En el Vallès Occidental (Barcelona), más concretamente en Matadepera, encontramos uno de los restaurantes que más está trabajando para recuperar viejos alimentos de nuestra tierra. Ubicado en una magnífica masía de la cual hay indicios desde 1416, Can Vinyers es el negocio familiar de los Martino.
Su carta es de raíz clásica y reinventada aprovechando las mejores técnicas actuales. El puntal del restaurante es Edgar, chef formado en la prestigiosa escuela Hoffman. Él toma las decisiones en los fogones. Su hermano, Christian lo hace en la sala con los comensales; y Tito, el padre, se encarga de la dirección general del restaurante.
En este establecimiento, que se fundó hace diez años, las comidas mantienen el rescoldo que desprende el espíritu del propio espacio, con muros de piedra y vigas de madera, además de dos maravillosos relojes de sol en las fachadas de la masía.
La cocina, de una calidad que ha ido circulando por el boca-oreja, respeta la mejor tradición de la gastronomía mediterránea apostando por la filosofía kilómetro 0 y la recuperación de muchos ingredientes de los cuales, hasta ahora, sólo teníamos constancia a través de los libros, como pueden ser la manzana de cirio o la ciruela de bosque.