucatán, que sirven con carne de cerdo horneada con achicote y hoja de plátano, naranja agria y cebolla morada; o la chimichanga de carne, que se sirve como una tortilla de trigo enrollada, rellena de arroz, con ensalada y salsas mexicanas. Además, los burritos, las chimichangas y las enchiladas tienen su versión sin carne, solo a base de vegetales, para que todo el mundo pueda disfrutarlas, como es el caso de la enchilada suiza, que hemos tenido la oportunidad de probar, hecha con champiñón y salsa de tomate verde.

Además de su carta habitual, La Paulina sigue al pie de la letra la cultura de la tapa tan implantada en Granada. Por eso, en su pizarra tienen entre 10 y 12 tapas “a lo granaíno”, pero con platos mexicanos. Tacos, quesadillas, queso con jalapeño… Cualquier plato se presta a ser cocinado en miniatura para que los clientes puedan degustar México en un par de bocados.

También disponen de un menú para los más peques de la casa y de una carta de margaritas, cócteles y tragos de tequila, como no podía ser de otra forma en un restaurante mexicano.

En cuanto a los postres, son todos caseros y con guiños continuos a México. Es el caso del tarrito cremoso de queso con cajeta y garrapiñadas o la tarta de queso horneada con miel de maple.

La Paulina es, sin duda, un trocito de México en el corazón de Granada en el que pasarlo ‘padrísimo’.