Palique. La primera acepción de la RAE lo define así: "Artículo breve de tono crítico o humorístico". La segunda entrada reza: "Conversación de poca importancia". Esta segunda definición se ajusta más a lo que hoy en día entendemos como palique, hablar de forma distendida sobre temas no trascendentales. Algo que nos encanta hacer rodeados de buena compañía y de una gastronomía que esté al nivel. Y eso es precisamente lo que ofrecen en Palique. "Es un punto de encuentro para charlar, disfrutar de una cervecita y compartir unas tapas muy bien hechas. Palique es un sitio acogedor y cómodo, con una gastronomía casera y elaborada aquí", explica Gonzalo Ros, propietario del restaurante, que abre todos los días de la semana.
Las tapas y los guisos son el plato fuerte de este bistró, en cuyo interior destacan dos amplias estanterías repletas de un sinfín de vinos y un enorme mural que recrea un paisaje natural en tonos verdes y aporta una gran luminosidad y amplitud al local, con capacidad para unas 45 personas. A las clásicas bravas, croquetas, ensaladilla rusa, pincho de tortilla de patatas, bombas y calamares, se suman otras tapas más elaboradas y originales, con influencia de distintos países. "Ofrecemos una cocina fusión, con platos de inspiración mediterránea, asiática, latina... Al final, la gente busca que la comida esté sabrosa y buena", cuenta Ros. Y lo consiguen, con propuestas como los tacos de costilla asada o la tortita de maíz con tartar de atún rojo, salsa chipotle -una salsa mexicana con un puntito picante-, semillas de sésamo y un poco de aguacate. "Es una mezcla muy refrescante y con un punto picante que la gente suele pedir como entrante", detalla el propietario.
También tiene mucho éxito la tosta de arenque ahumado con base de pimiento rojo escalivado y un poco de caviar por encima. Un entrante original, fresco e intenso a la vez, que abre el paladar a otras propuestas tan apetecibles como el curry rojo con langostinos, leche de coco y unas verduras a la brasa que dan un toque ahumado a este plato tradicional asiático y de sabor intenso, que viene acompañado de un bol con arroz basmati que se puede mezclar con el curry o comer por separado.
Cocciones de entre 12 y 24 horas y guisos muy melosos
En clave carnívora, y entrando en platos contundentes, ofrecen guisos como un fricandó de ternera con setas, melosas carrilleras de ternera, steak tartar y una costilla a baja temperatura que es uno de sus platos estrella. "La cocino durante 18 horas a 68 grados y luego le incorporo una salsita especial, de la propia costilla, que la reduzco y la echo por encima", explica Carlos Ortiz, el chef burgalés de Palique. De su tierra y de su abuela ha aprendido a elaborar muchos de los platos que cocina para este restaurante, ocupado anteriormente por un sushi shop, una tienda de comida japonesa. Otra de las especialidades de Ortiz es el rabo de toro con parmentier de patata y, en versión marítima, el chef cocina un fricandó de rape al azafrán y un bacalao confitado a baja temperatura con base de pimientos del piquillo, guisantes salteados y mayonesa cítrica que quitan el hipo.
Platos elaborados a fuego lento, con cocciones de entre 12 y 24 horas, que dan como resultado unos guisos muy tiernos y melosos, que cautivan desde el primer bocado. Sus postres, entre los que destacan las trufas de chocolate, la tarta Sacher y el tradicional carrot cake, completan la oferta gastronómica de este bistró, que abrió sus puertas el 24 de junio del año pasado, día de San Juan. Lo hizo como una bocadillería que servía bocadillos gourmet y cervezas, pero pronto amplió su carta con tapas y guisos.
Aunque inicialmente en Palique ofrecían servicio delivery y take away, al poco tiempo vieron que no era viable y ahora solo hay servicio de recogida, aunque la mayoría de su variada clientela -que incluye tanto adolescentes como familias y gente mayor- prefiere disfrutar y paliquear en el propio local.
Maridaje de tapas y cervezas
Fiel a su filosofía de ser un punto de encuentro y diversión y de compartir buenos ratos y gastronomía, Palique tiene previsto ofrecer una nueva experiencia culinaria. "Vamos a hacer un maridaje de cervezas y tapas. En la carta indicaremos distintos tipos de cervezas y qué plato va con cada una de ellas", avanza Ros, quien espera poner en marcha esta propuesta culinaria en pocas semanas.
FOTOS: Flaminia Pelazzi
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