Lío de 4

El Born, Gràcia o l’Eixample son algunos de los barrios que solemos mencionar cuando en Barcelona pensamos en el comer. Desde hace un tiempo, la zona de La Bonanova - y más en concreto la calle Mandri y sus alrededores- también reclaman su pequeño lugar en el mapa gastronómico de la ciudad. Es lógico: la oferta crece y cada vez hay más restaurantes con propuestas contemporáneas que logran convivir con los establecimientos de toda la vida.

Uno de ellos es Lío de 4, un gastrobar que, como su nombre indica, es el proyecto de cuatro personas que, ajenas al mundo de la restauración, aunque fanáticas de la gastronomía, “se liaron” con este proyecto. “Queríamos montar una barra gastronómica con comida de calidad en la parte alta de la ciudad ya que no había ninguna”, explica Xavier Miravalls, que junto con Carina Soler-Lluro, Alex Soler-Lluro y Carles Miró, forman el equipo fundador del restaurante.

Hace algo más de un año abrieron con una propuesta clara: “nuestra cocina se basa en el gusto, el producto y la correcta presentación en el plato”. También en la transparencia, ya que su cocina abierta, rodeada por una barra, permite a los comensales ver paso a paso la preparación de los platos.

Con la llegada, hace pocos meses, del chef Jose Miguel Manzanal –que había trabajado en restaurantes como Cachitos, Dos Palillos y Koy Shunka– su propuesta gastronómica ha dado un pequeño giro. Continúan apostando fuerte por el producto, mientras buscan un equilibrio entre la cocina mediterránea y la de cuchara.

Su carta ofrece entrantes fríos y calientes que, a modo de pica pica, invitan a compartir. Ostra con ceviche, burrata con sardina ahumada, montadito de foie mi-cuit, pulpo con parmentier de sobrasada y brotes verdes, croquetas de Idiazábal y espinacas... son algunos de los platillos. Después nos acercamos a los platos principales, lo que ellos denominan "el festival", y que clasifican en cuatro categorías: del corral, de la huerta, del mar y de la montaña.

La tortilla menorquina con sobrasada y queso tierno de Mahón, el arroz cremoso con setas y trufa, el canelón de calabacín con brandada de bacalao y tomate seco, los calamares salteados con judías de Santa Pau, el carpaccio de ventresca de atún con contrastes... La lista es larga y no olvida las propuestas cárnicas como la paletilla de cordero lechal asada, el jarrete ibérico lacado con salsa de mostaza o la chuleta de vaca vieja, que hacen honor al origen palentino del chef. 

Otra mención merecen los platos especiales que proponen puntualmente, basándose en el producto de temporada. Por ejemplo, durante estos meses, celebran lo que ellos denominan "Jornadas de la alcachofa". Platos que reinterpretan la alcachofa -que proviene de el Prat de Llobregat- para presentarla en tempura con romesco, en arroz, con calamares y ajos tiernos o confitadas a la parrilla. Para cuando termine la temporada de esta hortaliza, ya están preparando una pequeña carta especial basada en los huevos: con trufa, a baja temperatura, con sanfaina y parmesano... son algunas de las ideas que barajan.

Además de la carta base principal y de las jornadas, en Lío de 4 encontraréis cada día otras sugerencias del chef, además de la fórmula mediodía, una especie de menú con dos platos y postre que cambia semanalmente y que bien vale una visita a la zona alta de Barcelona. Los vecinos lo saben y empiezan a creer que ya no hace falta desplazarse a otros barrios de la ciudad para comer bien. Es hora de acercarse a Mandri...