El milagro de que un restaurante esté abierto desde 1960 es de tal magnitud como el ejercito de camareros que dan servicio en los distintos espacios del restaurante La Tana (Cabo de Palos, Cartagena). El espacio más cotizado en los meses que marcan la primavera y el propio verano es la terraza, que además de estar situada en el paseo de esta zona costera de la Región de Murcia, ofrece unas vistas al pequeño puerto de la localidad, a uno de sus diques y al mar abierto que transmite tanta tranquilidad y sosiego como quieras recibir. La brisa marina y el olor a salitre llegan por oleadas desde que tomas asiento. “Es un espacio único. Un privilegio para nuestros clientes y un placer inmenso poder ejercer una profesión como la nuestra en un lugar como este rinconcito de Cabo de Palos”, asegura Javier Romero, cuarta generación de La Tana.
En el interior, La Tana dispone de un amplio comedor para quienes prefieren el aire acondicionado y un trato un poco más alejado del trasiego de la terraza. Entre los dos espacios suman una capacidad de doscientos ochenta comensales.
Después de que levantara la persiana por primera vez en 1960 como tienda de ultramarinos y como casa de comidas los fines de semana, el local pasó a la segunda generación del fundador Diego Romero y por los años setenta, la tercera generación comenzó a asentar lo que hoy en día conocemos como La Tana. Allá por el 97, Javier Romero, ahora gerente del local, llevó a cabo una reforma importante en el restaurante, aunque Romero siempre ha tenido claro que el cliente que vuelve una y otra vez a La Tana busca los platos más representativos del local. “Nosotros ofrecemos una carta amplia de platos, pero desde los inicios se han mantenido los arroces y los pescados frescos como seña de identidad de la casa. El pescado frito o el arroz y caldero son imprescindibles, aunque siempre hay piezas de pescado salvaje que compramos en el puerto y marisco de la zona”, afirma el empresario.
Pero eso no es todo. En La Tana llevan tiempo acercando otros productos del mar que no se encuentran en las pescaderías y plazas de Cartagena y que el cliente, extranjero o no, que se sienta a la mesa agradece encontrar por la dificultad que supone verlo en otras cartas de locales cercanos como las ortiguillas o marisco directamente traído de Cambados, como infinidad de piezas de concha.
De los platos más significativos, además del caldero, encontramos el arroz de La Tana, un meloso con calamar troceado y gamba pelada, cocochas rebozadas, pulpo, lecha con pimientos y tomate, gallopedro rebozado o la tradicional gallineta de Cabo de Palos. Además hay un par de menús para quienes quieren una muestra representativa del producto local y una carta de vinos con referencias de todas las Denominaciones de Origen. “La clave de nuestro éxito es el afán que tenemos desde nuestros inicios de satisfacer a todos los clientes que pasan por la puerta”, concluye Romero.
Calle del Faro, 2
30370 Cabo de Palos Murcia
España