Noves Algues

Para un restaurante marinero, pocas ubicaciones pueden ser mejores que el muelle del puerto, a la vera del mar. Noves Algues es un restaurante de medidas generosas y con amplia sala totalmente acristalada para disponer de una mejor contemplación de las embarcaciones amarradas. Además, cuenta con una terraza y un amplio espacio chill out para el tercer tiempo gastronómico.

Helena es una de las propietarias y nos explica que abrieron en 2013 y que se trata de un establecimiento estrictamente familiar. El restaurante cuenta con una envidiable sala de máquinas: una enorme cocina de impresionante brillo inoxidable. Como hemos comentado, el comedor no se queda atrás en prestaciones: amplio, luminoso y dotado con mesas generosas vestidas con mantelería de calidad.

Procuran utilizar los productos del Delta del Ebro tan a menudo como pueden. Así, sus arroces son de proximidad y su plato estrella. Como nos cuenta Jalid, cocinero al mando de los fogones durante estos cinco años, triunfa mucho el arroz negro y el de temporada, aunque nosotros nos quedamos con el caldoso de bogavante que cocinan con una marca de tomate y calamar, cocido en un fumet clásico. En todos ellos utilizan la variedad bomba, de grano corto y gran capacidad de absorción.

La temporalidad marca mucho los platos, y las últimas alcachofas hasta bien entrado el otoño se saltean con choquitos y habitas para disfrute del personal.

Otra muestra del buen trato al producto son los lingotes de lomo de atún marinado y condimentado con sésamo, tiras de intenso color rojo y textura suculenta.

En la parte dulce encontramos el paraiso del chocolatero. Mousse de chocolate con yogur y frutas del bosque, en un elegante y blanco cofre ondulado.

Y para los que prefieren la negritud del cacao, la trilogía de chocolate: superposición de diferentes purezas en estratos de placer.