Una de las filosofías que rige la elaboración de platos en El Rincón de Diego es conseguir una “cocina divertida y de calidad”. Su propietario y chef, Diego Campos, sostiene que “es importante pasárselo bien comiendo”. Es por eso que este laureado chef pone en todos sus platos un toque personal delicado e innovador, el mismo que le hizo merecedor de una estrella Michelin en el año 2005. Y es una identidad que no sólo se funde en los platos sino que también está presente en todo el restaurante que, decorado con pinturas itinerantes de artistas catalanes, consigue crear un ambiente próximo, cálido y elegante.
En sus inicios profesionales, Diego Campos comenzó como ayudante en la cocina de emblemáticos restaurantes de la provincia de Tarragona. Durante toda su trayectoria, hasta abrir El Rincón de Diego en el año 1983, este chef reconoce haber evolucionado “al ritmo de la cocina de nuestro país” y haber sabido aprender “lo mejor” de cada uno de los chefs con los que ha trabajado.
Campos defiende que su experiencia previa le permitió dar rienda suelta a su creatividad culinaria. “En aquella época necesitaba forjarme un nombre y con este objetivo puse en marcha las Jornadas Gastronómicas”, asegura. Todo un acierto porque ahora, después de 27 años llevándolas a cabo, siguen siendo un reclamo para muchos de los clientes de su restaurante y una de las particularidades por las que este chef tarraconense es reconocido.
Durante los meses de octubre y noviembre, El Rincón de Diego pone a disposición de los clientes una serie de platos de nueva creación que, según la aceptación que obtienen, son incluidos después en la carta del restaurante. De esta manera la carta se va nutriendo no sólo de platos nuevos constantemente, sino de los que más gustan a sus comensales. Pero además de estas jornadas de platos de nueva creación, entre marzo y abril El Rincón de Diego ofrece las Jornadas del Cava y el Marisco que, como explica Campos, “permiten a nuestros clientes disfrutar de las combinaciones más originales de cava y marisco y del producto más fresco”. Y es que Cambrils ofrece un producto de calidad con una textura y un sabor especiales “debido a la cercanía al delta del Ebro”, como explica el chef.
Especializada en pescado y marisco, la carta del Rincón de Diego mantiene la tradición gastronómica de la cocina mediterránea con el toque personal que Diego Campos imprime en cada uno de los platos. Además del toque personal, otra de las consignas sagradas para este chef a la hora de elegir los ingredientes de un plato es que el producto sea fresco y de primera calidad. “Para nosotros lo importante es dar un buen servicio, un buen producto y que los clientes salgan contentos”, afirma Campos quien considera la estrella Michelin de la que es poseedor como un reconocimiento a una trayectoria profesional labrada con esfuerzo y al trabajo bien hecho. Una frescura y calidad a las que se hace justicia con la elaboración artesanal de cada uno de los productos de este restaurante: “Nosotros elaboramos todo lo que hay en la carta, desde los aperitivos hasta los petit fours”.
Este restaurante, que dispone de una sala principal con capacidad para 45 personas y dos salas privadas en las que caben hasta 20 comensales, está pilotado por un equipo de 8 personas. Diego Campos está al frente de la cocina junto a sus dos personas de confianza como apoyo en la elaboración de los platos.
Pero Campos parece querer plasmar su identidad no sólo en la innovadora cocina de la que es autor, sino también en el diseño de los platos que acompañan sus pescados, mariscos, arroces, etc. El chef en un característico intento de “marcar el espíritu” de algunas de sus creaciones, diseña los dibujos, elige los materiales y escoge los colores de los platos que contienen sus originales propuestas culinarias.
El Rincón de Diego disfruta de una variada clientela que se alterna entre los habituales, personas de toda España que llegan buscando buena gastronomía y extranjeros atraídos por las guías. A pesar de la estrella Michelin, Campos considera que “lo que mejor funciona es el boca a boca”; por lo tanto, la clave del éxito para este profesional de la gastronomía es la recomendación fruto de una comida de calidad y un buen servicio.
Texto de Alejandra Vidal